Oraciones y Promesas para la mujer

Por BroadStreet Publishing Group LLC

Oraciones y promesas para la mujer cuenta con más de 70 temas que han de ayudarla a conectarse con su Creador en todas las áreas de su vida.

Este libro, atractivamente diseñado, le brinda fácil acceso a las promesas de Dios en cuanto a aspectos como la fidelidad, la confianza, la sabiduría, la valía, la belleza, la fortaleza y muchos más, con oraciones edificantes y un espacio diario para una reflexión más profunda.

Al mantenerse conectada con Dios y creyendo las promesas de su Palabra, usted puede disfrutar de una vida plena y bendecida en una relación cercana con su Padre celestial.

 

• Idioma: Español
• Editorial: BroadStreet Publishing Group, LLC
• Fecha de lanzamiento: 6 ago 2019
• ISBN: 9781424559718

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Introducción

¡Es una bendición maravillosa ser hija de Dios! Puedes sentirte muy feliz al saber que Él te hizo de manera muy especial y desea una relación cercana contigo. Es por ello que pasar tiempo con su Palabra cada día te llenará de esperanza y de paz.

Oraciones y promesas para la mujer es una colección de bendiciones organizada por temas que te guían a través de lecciones sobre la belleza, la confianza, el amor, la alegría, la sabiduría, entre otras cosas. Las oraciones sinceras y las preguntas que las motivan te dan la oportunidad de pensar más profundamente acerca de las promesas que se encuentran en la Palabra de Dios.

Así que anímate y fortalécete a la vez que vives con fidelidad a Dios.

Aceptación

Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.

JUAN 6:37 NVI

Pero el SEÑOR le dijo a Samuel:—No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.

1 SAMUEL 16:7 NVI

Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?

ROMANOS 8:31 NTV

Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos.

EFESIOS 1:4 NTV

Como perfecto Padre que eres, me aceptas tal como soy. Has decidido que sea digna a través de tu Hijo.

Todas las personas son dignas de lo que eligen creer. Todas son bienvenidas.

Así como me aceptas en tu corazón, permite que el mío haga lo mismo.

¿En qué modo te ayuda a aceptar más a los demás el simple hecho de que Dios te acepte?

Alabanza

¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! Alaben al SEÑOR desde los cielos, alábenlo desde las alturas. Alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos. Alábenlo, sol y luna, alábenlo, estrellas luminosas. Alábenlo ustedes, altísimos cielos, y ustedes, las aguas que están sobre los cielos. Sea alabado el nombre del SEÑOR, porque él dio una orden y todo fue creado.

SALMOS 148:1–5 NVI

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

1 PEDRO 2:9 NVI

Dios, solo tú eres digno. Alabanza, reverencia, honor, gloria, todo ello te pertenece. Con la ayuda de tu Espíritu, permíteme que te halle en todo lo bueno. Deja que toda mi adoración sea dirigida a ti. Permíteme honrar al autor de mi fe, glorificar al inventor de la gloria y alabar al Padre de la bondad. Solo tú eres digno y solo a ti adoraré.

¿Qué es algo específico por lo que puedes alabar a Dios hoy?

Alegría

Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.

JUAN 15:11 NVI

No estén tristes, pues el gozo del SEÑOR es nuestra fortaleza

NEHEMÍAS 8:10 NVI

El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias.

SALMOS 28:7 NTV

Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!

FILIPENSES 4:4 NVI

Gracias, Dios, por la alegría. Qué maravilloso regalo, estar verdaderamente contenta a pesar de la manera en que se vean las cosas o pese a la situación en la que me encuentre. En medio de mi más profundo dolor, tú estás presente con tu alegría. Precisamente en la médula de un problema frustrado y tenaz, la alegría del Señor aparece con una