Si las decisiones definen a las personas, determinando en gran medida su felicidad, lo confortable que será su jubilación e incluso lo sanas que vivirán, resulta sorprendente el enorme esfuerzo que el márketing invierte en valorar sus resultados y, sin embargo, tan poco en pensar sobre la forma en que esas decisiones son tomadas. Preguntarse sobre cómo hacer que una marca y el enfoque de márketing resulten más atractivos para el cerebro es fundamental y requiere una forma diferente de pensar. Demasiado a menudo, el enfoque se limita a imaginar qué factores de la marca resultan atractivos para después crear un cóctel de persuasión dirigido hacia el cliente objetivo.