Saca partido a tus hormonas
Durante la edad fértil, las hormonas nos esclavizan. Detestamos que los caprichosos vaivenes de estrógenos y progesterona determinen nuestro día a día: nos quieren alegres y llenas de impulso antes de empujarnos a las lágrimas una semana después, a tolerar mejor o peor el dolor, a derrochar energía en el gimnasio en un momento para agotarnos con el asana de yoga más sencillo en el siguiente, a abalanzarnos sobre determinados alimentos en según qué instantes... ¿Y cuál ha sido nuestra respuesta? Aceptarlo. Interiorizar la idea de que el ciclo menstrual y todo lo que lo rodea tiene sus quisquillosas normas, que está aquí para complicarnos la existencia en muchos aspectos (y con distinta intensidad) y que a nosotras no nos queda otra que gestionarlo como podamos con un único objetivo: estar siempre listas para cualquier cosa, mostrarnos productivas
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