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Un Verano Como Ninguno: Nick y Em: Bailando con el Amor Prohibido, #1
Un Verano Como Ninguno: Nick y Em: Bailando con el Amor Prohibido, #1
Un Verano Como Ninguno: Nick y Em: Bailando con el Amor Prohibido, #1
Libro electrónico154 páginas1 hora

Un Verano Como Ninguno: Nick y Em: Bailando con el Amor Prohibido, #1

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Un romance prohibido. Una tentación irresistible. ¿Podrán resistirse al amor de verano de sus vidas?

 

Emilia Moretti, de dieciséis años, tiene un objetivo este verano: olvidarse de que Nick Grawski, el mejor amigo de su hermano, existe. Debería ser fácil, ya que el rompecorazones estará en los Hamptons, conquistando chicas en diminutos bikinis. Mientras tanto, Emilia se enfocará en perfeccionar su técnica de ballet y en buscar a sus padres biológicos.


Pero cuando Nick decide quedarse inesperadamente en la ciudad, los planes de Emilia dan un vuelco. La innegable conexión entre ellos es imposible de ignorar, pero Nick es el mejor amigo de su hermano y está completamente prohibido. Además, no es precisamente el tipo de chico para una relación seria.
Nick está cansado de su reputación de fiestero y quiere demostrarle a su padre que tiene lo necesario para triunfar como bailarín profesional. Pero con Emilia a su lado, la tentación es demasiado fuerte para resistirse. Sabe que debería mantenerse alejado, pero este verano, todo parece posible.
Mientras Emilia y Nick navegan por la intensidad de su atracción y los desafíos de ser jóvenes enamorados, se enfrentan a preguntas sobre quiénes son y lo que realmente quieren. ¿Podrán resistir la tentación de un romance prohibido? ¿O sucumbirán a un amor de verano que podría cambiarlo todo?


Sumérgete en esta apasionante historia de amor, autodescubrimiento y crecimiento personal, perfecta para los fanáticos de las novelas juveniles románticas.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento8 may 2024
ISBN9798224737123
Un Verano Como Ninguno: Nick y Em: Bailando con el Amor Prohibido, #1
Autor

Elodie Nowodazkij

Elodie Nowodazkij crafts sizzling rom-coms with grumpy book boyfriends and the bold, funny women who win their hearts. Sometimes, she even writes stories that scare the crap out of her. Raised in a small French village, she was never far from a romance novel. At nineteen, she moved to the U.S., where she found out her French accent is here to stay. Now in Maryland with her husband, dog, and cat, she whips up heartwarming, hilarious, and hot romances. Ready to take the plunge? The water’s delightfully warm.

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    Un Verano Como Ninguno - Elodie Nowodazkij

    Un romance prohibido. Una tentación irresistible. ¿Podrán resistirse al amor de verano de sus vidas?

    Emilia Moretti, de dieciséis años, tiene un objetivo este verano: olvidarse de que Nick Grawski, el mejor amigo de su hermano, existe. Debería ser fácil, ya que el rompecorazones estará en los Hamptons, conquistando chicas en diminutos bikinis. Mientras tanto, Emilia se enfocará en perfeccionar su técnica de ballet y en buscar a sus padres biológicos.

    Pero cuando Nick decide quedarse inesperadamente en la ciudad, los planes de Emilia dan un vuelco. La innegable conexión entre ellos es imposible de ignorar, pero Nick es el mejor amigo de su hermano y está completamente prohibido. Además, no es precisamente el tipo de chico para una relación seria.

    Nick está cansado de su reputación de fiestero y quiere demostrarle a su padre que tiene lo necesario para triunfar como bailarín profesional. Pero con Emilia a su lado, la tentación es demasiado fuerte para resistirse. Sabe que debería mantenerse alejado, pero este verano, todo parece posible.

    Mientras Emilia y Nick navegan por la intensidad de su atracción y los desafíos de ser jóvenes enamorados, se enfrentan a preguntas sobre quiénes son y lo que realmente quieren. ¿Podrán resistir la tentación de un romance prohibido? ¿O sucumbirán a un amor de verano que podría cambiarlo todo?

    Sumérgete en esta apasionante historia de amor, autodescubrimiento y crecimiento personal, perfecta para los fanáticos de las novelas juveniles románticas.

    UN VERANO COMO NINGUNO © 2015 por Elodie Nowodazkij

    Título Original: A SUMMER LIKE NO OTHER

    Todos los derechos reservados. Impreso en Estados Unidos. La reproducción total o parcial de este libro sin consentimiento por escrito, salvo en el caso de breves citas en artículos de crítica o revisión, quedará estrictamente prohibida.

    Este libro es una obra de ficción. Los nombres, personajes, actividades, organizaciones, eventos e incidentes son mero producto de la autora o se utilizan en forma ficticia. Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas, eventos o locales son pura coincidencia.

    El libro y la portada fueron diseñados por Elodie Nowodazkij.

    Primera edición: Julio 2015

    CAPÍTULO 1 - EM

    La música pop suena tan fuerte en los parlantes que retumba en mi interior. Salto una vez, dos veces, tres veces con mi puño en alto; luego, mis caderas se mueven al fuerte ritmo.

    Los espejos de la pared no están acostumbrados a verme bailar así. Normalmente bailo con Mozart, Tchaikovsky, Prokófiev, Minkus. No con Madonna.

    Inclino mi cabeza hacia un costado. No quiero ensayar los movimientos de ninguna coreografía de ballet, aunque debería. Me pongo de puntillas para hacer un relevé.

    No quiero ser Emilia Moretti, la bailarina de dieciséis años que intenta perfeccionar casi obsesivamente cada movimiento. Hago descender mi cuerpo doblando las rodillas hacia mis pies para hacer un plié.

    No quiero ser la chica que jura que no le importa ser adoptada, pero que ha estado intentado encontrar a sus padres biológicos.

    Me pongo de puntillas otra vez.

    No quiero preocuparme por el hecho de estar patéticamente loca por Nick, el mejor bailarín de la Escuela de Artes Escénicas y el mejor amigo de mi hermano.

    Quiero soltarme y bailar.  

    Cierro mis ojos y levanto mis manos, moviendo mis labios e inventando letras mientras desafino al cantar. Me despego del suelo. Mis piernas forman un grand jeté por el que seguramente me expulsarían de la Escuela de Artes Escénicas: la pierna del frente no está totalmente estirada y definitivamente no alcanzo la altura suficiente. Pero no me importa. Caigo sobre un pie, doy pequeños brincos y luego giro, y giro, y giro... disfrutando el momento, sin importar que exista la posibilidad de que alguien me esté observando.

    El verano ha vaciado los dormitorios y pasillos de la Escuela de Artes Escénicas. Y si mi papá no hubiese perdido su trabajo, yo tampoco estaría aquí. Estaría mojando mis pies en el océano, tumbada en las arenas de los Hamptons, pensando en cómo hacer que Nick notara mi bikini nuevo. Esos días de total relajo y aventuras, ya no existen.

    Mis pies me hacen girar otra vez. Me concentro en la música, en la sensación de libertad que surge al dejar que mi cuerpo se mueva, en las posibilidades que vendrán. Saco de mi cabeza la idea que la música terminará, que tendré que enfrentar la realidad, y que este sentimiento de felicidad desaparecerá.

    Bien, Em. ¿Pero no se supone que deberías estar vestida cuando bailas?.

    Jadeo. Nick está parado en medio de la sala. Con el torso desnudo. Verlo con esos pantaloncillos me recuerda a los modelos de Abercrombie, visiblemente luciendo sus fuertes bíceps, abdominales tonificados y torso escultural.

    Nota mental: sigue respirando.

    ¿Qu-Qué haces aquí?, tartamudeo. Como siempre, mi corazón salta de felicidad al ver a Nick,  aunque desde que despidieron a mi padre nuestra relación se ha vuelto algo tensa. Se supone que no debería estar aquí. Se supone que debería estar disfrutando de la playa en la que solíamos hacer fogatas. Se supone que debería estar zambulléndose en el agua donde solíamos jugar Marco Polo. Se supone que debería estar viviendo la vida que solíamos tener. Y por supuesto, se supone que debería estar bronceándose en la arena, coqueteando con cada chica enfundada en un diminuto bikini; rompiendo corazones.

    Hmm... ¿Qué podría estar haciendo en el estudio de danza?. Él levanta una ceja como diciendo ¿no eres la dulce hermana menor de Roberto?, y eso me da ganas de gritar.

    Pero mantengo un tono de voz lo más normal posible. Aquí, en Nueva York. Pongo los ojos en blanco. Puede que no unirme al grupo de siempre en los Hamptons fuera patético, pero se supone que al menos pasaría dos meses sin verlo a él.

    Disfrutaba del espectáculo, respondió riendo.

    Sí... claro. Mis mejillas arden al mirar el profundo y verde mar de decepción en los ojos de Nick.

    Mueve sus caderas al ritmo de la música, que aún suena fuerte en la sala; una sala en la que caben fácilmente veinte alumnos, pero que parece hacerse cada vez más pequeña. Estoy casi seguro que este baile no está en el repertorio, pero debería estarlo. Te veías genial y me pareció que te estabas divirtiendo.

    Divirtiendo, balbuceé. Debe ser una broma: estoy sudada, me falta el aire, mi pelo probablemente está sobre mi cara y todo anda mal con mi postura. Pero no desvía la mirada. Sus ojos recorren mi rostro, bajan por mi cuello y suben y bajan por mi cuerpo; mi cuerpo casi desnudo. Solo llevo puesto un sostén y un short diminuto. Todo porque se suponía que estaría sola aquí y el estúpido aire acondicionado enfría cuando quiere; justo cuando hace un calor espantoso, funciona un segundo y luego se detiene por un minuto. Enrollo mis manos sobre mi cintura y siento que mis orejas hierven a más no poder.

    Nunca bailas así... como si estuvieses pasando el mejor momento de tu vida. Su mirada arde. O quizás sea yo.

    Mi camiseta y mi malla están dobladas sobre mi bolso deportivo, al lado del equipo de sonido. Camino con torpeza, titubeando. ¿Debería correr a tomarlos? Hay algo en la forma en que me mira que me clava al suelo.

    Me mira como si me viera. Como si realmente me viera.

    Quizás este sea la oportunidad que necesitaba para darse cuenta de que no solo soy la molesta hermana menor de Roberto.

    Contrólate, Em. Contrólate.

    Despejo mi garganta. Sigues sin contestar mi pregunta. Creí que estarías en los Hamptons con el resto del grupo. Mi voz vacila, pero mantengo mi expresión orgullosa. Ninguno de los amigos con los que iba a los Hamptons ha devuelto mis llamadas. En estas dos semanas, he recibido la enorme cantidad de un mensaje de texto, hablando sobre lo bien que lo estaban pasando y de lo que me estoy perdiendo. Como si no supiera.

    Nick cruza los brazos sobre su pecho. Sus fibrosos brazos. Su pecho bien esculpido.

    En serio; debería controlarme. Nick es un bailarín. Él tiene un cuerpo increíble porque es un bailarín, porque pasa muchas horas entrenándolo, porque es su trabajo. Otros chicos de la escuela también tienen cuerpos perfectos. Pero no babeo por ellos ¿Por qué por él sí?

    Sonríe y suelta una risotada.

    ¿Qué es tan gracioso?, pregunto soplando un mechón de pelo que caía sobre mi cara.

    Su risotada entonces se convierte en una verdadera carcajada de felicidad. Es una risa que normalmente me tendría derretida y riendo con él. Pero no me estoy riendo ahora. No voy a reír.

    ¿Qué es tan gracioso?, pregunto de nuevo.

    Y la forma en que me mira, como si viera más allá de mi voz claramente fastidiada, me molesta. Es casi como si lo hiciera a propósito para que se me olvide mi amargura.

    Me guiña un ojo. Quieres sonar molesta, pero no suenas así. Suenas sorprendida... y quizás, ¿será que lo digo? Bueno, feliz de verme.

    Sí... claro. Eres tan presumido. ¿Es eso un requisito para ser uno de los amigos de mi hermano?. Me estiro, tomo el control remoto que está en el suelo y apago la música. No quiero tener una conversación sobre la colección de música de los ochenta que encontré en el closet de mamá. Escuchar Like a Virgin en este momento me parece... inadecuado.

    O quizás totalmente fuera de lugar.

    "Sabes bien que el único requisito para ser amigo de tu hermano es que te guste jugar Formula One y Mario Kart, y ocasionalmente Call of Duty. Es muy fácil complacer a tu hermano. Pero

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