Explora más de 1,5 millones de audiolibros y libros electrónicos gratis durante días

Al terminar tu prueba, sigue disfrutando por $11.99 al mes. Cancela cuando quieras.

La Puerta Mágica: Un libro de aventuras para niños con un toque de fantasía, que enseña el valor de la amistad, del coraje y de la cooperación (Edad: 8, 9, 10, 11 y 12 años)
La Puerta Mágica: Un libro de aventuras para niños con un toque de fantasía, que enseña el valor de la amistad, del coraje y de la cooperación (Edad: 8, 9, 10, 11 y 12 años)
La Puerta Mágica: Un libro de aventuras para niños con un toque de fantasía, que enseña el valor de la amistad, del coraje y de la cooperación (Edad: 8, 9, 10, 11 y 12 años)
Libro electrónico101 páginas56 minutos

La Puerta Mágica: Un libro de aventuras para niños con un toque de fantasía, que enseña el valor de la amistad, del coraje y de la cooperación (Edad: 8, 9, 10, 11 y 12 años)

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer vista previa

Información de este libro electrónico

Una aventura de valor, amistad y mundos ocultos que espera a los jóvenes lectores.


Mateo y Laura, dos estudiantes de 12 años con caracteres opuestos, descubren una antigua puerta oculta en su colegio, que conduce a un mundo donde lo posible y lo imposible se encuentran. Juntos, se enfrentan a una serie de retos mágicos y misteriosos para salvar el mundo que se esconde tras la puerta mágica y el suyo propio, aprendiendo el valor de la amistad y el coraje.


Edad de lectura recomendada: 8-12 años.


En este libro encontrarás:


Una historia convincente que capta la atención del lector página tras página.
Las expresivas ilustraciones dan vida a un mundo detrás de la puerta mágica.
De lenguaje claro y atractivo, apto para niños de todas las edades.
Momentos de tensión y aventura que alimentan la imaginación y estimulan la creatividad.
Una experiencia única que enseña la importancia de la amistad, la astucia y la perseverancia.


Y mucho, ¡mucho más!


“La puerta mágica” es más que un cuento, es una invitación a descubrir el poder de la imaginación y el valor de la amistad. Es el libro perfecto para leer solo o en compañía de un adulto, ideal para tardes tranquilas o como cuento antes de dormir.



Más allá de la cubierta de este libro se esconde una aventura extraordinaria.¿Estás preparado para entrar en “La puerta mágica”?

IdiomaEspañol
EditorialDream Light Fiction
Fecha de lanzamiento24 nov 2025
ISBN9781806473953
La Puerta Mágica: Un libro de aventuras para niños con un toque de fantasía, que enseña el valor de la amistad, del coraje y de la cooperación (Edad: 8, 9, 10, 11 y 12 años)

Lee más de Caterina Argenti

Autores relacionados

Relacionado con La Puerta Mágica

Fantasía y magia infantiles para usted

Ver más

Categorías relacionadas

Comentarios para La Puerta Mágica

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La Puerta Mágica - Caterina Argenti

    CAPÍTULO 1

    CAPÍTULO 2

    CAPÍTULO 3

    CAPÍTULO 4

    CAPÍTULO 5

    CAPÍTULO 6

    CAPÍTULO 7

    CAPÍTULO 8

    CAPÍTULO 9

    Derechos de autor © 2025 Caterina Argenti

    Todos los derechos reservados.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro, sin el permiso por escrito del titular de los derechos.

    Cualquier uso no autorizado de imágenes o materiales de terceros contenidos en esta publicación será objeto de acción legal.

    CAPÍTULO 1

    A simple black-and-white drawing of a school building with a clock tower and a flag on top.

    ¿Alguna vez pensaste que la tuya era algo más que una escuela?

    A veces, caminando desganado por el sendero de cemento que lleva a mi escuela, fantaseaba, fantaseaba mucho. 

    Pateé un guijarro e imaginé que el guijarro se convertía en un meteorito que destruía la escuela.

    O que un día, todavía caminando desganado, imaginé que el colegio se había convertido en un patio de recreo temático de Indiana Jones, con toboganes para todas las categorías de valientes, redes que saltar hasta alcanzar el cielo, canchas para interminables desafíos de baloncesto y, por supuesto, sin Martín.

    A veces me preguntaba por qué mi escuela tenía que ser siempre así. Sin alegría, sin entusiasmo, no había nada que me hiciera decir... ¡guau!.

    ¡Eh, deja de estar siempre en las nubes!. La voz de Laura interrumpió de repente sus pensamientos y Mateo se dio cuenta que lo estaba haciendo otra vez. Hablar a un público imaginario para explicar sus pensamientos.

    ¡Hola Laura! Le contestó mientras se acercaba a la puerta de su colegio.

    Mateo y Laura se habían hecho amigos en el primer curso, y habían seguido siéndolo en la misma clase también en el segundo.

    ¿Con cuánta gente has hablado hoy?. se burló Laura.

    ¡Con nadie! Respondió un poco avergonzado Estaba pensando que todo sería mucho más bonito si la escuela escondiera algo interesante.

    ¿Cómo qué?

    Mateo lo pensó durante unos segundos. Había deseado más, pero no sabía muy bien qué era eso más que buscaba.

    No sé, algo. Y también sería genial si Martín ya no estuviera en nuestra clase.

    Sí, un verdadero fastidio, coincidió Laura.

    Los dos entraron por la puerta de ingreso, que daba a un gran patio de hormigón claro donde los chicos jugaban en el recreo o se reunían durante las clases de educación física.

    En el suelo estaban los carteles rojos y verdes que señalaban las pistas de baloncesto y tenis.

    Mateo saltaba de un lado a otro, evitando pisar las líneas que encontraba.

    Entraron en el edificio de color ocre subiendo tres escalones y esquivando a unos chicos que corrían de un lado a otro, lanzando una bola de papel que habían hecho, arrugando papeles y cinta adhesiva.

    Eh, dame esa pelota, dijo uno de los cuidadores, ¡sabes que no se puede correr tirando cosas!.

    Los dos chicos le miraron y continuaron con su juego, aunque esta vez caminando.

    No vamos a huir, dijo el más alto de los dos.

    Bueno, tampoco podéis tirar cosas, chicos. Venga. Id a clase, que la lección está a punto de empezar Concluyó, intentando dar un tono serio a su voz en busca de respeto.

    No pareció afectar a los chicos.

    Black and white image of a modern school building with large windows, entrance doors, and a flagpole in front, surrounded by trees and a small fenced area.

    La escuela tenía cinco pisos, que los dos chicos tenían que subir todos los días. Para inmensa fortuna de Mateo y Laura, estaban justo en el último piso del gran edificio.

    Todos los días entraban por la imponente entrada, de donde partían unas escaleras de granito gris que se elevaban sin fin hacia el cielo, flanqueadas por barandillas de color azul intenso.

    Cada planta discurría al menos en tres direcciones, dando cabida a un número de aulas y armarios que Mateo y Laura solo podían imaginar interminable.

    No pocas veces, los dos chicos se habían aventurado a entrar en aulas de la escuela a las que no tenían ningún acceso.

    Eran los pasillos reservados a las salas de profesores o a las oficinas de secretaría y administración.

    Siempre se sentían un poco incómodos caminando por aquellos pasillos sin una buena motivación, pero siempre buscaban nuevos escondites para su juego favorito durante los quince minutos de descanso.

    El edificio era viejo, algunas partes habían sido reformadas, pero otras parecían tan viejas como el conserje Santiago, que apenas podía subir las escaleras, pero siempre estaba corriendo de un lado a otro reprimiendo a los chicos que le hacían bromas.

    Parecía tan viejo como aquella escuela, pero Mateo y Laura estaban seguros de que no tenía más de cincuenta años, aunque su rostro cansado y su caminar lento, casi arrastrándose, sugerían lo contrario.

    Era el conserje. El único que siempre había estado en ese colegio, que nunca había cambiado de trabajo, que conocía a todos y todo sobre todos. Aunque nunca contó un secreto ni murmuró sobre nadie.

    Sencillamente

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1