Runner's World España

42 RELATOS DE MARATÓN

Hay números que adquieren una simbología casi mágica, y para los runners 42,195 es una de esas cifras a las que miramos con tanta admiración como respeto. Si estás leyendo esto, ya sabes que son los kilómetros del maratón. Los que hemos corrido alguno, sabemos que siempre hay una historia detrás. Hemos pedido a 42 amigos que nos cuenten la suya.

DESORIENTADA

Alicia Anós

Nunca pensé en correr un maratón hasta que entré en un grupo de atletismo, la Agrupación ADC Poetas. En poco tiempo empecé a ilusionarme por el mundo de las carreras y me marqué el objetivo, como reto personal, de hacer un maratón. El elegido fue en Madrid, mi ciudad. Fueron meses de duros entrenamientos, pero según se acercaba el momento los nervios estaban a flor de piel. La noche anterior no pegué ojo y, de camino hacia la salida, la inquietud iba a más. Tuve la suerte de contar con un acompañante de lujo: Juanjo, mi entrenador; y, durante el recorrido, con familiares y amigos, que con sus ánimos me hacían sacar fuerzas de donde ya no quedaban, porque en el kilómetro 37 iba desorientada, no sabía ni dónde estaba y solo deseaba llegar al final, sin tener conciencia ni de por dónde pasaba. Así que entrar en meta fue una emoción mayor de la que podría haber imaginado.

NO, MARATÓN NO

Ana Román

“No, nena, maratón no, eso es una locura”, nos decíamos mi amiga y yo, pero como soy de fácil convencer, lo empezamos a disfrazar de otra cosa: que si la haríamos con paradas, como varias carreras cortas o la dejaríamos a medias si veíamos que era mucho. La cuestión era maquillar el ‘nombre’. El caso es que nos inscribimos, aunque una lesión impidió que entrenásemos con normalidad. Estábamos emocionadísimas –la Rock ‘n’ Roll, ni más ni menos–, bailábamos y cantábamos en cada escenario y los primeros veintitantos kilómetros se pasaron volando. Hasta la Casa de Campo. Subidas, calor, polvo, y las uñas de los dedos pulgares de ambos pies que empezaron a bailar más que yo. De repente, me vino el cansancio, pero tenía a mi eterna compañera animándome. Y las naranjas, en un par de puntos de avituallamiento, que descubrí que te devuelven la vida. Entre la una y las otras conseguí superar esos kilómetros que no puedo decir que no se me hicieran eternos. Al salir estaba animándome mi primo, que junto al calor de la gente me hizo recuperar fuerzas para pasar la meta feliz, exultante, con mi amiga y mi hija pequeña. Nos creímos heroínas unos segundos. ¡Había sido una maratón de verdad! Perdí cuatro uñas de los pies y decidimos que no más maratones. Ahora... intentamos conseguir dorsal para Nueva York.

AÑO 2000

Benito Pérez González

Mi primer maratón lo corrí en París el 5 de abril de 1997. Entonces vivía en esa ciudad y fue una gran experiencia, ya que lo preparé bien y lo corrí de menos a más. La salida y la llegada eran en el Arco del Triunfo, y el kilómetro 30 pasaba frente a la Torre Eiffel, que ese día comenzaba a mostrar un marcador de los días que faltaban para el año 2000, y justo ese día eran mil. En ese punto kilométrico me esperaba mi mujer, Yolanda, para darme una bebida isotónica que me proporcionó energía para soportar los últimos kilómetros. Después he corrido otros maratones, pero ese primer maratón siempre quedará marcado de una manera muy especial.

EL MURO IMAGINARIO

Carlos Ruiz Arcos

Todo el mundo dice que el muro está a partir del kilómetro 30, pero a veces aparece cuando menos te lo esperas. En el último maratón de Sevilla que corrí, yo iba saludando a la gente cuando una señora va y me dice: “Vamos, que se acaba la subida”. Y de repente mi cabeza empezó a dar vueltas: “¿Qué subida? Si aquí no hay subidas… ¿Por qué me habrá dicho eso? ¿A ver si lo que me ha dicho es que las cuestas empiezan ahora? Sí, eso es: voy a bajar el ritmo no vaya a ser que me quede sin fuerzas”. El caso es que las famosas cuestas que mi imaginación había dibujado no llegaban y mi preocupación iba en aumento. “Las están agrupando todas para pillarlas juntas y no voy a poder”. Y no pude, porque la cabeza me agotó. Tanto que me paré, hasta que pasó un compañero y me dijo que iba bien y que se amoldaba a mi ritmo para acabarlo juntos. Y las dichosas cuestas

Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.

Más de Runner's World España

Runner's World España3 min. leídos
42K De Ilusión Y Recuerdos
SI HAY UN DÍA EN EL QUE MADRID se paraliza, ese es la jornada en la que se celebra la Zurich Rock ‘n’ Roll Running Series Madrid. Aunque lo de paralizar no deja de ser una paradoja, porque ese día 40.000 corredores tomarán las calles de la capital a
Runner's World España4 min. leídos
25 Objetos De Deseo
Coros Pace 3 posee un GPS de gran precisión, y tiene muy buena relación calidadprecio. Por algo más de 200 euros te ofrece sensor de frecuencia cardiaca, 38 h de GPS continuo, funciones avanzadas de entrenamiento y feedback, y mapas de rutas con nave
Runner's World España3 min. leídos
Un Corredor De Ultras ‘Vacío’
No es una metáfora, ni tampoco una forma de hablar, Juan Dual (Valencia, 39 años) es un corredor de ultradistancia que está ‘vacío’. Vive sin colon, ni recto, ni estomago ni vesícula biliar. Y no por gusto precisamente, sino para evitar desarrollar p

Libros y audiolibros relacionados