¿Qué hace que un alimento sea “súper”?
¿Has escuchado alguna vez este nombre?” Mehmet Oz, Doctor en medicina le preguntó a su audiencia de TV en 2012. “¡La Moringa Oleifera viene del Himalaya! Y hay un árbol en el noroeste de la India dónde crece que ha sido usado durante muchos, muchos siglos, para combatir lo mismo que te tiene agotado hoy: la falta de energía”. El Dr. Oz y una invitada se paran detrás de una barra cubierta de tarros de suplementos con un lema: RE ENERGIZA TU VIDA. Él le presenta una taza de té de moringa. Tiene un brillo verde amarillento. Ella sorbe y hace un gesto. No parece reenergizada. Siete años después de ese episodio, los consumidores pueden encontrar moringa en cualquier sitio, desde Costco hasta Walmart, en tés, cápsulas y polvos. Hay barras de snack de moringa, energy shots e incluso inhalaciones de moringa (¡Sin gluten!). Los supuestos beneficios incluyen la disminución de la presión arterial y el nivel de azúcar en sangre, además de que supuestamente lucha contra el cáncer y protege de la toxicidad arsénica. Los productos de moringa vienen adornados con todas las palabras de moda –“orgánico”, “puro”, “crudo”, “vegano”– y normalmente afirman que es mejor que el kale. ¿El sabor? Bueno, si lo tomas en smoothie podrás enmascarar
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