Peti, la musaraña

Por Moisés Morán Vega

Peti es pequeña, valiente y muy curiosa. Vive en un bosque donde cada día trae algo nuevo: un amigo inesperado, una amenaza escondida o una decisión difícil.Cuando su hogar se ve amenazado, Peti emprende un viaje en busca de refugio... y encuentra mucho más que eso. Conocerá a Rox, un ratón desconfiado; a Olaf, un escarabajo muy orgulloso; a Zuuu, una serpiente enigmática; y a Durm, un gato que guarda secretos en la mirada.En cada paso, Peti descubrirá que la confianza se gana poco a poco, que incluso los más temidos pueden cambiar, y que la amistad es la mejor madriguera de todas.Una historia para leer en voz alta, para compartir, para aprender y para recordar.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Doble A
• Fecha de lanzamiento: 16 abr 2025
• ISBN: 9798230148296

Moisés Morán Vega

Biografía Moisés Morán Vega nació en Las Palmas de Gran Canaria el 20 de junio de 1965, en el barrio de Escaleritas. Ingresa en la Facultad de Educación Física y Deportes, donde se doctora en Educación Física con la tesis Análisis praxiológico de la situación motriz en competición de los botes de vela latina en Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC 2005) y, posteriormente, cursa el Máster en Gestión Deportiva por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En el año 2007 se vuelve a interesar por la escritura de forma intensiva, escribiendo en su blog poesías, microrrelatos y relatos de diversa temática. Dos años más tarde, en el año 2009 gana el Primer Premio de Narrativa Breve Episodios Insulares convocado por la editorial Cam-PDS con el cuento juvenil, La Sima. En la actualidad es funcionario de la Comunidad Autónoma de Canarias y miembro activo de la Asociación Canaria para la Edición (NACE). Bibliografía Novela Historias de un esquizofrénico que no quería serlo, pero que lo era, 2010. Chat, 2013. Conexión Jinámar, 2014. Medio minuto para morir, 2015 Alí el Canario, 2015 Saduj. Caso I 2016 Narrativa infantil y juvenil La Sima, 2011 (Relato ganador del primer Premio de Narrativa Breve Episodios Insulares convocados por la editorial Cam-Pds en año 2009). Ali Romero. La historia de un corsario berberisco, 2011. Víctor, el caracol con un solo cuerno al Sol, 2012. Rocky y las tres cucarachas, 2012. El alambre mágico, 2013. Salvar al lagarto Tamarán: 2014. K-70: Las aventuras de una tortuga majorera, 2014. Alí el Canario. Un corsario berberisco. 2015 Teatro "Gracias por su visita", 2015 "Ganar, ganar", 2015 "El testamento", 2015  

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Capítulo 1. Peti la musaraña y el gato Durm

Peti era una musaraña diminuta, pero muy astuta y valiente. Su pelaje era marrón claro. Tenía la cabeza redonda y unos ojos grandes y brillantes, que le daban una expresión curiosa y siempre alerta. Aunque era pequeña, su cuerpo estaba bien proporcionado y se movía con mucha gracia.

Su hocico era fino y puntiagudo, pero lo más llamativo eran sus largos bigotes curvados hacia abajo, como pequeñas antenas. Con ellos, Peti podía detectar el más mínimo movimiento o vibración en el aire. Esos bigotes eran su herramienta más valiosa para encontrar comida y mantenerse a salvo.

Peti era juguetona, muy veloz e inteligente. Sabía cómo sobrevivir en el bosque y, a pesar de su tamaño, no se dejaba intimidar. Siempre estaba dispuesta a defenderse.

Vivía en un bosque a pocos kilómetros de un pequeño pueblo. Allí, los árboles altos y frondosos daban sombra y refugio, los riachuelos ofrecían agua fresca, y los arbustos y plantas proporcionaban alimento y escondites. Osos, venados, ardillas, conejos y pájaros llenaban el bosque de vida. Era un lugar extraordinario, y Peti se sentía feliz de poder llamarlo hogar.

A menudo se la veía correteando entre las raíces, trepando árboles, saltando entre ramas o disfrutando del aire acariciando sus bigotes. No tenía que preocuparse por la comida ni por los peligros... o casi.

Porque, aunque el bosque era un lugar tranquilo, también podía ser peligroso. Peti lo sabía, y por eso era cuidadosa. Uno de los mayores peligros era Durm, un gato callejero que merodeaba por la zona. Caminaba lento, bostezaba con frecuencia y tenía un ronroneo profundo que a veces parecía un trueno lejano.

Durm era grande, con un pelaje negro y blanco, que lo ayudaban a camuflarse. Aunque estaba envejeciendo y ya no era tan ágil como antes, seguía siendo un cazador temible. Su mirada, fría y calculadora, podía helarte la sangre.

Peti había oído muchas historias sobre él y lo había visto en acción. Una vez, mientras buscaba comida, escuchó un fuerte aleteo y un chillido. Desde la lejanía, vio a Durm con un pájaro entre los dientes. Peti tembló de miedo: ese podría haber sido su destino. Desde entonces, siempre estaba alerta.

Gracias a sus bigotes, Peti podía detectar las vibraciones de sus pasos. Aunque nunca habían tenido un encuentro directo,