Intérpretes, choferes, cocineros... El personal de apoyo de Francia queda desprotegido
LAON/PARÍS, FRANCIA.- “Los talibanes secuestraron a Abdul Basir Jan a principios del mes pasado y 15 días después, el 20 de junio, apareció su cadáver en la provincia de Wardak. Tenía huellas de tortura. Los talibanes lo remataron de un tiro”, confía a la corresponsal Abdul Razik Adeel, presidente de la Asociación de Intérpretes y Auxiliares del Ejército Francés en Afganistán.
“Abdul Basir trabajó de 2008 a 2013 como cocinero para los soldados franceses en el campo militar de Warehouse”, cuartel general de la OTAN en Afganistán. “Sabiéndose en la mira de los talibanes llevaba seis años y medio pidiendo una visa para Francia para él y su familia”, precisa. “Las autoridades galas nunca creyeron que estaba amenazado y rechazaron tres veces su solicitud. Y aquí está el resultado…”.
Francia desplegó 4 mil soldados en Afganistán en el momento más alto de su participación en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, encabezada por Estados Unidos; 70 mil militares galos rotaron por ese país a lo largo de 13 años.
Según datos comunicados por el Ministerio de Defensa de Francia a la Comisión de Información de la Asamblea Nacional sobre los Personales Civiles de Defensa, que se publicaron el 12 de abril, durante esos años las fuerzas armadas francesas contrataron a mil 67 afganos, 538 de los cuales se desempeñaron como intérpretes y los demás como choferes,
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