MATAR UN RUISEÑOR Víctor Jara
Nov 07, 2019
3 minutos
Por Francisco Herrera Coca
Encerrado con miles de personas en el Estadio Chile, horas antes de su muerte a manos de los militares que acababan de perpetrar un golpe de Estado, Víctor Jara le pidió a su amigo, Boris Navia, que le prestara lápiz y papel. En medio del caos, el poeta y cantante escribió a toda velocidad sus últimas frases. Cuando los soldados llegaron por él, Víctor lanzó la libreta de vuelta a su compañero, quien leería conmovido el último canto de Jara, un poema conocido como Estadio Chile o Somos cinco.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos