Brindis por Singapur
Así se veía el primer desayuno que probé en mi nueva casa de Singapur: una pegajosa mermelada de natilla de coco untada sobre un pan tostado, servido con dos huevos a los que les faltaba tanta cocción que las claras tenían la transparencia de los ojos de un pescado fresco. Al lado, una taza de café con una negrura oleaginosa que rechazaba las insinuaciones de la leche. No fue amor a primera vista.
Empero, de una manera que solo los viajeros aprecian, nació una pasión. La base: una natilla de leche de coco, huevo y azúcar aromatizada con hoja de pandano, que la dota de un perfume a césped recién cortado. En malayo, significa rico. Pero la riqueza no termina con la mermelada. Se sirve con huevos apenas hervidos sazonados con salsa de soya y pimienta blanca. El café hipercafeinado, con granos tostados en margarina y azúcar, se endulza con una indecorosa viscosidad. Puedes agregar Milo helado, bebida de malta de chocolate, para ponerle más azúcar. Toda la comida –pídela como “pan tostado con – es un alimento básico de las (kopisignifica café en malayo; , almacén en lengua hokkien) y te costará unos 50 pesos.
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