HELICOPTERAZO DE MORENO VALLE Un perro de la Marina detectó explosivos, pero ya no lo confirmaron
PUEBLA, PUE.– Alrededor de las 14 horas del 25 de diciembre de 2018 un perro de la Secretaría de Marina (Semar), adiestrado en detección de explosivos, se sentó tres veces sobre restos del helicóptero Agusta A109S, matrícula XA-BON, en el que murieron la entonces gobernadora panista de Puebla, Martha Érika Alonso Hidalgo, y su esposo, el senador y exgobernador Rafael Moreno Valle.
En ese momento hubo un silencio sepulcral en los campos de cultivo del cerro de la Chimenea del Chacuaco, en Santa María Coronango, donde estaba lo que quedó de la aeronave. Sólo el viento se escuchaba, mientras que el binomio canino señaló una y otra vez el mismo lugar. “Todos nos quedamos como pasmados, temerosos”, relata uno de los testigos de ese hecho.
Dos fuentes diferentes confirmaron a Proceso que, luego de la escena descrita, “altos mandos” presentes se apresuraron a afirmar que “el perro se había confundido”, por lo que este indicio ni siquiera se asentó en el informe y nunca se tomó en cuenta en las investigaciones sobre las causas del desplome del helicóptero ocurrido el 24 de diciembre de 2018.
Uno de los especialistas que participó en las indagatorias del incidente proporcionó a este semanario una serie de fotografías en las cuales se observa al perro sentado
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