Una civilización MILENARIA
Mucho y poco sabemos sobre la floreciente cultura del valle del Indo –cuyo esplendor y desarrollo es comparable a Mesopotamia y Egipto–, lo que se debe, entre otros motivos, a la falta de transcripción de su escritura, cuyo principal problema radica en el reducido número de signos encontrados. Es, por tanto, el trabajo arqueológico la principal fuente de información, por la que hoy se intuye que el origen de esta civilización se cimentó en el desarrollo de asentamientos neolíticos cuya antigüedad datamos incluso antes de 7000 a.C. –Mehrgraj, en Baluchistán, sería el más antiguo–.
ENIGMAS Y DESCUBRIMIENTOS
Siempre se había creído que se formaron pequeñas comunidades agrícolas junto al río Indo sobre el año 3500 a.C., aldeas que fueron creciendo y convirtiéndose en una red de grandes y pequeñas ciudades unos mil años después. Ciudades como Harappa, junto al río Ravi, al norte del actual Pakistán, que funda una de las culturas urbanas más antiguas del mundo hasta llegar a ocupar el equivalente a 150 hectáreas; o Lothal, junto al golfo de Khambhat, la cual contaba, hasta su desaparición en 1900 a.C. por una inundación, con un muelle de ladrillo de 400 metros y una bodega con 64 divisiones.
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