¡Muy buenos días a todos!
Hoy vengo a hablaros del interés compuesto. Que creo que es de lo más interesante que he conocido nunca y la gente no acaba de conocerlo o entenderlo y creo que es de lo mejorcito que hay en cuanto a inversión o, mejor dicho, inversión pasiva. Que no confundid con gestión pasiva, que, por cierto, os dejo el link . Bien, pues en este caso la inversión pasiva, que denomino yo, no está escrito en ningún sitio esto o al menos, que conozca porque seguro que algo hay. Pues esta inversión es la que proviene del interés compuesto.
El interés es el beneficio que se obtiene a partir de la inversión de un capital. Pues bien, la diferencia entre el capital inicial y el capital final después de una inversión es lo que se denomina el interés.
A partir de esta premisa, vamos a escalar con el conocimiento. Imagínate que este interés no solo se queda allí, sino que lo componemos. Es decir, lo llevamos a otro nivel. Es cuando aparece el interés compuesto. Es decir, cuando se obtiene beneficio de un capital inicial que va aumentando y, por tanto, el interés va también aumentando. De este modo, poco a poco el interés es cada vez mayor y, por tanto, el beneficio también. Lo que tienes es que la curva de beneficios deja de ser lineal para ser exponencial.
Es decir, para aquellos que no me hayáis podido seguir: el interés compuesto es aquel que se aplica, por un periodo determinado, a partir de un capital inicial, que se va sumando a más capital cuando se inicia otro periodo. Entonces, por ende, el interés compuesto se diferencia del simple por el hecho que el beneficio que se obtiene se reinvierte, haciendo así que cada vez se genere más y más interés.
Vamos a ejemplificarlo porque creo que para los que no lo acaban de entender, lo verán muy claro.
Imaginemos que José tiene un salario de 1.500€ y al final de mes puede ahorrar 300 euros. Los mete en el banco para poder ahorrar y para que, en el futuro, si necesita ese dinero, disponga de él. José, al cabo del año, tendrá 3.600€ en el banco, ya que cada mes ha puesto estos 300 euros y no le han ido generando absolutamente nada.
Bien, pues ahora imaginemos que María, que ha escuchado este podcast y ha aplicado un poco de inversión inteligente, ha preferido seguir los pasos del interés compuesto. Y ha invertido 300€ al mes, ya que gana la misma cantidad que José, en un producto que le genere un poco de interés. Ella no es avariciosa ni tampoco quiere muchos riesgos. Lo invierte a un interés de 0.83% mensual (o lo que es lo mismo, un 10% anual). El primer mes, tendrá 300€. El segundo mes tendrá 302,5€, ya que ha ganado el 0.83% de intereses de esos 300€. El segundo mes en vez de invertir 600 (es decir, los 300 iniciales más los que ingresa ese mes) que es lo que tiene José en el banco, María ya pasa de tener 600 a tener 602.5€ que son los 300 euros iniciales, más los del segundo mes más los beneficios generados por los 300€ iniciales. A final de mes, producirá de nuevo, el 0.83% de 602.5, lo que se traduce en que pasará de tener 602.5€ a tener 607.52€. Y poco a poco, como vemos, va aumentando cada vez más los intereses y, por tanto, está haciendo algo inteligente. Está haciendo que el dinero trabaje por ella. Ya que, si esto lo hace de forma continuada, al final del año, mientras José tenía 3.600€, María tiene más de 3.800€. Es decir, mientras José no recibe nada, María al final del año ha generado más de un 60% de lo que pone mensualmente. Es decir, ha ganado más de 200€ en tan solo un año. ¿Os podéis imaginar lo que sería si pusiera más dinero, o fuera a buscar un poco más de rentabilidad? Pues que poco a poco habría ido ganando más y más. Y no solo eso señores, si no que el truco aquí no es en ganar más o menos mensualmente. El truco es en no dejar de hacerlo. En el mismo ejemplo, y ahora espero que lo entendáis de golpe, mientras José habría ahorrado (importante aquí el verbo, ya veréis porque) la suma de 72.000€ (que no está nada mal) durante 20 años, María ¿os podéis imag