DE PALABRAS
FABRICANTES DE IDIOMAS
No es sencillo saber cómo nace una lengua, pero en lo sustancial se trata de una comunidad de hablantes que deciden la manera de entenderse. Igual que los seres vivos, los idiomas crecen y se transforman: hay palabras que quedan en desuso, y otras que aparecen en el léxico para definir nuevos objetos o realidades.
Pero también se da, fabricados de una tacada por un lingüista, científico o escritor. Paco Inclán habla en su último libro, (Ed. Jekyll & Jill), de esos inventos. Y recuerda que el más antiguo del que se tiene noticia fue creado por Hildegarda de Bingen, filósofa, médica y, entre otras muchas más cosas, abadesa de Rupertsberg (Alemania). En el siglo XII, Hildegarda ideó la para narrar en secreto, solo para ella, sus experiencias místicas.
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