PEARL HARBOR LA JOYA DEL PACÍFICO
ESCURIOSO CÓMO JAPÓN, COMBATIENTE JUNTO AL BANDO ALIADO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, SE FUE CONVIRTIENDO EN UNA NACIÓN OPUESTA A LAS POTENCIAS OCCIDENTALES EN LOS AÑOS TREINTA DEL SIGLO XX. Primero por conquista de Manchuria en 1931, y después, a partir de 1937, por su guerra con China. Una separación que culminó el 27 de septiembre de 1940 al unirse al Pacto Tripartito y convertirse en aliado formal de la Alemania nacionalsocialista y de la Italia fascista.
Las razones del proceso que convirtieron a Japón en enemigo de Estados Unidos y de Gran Bretaña, su tradicional aliado en Asia, hay que buscarlas en su expansión militarista en China y en la obsesión japonesa por buscar las materias primas que su nación necesitaba de forma angustiosa para mantener su creciente poder industrial. Eso afectó a los intereses de las naciones europeas con concesiones allí. El ataque en China al buque estadounidense Panay en diciembre de 1937, y actos brutales como la masacre de Nankín, no solo pusieron en contra de Japón a la gran mayoría de la sociedad estadounidense, sino que además mostraron con claridad que Estados Unidos podía enfrentarse en el futuro a una amenaza a la que había que atender. En consecuencia, tanto Estados Unidos como Reino Unido y Francia, comenzaron a enviar asistencia financiera a China para la compra de armamento moderno.
Para Japón, la expansión militar era cuestión de vida o muerte. Superpoblado, con un territorio pobre, dependía de recursos que se encontraban fuera de su territorio insular. No solo en China, sino también en la península malaya o en las Indias Orientales Holandesas. Petróleo, cinc, cobre, bauxita o madera, todo venía del
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