WASHINGTON.- Por décadas el gobierno de Estados Unidos negó la existencia de organizaciones criminales locales dedicadas al narcotráfico. Fue hasta febrero de 2020 que la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) reconoció que los cárteles locales son los que trafican los estupefacientes, noticia revelada por Proceso en su edición 2258. ¿Qué grupos son? ¿Con qué organizaciones criminales mexicanas tienen alianzas? ¿En qué estados operan? Pese a la opacidad que caracteriza a las agencias de seguridad norteamericanas, Proceso —mediante registros e informes oficiales de ambos países— ha podido develar que son 11 los cárteles mexicanos que tienen alianzas con sus pares del otro lado del Río Bravo para distribuir drogas en más de la mitad de Estados Unidos: operan en 26 de 50 estados. De acuerdo con la información recabada por esta publicación, el Cártel de Sinaloa es el que más alianzas tiene, 14, con organizaciones criminales locales en diez estados de la unión americana. Los Zetas, uno de los más sanguinarios y cuyo auge ocurrió en el gobierno de Felipe Calderón, opera preponderantemente con seis cárteles locales de tres entidades estadounidenses. Además de Sinaloa y Los Zetas, los cárteles estadounidenses han establecido alianzas con el Cártel Jalisco Nueva Generación, del Golfo, Juárez, de Los Hermanos Beltrán Leyva, de Los Arellano Félix, Los Cuinis, Caballeros Templarios, Familia Michoacana y Los Rojos. De la información recabada también se desprende que en 17 entidades estadounidenses los narcotraficantes locales establecieron ligas con diversos grupos mexicanos, es decir, no hay una organización predominante. Por ese contexto, donde los narcotraficantes locales son quienes dominan poco más de la mitad de Estados Unidos, el gobierno de México denuncia que su socio comercial ha perdido la guerra contra las drogas, pues está padeciendo una epidemia sin precedentes de consumo de estupefacientes sintéticos, que la DEA había pretendido justificar al señalar que los cárteles mexicanos eran los que controlaban el trasiego en territorios estadounidenses.
Darle la vuelta a la DEA
En materia de en entrevista con , realizada tres semanas antes de que renunciara a la Secretaría de Relaciones Exteriores, para lanzarse al proceso interno de Morena en busca de la nominación para la sucesión presidencial en 2024. explica el excanciller. , se le pregunta. Raudo, acota: . A lo largo de varios meses esta publicación revisó los registros e informes oficiales del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre el trasiego de drogas ilícitas, pero han sido evasivas las respuestas a los cuestionamientos hechos al gobierno de Joe Biden sobre los reportes. “Sin comentarios”, es la reacción regular de la DEA. En mayo último los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (, por sus siglas en inglés) dieron a conocer estadísticas oficiales sobre las consecuencias de la imparable demanda y consumo de drogas sintéticas y otros enervantes de parte de la sociedad estadounidense. que en su mayoría fueron elaboradas con fentnilo; en otras palabras, Sin embargo, la institución del gobierno federal estadounidense adelantó también su cálculo de lo que considera serán los números definitivos del año pasado: 109 mil 680 decesos por sobredosis, es decir: 300 casos diarios. Un tétrico registro.
