Personajes Misteriosos y Extraños de la Historia: Descubre Quienes Fueron los Personajes más Raros y Enigmáticos de la Historia

Por Simon King

¿Quiénes son las personas más misteriosas de todos los tiempos? ¿Te gustaría conocer más sobre sus vidas? ¿Qué fue exactamente lo que los hizo inolvidables? Entonces sigue leyendo…

 

"No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños." - Cicerón

 

Nuestra historia está llena de momentos clave que determinaron el futuro (y nuestro presente) de la humanidad y, sobre todo, de figuras que se alzaron como personajes históricos fundamentales para entender de dónde venimos.

 

La vida no sería tan interesante si no fuera salpicada de historias enigmáticas, grandes retos y personajes misteriosos ¿No es así? 

 

En este libro, descubrirás: 

Las figuras más enigmáticas de todos los tiempos.

La leyenda del soldado que parecía ser teletransportado.

Datos que no sabías sobre uno de los inventos científicos más reconocidos. 

Teorías conspirativas que dieron inicio con un párroco francés. 

El misterio del hombre con la máscara de hierro. 

Conoce más sobre el hombre detrás del único caso de pirateria aérea de EE.UU.

Y mucho más…

 

¡No te quedes con la duda! Descubre más sobre la vida insólita de estos personajes históricos ¡Desplaza hacia arriba y añade al carrito de compra!

• Idioma: Español
• Editorial: Simon King
• Fecha de lanzamiento: 24 ago 2023
• ISBN: 9798223689478

Vista previa del libro

1

Gil Pérez

En la ficción, el viaje en el tiempo y la teletransportación son arcos argumentales comunes. Solo intenta contar cuántos libros, películas o programas de televisión se lanzaron este año que presentan tropos que desafían el tiempo. ¿Y por qué no? Es un concepto fascinante, especialmente porque los físicos dicen que es completamente posible. La mayoría de las veces, sin embargo, la verdad supera a la ficción.

Tomemos, por ejemplo, el incidente de Moberly-Jourdain, en el que dos mujeres, Charlotte Anne Moberly y Eleanor Jourdain, afirmaron haber viajado en el tiempo mientras visitaban el Palacio de Versalles en 1901. La historia cuenta que, después de perderse mientras caminaban por los jardines para el Petit Trianon, las dos notaron que todo parecía fuera de lo común, como si estuvieran en un cuadro viviente.

Incluso afirmaron haberse encontrado con María Antonieta, insinuando que habían experimentado una inquietante aparición o que habían viajado en el tiempo hasta el siglo XVIII. Aunque el incidente ha sido desacreditado repetidamente y etiquetado como un engaño, todavía es algo en lo que pensar.

Si bien el incidente de Moberly- Jourdain sigue siendo una de las leyendas urbanas sobrenaturales más conocidas, años antes, hubo el misterioso caso del soldado español Gil Pérez, quien supuestamente se teletransportó de Manila a México en el siglo XVI.

Gil Pérez fue un soldado español durante los primeros años del dominio español en Filipinas. Como miembro de la Guardia Civil, trabajó para el Gobernador General como guardia de palacio. Sin embargo, un día, en octubre de 1593, el séptimo gobernador, el general Gómez Pérez Dasmariñas, fue asesinado por piratas chinos durante una expedición a las Molucas.

La muerte de Dasmariñas generó un momento bastante agitado considerando que no se había decidido por un sucesor, con varios españoles destacados compitiendo por el puesto. En condiciones tan tensas, Pérez custodiaba el palacio cuando, según los informes, comenzó a sentirse mareado y exhausto.

Luego se apoyó contra la pared y se quedó dormido por unos segundos, pero cuando abrió los ojos se sorprendió al ver que estaba en un lugar completamente diferente. Cuando le preguntó a un transeúnte dónde estaba, le dijeron que estaba en la Plaza Mayor (ahora conocida como Zócalo) en la Ciudad de México. Pronto, los guardias de Nueva España se enteraron de Pérez gracias a sus afirmaciones y su extraño uniforme de Manila. Fue llevado ante las autoridades, incluido el virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, a cuyo palacio fue transportado.

Aunque comprensiblemente conmocionado, Pérez logró responder a todas sus consultas con gran detalle, incluido el asesinato de Dasmariñas, que, dado que solo había ocurrido la noche anterior, no se probaría hasta meses después.

Si bien el virrey estaba complacido con las explicaciones de Pérez, solo era hora de que los funcionarios religiosos se involucraran. Fue entregado al Santo Oficio de la Inquisición, comúnmente conocido como la Inquisición española, para más interrogatorios. De México, fue llevado a Santo Domingo en el Caribe, donde fue encarcelado por deserción y por ser un siervo del diablo.

Como soldado leal y condecorado, Pérez tomó todo con calma y cooperó con las autoridades.

Incluso se dijo que prefería estar en la cárcel a luchar contra los hombres de la selva de Filipinas. Finalmente, se descubrió que era un cristiano devoto y, junto con su buena conducta, no fue acusado de ningún delito. Pero, aun así, las autoridades no sabían qué hacer con la situación única y lo mantuvieron encarcelado hasta que llegaron a una decisión sólida.

Un día, un galeón español llegó a Acapulco para revelar que todas las afirmaciones de Pérez sobre el Gobernador General eran ciertas. Lo llamaron a México, donde algunos de los pasajeros incluso lo reconocieron como guardia de palacio. Con esto, fue liberado y enviado de regreso en el siguiente barco a Manila.

Desde entonces, la historia de Pérez se ha convertido en leyenda. Se ha contado en libros e historias de varios autores, incluido el folclorista estadounidense Thomas Allibone, Washington Irving, Luis González Obregón, Gaspar de San Agustín, Antonio de Morga, e incluso José Rizal.

La historia puede parecer descabellada, pero, siglos después, la gente todavía intenta explicarla. Tal vez una visita al Palacio del Gobernador, el sitio de la antigua residencia del Gobernador General durante la era colonial española, en Intramuros sea suficiente por ahora.

2

Madame Blavatsky

En 1934, un escritor inédito de mediana edad llamado Henry Miller, que vivía en la pobreza en París, tuvo lo que él denominó un despertar. Había leído literatura oculta toda su vida, acababa de leer Isis sin velo de Madame Blavatsky, pero este suceso no fue dado a la experiencia mística, como recordaría años después.

Un día después de mirar una fotografía de la cara de Madame Blavatsky (quien, bajo la opinión del escritor, tenía la cara de un cerdo, casi, pero fascinante) al hombre le hipnotizaron sus ojos y tuvo una visión completa de ella como si estuviera en la habitación.

Ahora, sin saber si eso tuvo algo que ver con lo que sucedió después, el hombre tuvo un destello, se dio cuenta de que era responsable de toda su vida, sin importar lo que le hubiese sucedido.

Solía culpar a su familia, a la sociedad, a su esposa… y ese día vio tan claramente que no tenía a nadie a quien culpar sino a sí mismo. Puso todo sobre sus propios hombros y se sintió sumamente aliviado: ahora era libre, nadie más era responsable. Y eso fue una especie de despertar, en cierto modo.

Uno sospecha que la misma Madame Blavatsky, la fundadora de la Teosofía, se habría deleitado con esta historia; tiene la misma cualidad misteriosa, inexplicable y ligeramente cursi de muchas de las historias de su propia vida.

La credibilidad que tiene en el mundo de hoy parece depender en gran medida de las personas que quedaron impresionadas e influenciadas por ella: William James, Abner Doubleday, George Russell y WB Yeats. Thomas Edison pertenecía a la Sociedad Teosófica. Según los informes, Albert Einstein tenía una copia de la Doctrina Secreta en su escritorio.

Christmas Humphreys, fundador de la Logia Budista de Londres, era un devoto seguidor de la Teosofía y admirador de su fundador. Y a su amigo DT Suzuki, que fue tan influyente en traer el budismo a Occidente, una vez se le escuchó decir mientras estaba de pie frente al retrato de Madame Blavatsky: Ella fue alguien que logró.

Parece que hay poco término medio sobre Blavatsky. De los dos libros más recientes que le conciernen, HPB de Sylvia Cranston y Madame Blavatsky's Baboon de Peter Washington, uno menciona fenómenos espiritualistas: cucharas que atraviesan las paredes, flores que caen de las paredes, aire dentro de cuartos cerrados, como si fueran ocurrencias comunes, mientras que el otro retrata a Madame Blavatsky como una charlatana risible, a la par de PT Barnum. Sin embargo, independientemente de las dudas que puedan persistir sobre ella, es imposible negar la influencia de Blavatsky en el budismo, tanto en Asia como en Occidente.

En un momento en que el cristianismo tradicional estaba enfrascado en un debate con Darwin sobre la evolución, cuando la gente tenía que elegir entre la fe ciega y las leyes de la ciencia, Madame Blavatsky proclamó una espiritualidad que trascendía a ambas y apuntaba hacia Oriente.

En Oriente mismo, donde la ciencia y el colonialismo occidental estaban disminuyendo rápidamente la influencia de las filosofías religiosas tradicionales, Madame Blavatsky fue, al menos en parte, responsable de revivir tanto el hinduismo como el budismo.

En todos sus escritos, con sus salvajes especulaciones y elaboradas mitologías, hay un núcleo de verdad que pocos proclamaban en ese momento.

Incluso los principios básicos de la Sociedad Teosófica, que ahora parecen un lugar común, fueron sorprendentes