El hombre desde sus inicios siempre ha anhelado volar y conquistar los cielos, pero cuando hubo “dominado” su mundo ansió entonces la conquista del Espacio y en pocas décadas lo consiguió. Hoy en día soñamos con llegar más lejos de nuestro sistema solar, conquistar no sólo el espacio sino también el Tiempo, en llegar a otros planetas e incluso a otros mundos si estos realmente existieran. En nuestra Tierra aún desconocemos lo que nos deparan las fosas abisales, la incandescencia de los volcanes, la fuerza de los terremotos, los fenómenos meteorológicos descontrolados o la simple sorpresa de la rebelión de la Naturaleza contra el Hombre, ese mismo hombre que al principio de su evolución desconocía todos estos grandes “secretos” pero que vivía en paz con su medio.
La Conquista del Espacio ha sido uno de los objetivos más difíciles de lograr por el hombre y su Ciencia. En esa lucha por conseguir ese viejo sueño muchos héroes desconocidos dejaron sus vidas en el empeño, desconocidos casi olvidados por todos a favor de aquellos que alcanzaron con vida la gloria del triunfo, héroes casi anónimos, víctimas de un sueño en el que se vieron imbuidos, considerados los primeros mártires de la astronáutica moderna.
Narrar las tragedias de estos héroes anónimos es casi impensable sin también hacerlo de la lucha por conseguir alcanzar el viejo sueño espacial del hombre.
Muchos de ellos fallecieron en acto de servicio y sus muertes se vieron silenciadas por el propio instinto de salvaguardar el ego de las Agencias Aeroespaciales de no querer contar la verdad de esos trágicos sucesos y desastres que acabaron con la vida de un puñado de valientes pioneros del espacio. En la carrera por llegar primero al espacio muchos dejaron sus vidas y a través de estas páginas conoceremos su trágico final, a ellos la ciencia aeroespacial les debe gran parte de sus éxitos ya que fueron una parte importante de la consecución de ese reto.
SE INICIA LA CARRERA ESPACIAL
Los años finales de la década de los 50 fue la fecha de inicio de la carrera espacial cuyo liderazgo se disputarían durante largo tiempo las dos grandes superpotencias del mundo: los y la A comienzos de octubre de 1957 los soviéticos colocaban el primer satélite artificial en órbita con la Tierra. Apenas un mes más tarde la perra sería el primer ser vivo reconocido que estuvo en el espacio y a la vez sería el primer mártir de la carrera