EScalador A Tlempo complETO
EN 2008 viajó por primera vez a España, EL PAÍS MÁS MONTAÑOSO DE TODA Europa, y el lugar perfecto para escalar memorables rocas, altos peñones, ascensiones realmente exigentes y las cimas más inimaginables que existen. Y frente a sus ojos, no pasó desapercibido —por supuesto— el gran murallón de roca caliza, de 40 metros, que se eleva sobre el pueblo de Siurana (Cataluña). Esta famosa vía, de alto nivel y de dificultad asombrosa, es conocida como una de las rutas «ícono» por todos aquellos que disfrutan de la escalada. Su nombre es La Rambla y su primera ascensión la conmemoró el alpinista alemán Alexander Huber, en 1994, quien la evaluó con un grado de dificultad de 8c+. Nueve años más tarde, el español Ramon Julian Puigblanqué logró repetirla después de cuarenta intentos, dándole una nueva puntuación de 9a+, grado que muchos escaladores consideraron adecuado por ser más dura de lo que Huber había propuesto.
También había visto los videos del reconocido escalador español Daniel Andrada — dos veces ganador de las pruebas del Campeonato Mundial de Escalada— subiendo y encadenando aquel mismo y gigantesco pedazo de piedra que por ese mismo entonces estaba observando. Y en aquella oportunidad, contemplándola en todo su esplendor, se puso a soñar: «me encantaría poder subirla », se dijo a sí mismo. Pero nadie se imaginó —ni siquiera él— que 10 años más tarde se convertiría en el primer y único latinoamericano en encadenar esta mítica vía.
Él, es Tomás Ravanal, un santiaguino de 34 años, sencillo y sonriente, que descubrió y decidió —a partir de los 21 años— que su estilo de vida sería la de un escalador, a tiempo completo, de ahí y para siempre.
Creando un rubro
Motivado por Raúl y Pablo Ravanal, sus hermanos, uno de los primeros espacios que se construyeron artificialmente en Santiago para practicar la escalada ya con fines comerciales; donde emergía un muro de 800 metros cuadrados. En ese entonces, el joven Tomás se mantuvo alrededor de 5 meses subiéndolo, y aunque llevaba muy poco tiempo practicando esta nueva entretención, la destreza fue innata…
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