Siempre en marcha
HACE UN DÍA SOLEADO, y mientras Jeremy Renner se sienta en el bar al aire libre del vestíbulo del Sunset Tower Hotel de Los Ángeles, la brisa huele a una especie de humo de tabaco. Los incendios forestales arrasan California y toda la región oeste, y el incendio Caldor, que atravesó las sierras próximas al extenso rancho que el actor tiene en el condado de Nevada, sobre el lago Tahoe, aún no está completamente sofocado. Aunque en esa ocasión su lugar de retiro se salvó, cada temporada de incendios vuelve a correr peligro. “Ha habido uno bastante amenazador a no más de 800 metros de donde está mi casa”, cuenta Renner, que en esta ocasión se ha estrenado como voluntario. “Estoy usando camiones de bomberos para proteger a mi vecindario y a toda la gente que vive allí arriba”.
A diferencia de la mayoría de nosotros, no se pasó la pandemia viendo Netflix y navegando compulsivamente en Instagram. Dedicaba sus noches a participar en subastas online en las que pujaba por camiones de bomberos. De hecho, ya ha conseguido hacerse con unos cuantos. “Tengo 30 camiones de bomberos a treinta metros de una boca de incendios”, dice. “No porque vaya a haber una catástrofe, pero potencialmente podrían enfrentarse a ella”. Que Renner coleccione camiones de bomberos en lugar de deportivos no debería sorprender a nadie que haya seguido la carrera de este actor de 50 años. Son, como él, muy pragmáticos, más apreciados que amados y fácilmente ignorados hasta que uno de ellos es necesario.
Los camiones de bomberos de Renner también tienen modos sorprendentes de ser útiles. Apagan fuegos, por supuesto, pero también adaptó uno de ellos para un propósito diferente: crear una especie de ‘partybus’ para fiestas de cumpleaños infantiles, con un castillo inflable encima. “Un compresor dentro del camión de bomberos lo infla”, dice Renner con emoción. “En el lateral de la plataforma coloco máquinas de granizados y de helados. ¡No le falta de nada!”.
Su proyecto de rehabilitación de camiones, que ha ido creciendo hasta sumar unos 200 vehículos que han revivido en su granja de Nevada, demuestra pragmatismo y creatividad. “No es un rancho de caballos”, dice. “Es más bien un rancho de caballos de potencia”. Más allá de los coches de bomberos, Renner está restaurando y reinventando furgonetas de servicios públicos: una ambulancia, que está convirtiendo en una clínica veterinaria, y
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos