LA NUEVA MALDICIÓN DE LOS FARAONES
La fascinación que nos produce el Antiguo Egipto alcanzó su clímax a comienzos de abril de 2021, cuando canales de todo el mundo emitieron imágenes de un espectáculo inédito y cuidadosamente planificado, cuyo cuidado simbolismo analizaremos brevemente. Los interesados en verlo, completa o parcialmente, pueden encontrarlo fácilmente en YouTube, buscándolo como «desfile de las momias» o golden parade. Pretendiendo emular un ritual ancestral, varias mujeres y hombres –cuidadosamente ataviados– descienden por las escaleras, rodeando la gigantesca estatua que preside la sala principal del viejo Museo de El Cairo, magníficamente iluminada para tan especial ocasión. Esa enorme figura, cuyo recuerdo está presente en cuantos lo hemos visitado, representa al faraón Amenhotep III –el gran protagonista de toda nuestra historia– junto a su esposa Tiy, padres del hereje Akhenaton.
Una actriz, ejerciendo como «suma sacerdotisa» del espectáculo, desciende otras escaleras, avanzando hacia la luz que emana de abajo. Como si la hubiesen rescatado de esas profundidades, que a un tiempo parecen representar el remoto pasado del país y las tumbas de sus antiguos monarcas, reaparecen los anteriores oficiantes con recipientes luminosos semiesféricos en sus manos. El presidente Al Sisi, continuador del Gobierno establecido por aquéllos, observa atentamente la representación. Una multitud de niños corre desde el Museo hacia el obelisco situado frente al mismo, en la plaza Tahrir, famosa por las revueltas juveniles que convulsionaron Egipto en 2011. El primero de ellos lleva en sus manos un pequeño recipiente luminoso.
LA CEREMONIA DE LA LUZ
Toda la zona está a oscuras. Hasta que esos niños elevan sus manos hacia el obelisco, que parece recoger esa luz –arrebatada al pasado–, transportada por quien encabeza la marcha, que la irradia hacia toda la plaza, iluminando simbólicamente el país: «Y la luz se hizo». La luz, siempre la luz, preside toda la inauguración de esta ceremonia. ¿Se trata pues de otro ritual illuminati que prepara la llegada del Nuevo Orden Mundial?, se preguntan los más conspiranoicos. Y ¿por qué no podría ser el mejor anuncio de una compañía eléctrica?, replicarán los más escépticos. En este caso concreto cualquier interpretación conspiranoide es excesiva. Porque la luz, lo luminoso, es el concepto clave en toda
