EL CATALIZADOR DE LA TRANSFORMACIÓN
“ESTAMOS EN UNA ETAPA DISRUPTIVA.
Se rompieron todos los manuales”. La frase de Alejandro Servide, director de Professionals & RPO de Randstad, ilustra el escenario en el que están inmersas todas las organizaciones. Y, dentro del organigrama, el área de Recursos Humanos (RR.HH.) se convirtió en un actor clave para gestionar el recurso más valioso: las personas. Si tener el talento adecuado ya era una necesidad clave para la sustentabilidad del negocio, la pandemia le sumó un condimento extra al llevar esta gestión a la virtualidad y en un contexto en el que “burn out” es uno de los términos más escuchados. El Chief Human Resource Officer (CHRO), que estaba en un proceso de transformación, se convirtió en uno de los ejecutivos más estratégicos (y necesarios) en la mesa del directorio.
Para Alejandro Melamed, director general de Humanize Consulting, en el rol de Recursos Humanos hay una transformación teórica y una real. Y explica: “Pasó a ocupar un lugar central en la organización. Pero no todas se dieron cuenta o lo hicieron de la misma forma. Entonces, en muchas se está poniendo en un rol central al responsable de Recursos Humanos y en otras se están dando cuenta de que los perfiles que tienen no poseen la capacidad de responder a las necesidades actuales”. Así, según Me-lamed, la principal consecuencia para este rol es que los ejecutivos tienen participación en las principales decisiones de las organizaciones.
Sin dudas, la pandemia aceleró la transformación digital que en muchas compañías ya estaba en marcha. Y aquí, de nuevo, el rol de Recursos Humanos cobró especial importancia. “Las empresas aprendieron que el foco no estaba tanto en el qué sino en el cómo. Cuando vieron que no se lograba solo introduciendo tecnología, quedó en evidencia la relevancia
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