Historia del linaje humano
La pregunta “¿de dónde venimos?” es una constante del pensamiento humano. Todas las civilizaciones han ofrecido su particular respuesta mediante los llamados mitos de la creación, pero en el siglo XIX se instauró una visión científica de la naturaleza que situó el problema de nuestro origen en el marco de la evolución biológica. Hoy sabemos que los simios africanos –gorilas y chimpancés– son los animales vivos evolutivamente más cercanos a nosotros y que los segundos están aún más cerca que los primeros. Los chimpancés (género Pan) y los humanos (Homo) estamos estrechamente relacionados, lo cual tiene importantes consecuencias. En la actualidad usamos el término homininos para referirnos a los antepasados más directos del humano, mientras que el más clásico de homínidos abarca a todos los grandes simios, incluidos nosotros.
Gracias al reloj molecular, que permite medir el tiempo como una función de los cambios en ciertas moléculas biológicas, se estima que la edad de divergencia del linaje humano y el de los chimpancés se dio hace unos seis millones de años (Ma). Es decir, en aquel tiempo vivió el antepasado común del que partieron dos ramas evolutivas: por un lado, la de los chimpancés y bonobos; y por otro, la de los homininos, de la que surgirá nuestra especie, . A grandes rasgos, podemos ordenar la evolución humana en cuatro periodos. El más antiguo se corresponde con el de los primeros homininos, animales aún mal conocidos que están muy cerca del último antepasado común que compartimos con los chimpancés. El segundo periodo corresponde al de los australopitecinos, un grupo diverso de homínidos africanos que abarca desde hace unos cuatro Ma hasta hace, evento aún incierto cuya cronología oscila entre hace 2.8 Ma y 1.8 Ma. Por último, en la subsiguiente evolución de surgen homininos con grandes cerebros, caso de los neandertales y las poblaciones humanas modernas.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos