EN BUSCA DE LA ROCA
Durante los primeros cinco kilómetros del camino estaba seguro de que lo lograríamos. Al poco nos cercamos hacia un grupo de todoterrenos avanzando a toda velocidad hacia nosotros. Lo típico: banderas de las barras y estrellas ondeando, antenas de radioaficionado, pieles quemadas por el sol, música death metal sonando a todo meter. Ahora no estaba tan seguro.
Miré a Jamie, el fotógrafo. Unos minutos antes había sugerido que sería buena idea meter el coche sobre una zona arenosa en medio de un camino de tierra; un lugar genial donde inmortalizar al 911 Turbo S Rojo Carmín porque “nadie ha hecho esto jamás con un 911... ni lo hará de nuevo”. Mentalmente me maldije por ser tan estúpido.
No era solo que podríamos quedarnos atascados, lo que con cada metro extra parecía cada vez más plausible. También era que había cero posibilidades de obtener asistencia.
Para entender cómo podríamos ser tan increíblemente tontos, incluso más de lo habitual, creo que debes conocer toda la historia. Dos días antes de que se emitiera el aviso de distanciamiento social por el COVID-19, el nuevo
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos