MRF1
Ross Brawn tuvo un año libre en 2007. Después de ayudar a planear el brutal campeonato de Ferrari, decidió colgar los auriculares y se alejó del pit lane. Su personalidad pública es paternal, una percepción respaldada por su amor por la pesca y la jardinería. Era hora de descansar y reiniciar. Pero tan bueno como es pescando salmón, Brawn también es un maestro cuando se trata de lidiar con las pirañas de la Fórmula Uno.
Pocas personas, si es que hay alguna, han sobrevivido y prosperado en el extremo más alto de la F1 con tanto éxito como Brawn, y ahora él está guiando todo el destino de este deporte. Un ex aprendiz que fue contratado por Patrick Head como maquinista de fresado para Williams en 1978, se abrió camino a través de las filas en la F1 de los ochenta (sin mencionar el co-diseño del Jaguar XJR-14 ganador del campeonato mundial de deportivos de 1991), antes conseguir el puesto de director técnico de Benetton. Su llegada coincidió con la de Michael Schumacher. Y fue bastante bien. El resto probablemente ya lo sepas. Se mudó a Maranello para la temporada de 1997 y junto con Jean Todt, Rory Byrne, Nigel Stepney y Schumacher, fue fundamental para poner fin a la larga sequía de Ferrari en el campeonato de F1. Ganó seis títulos
