Método global D.A.S

Por Mireia del Castillo Martínez

Método Global D.A.S.
Las 3 claves necesarias para mejorar tu economía

Me presento. Soy Mireia del Castillo y con este libro quiero explicarte mi historia personal y hablarte de cómo mejoré la economía de mi hogar. Mi Método D.A. S. (Doméstico, Ambiental y Social) me ayudó mucho y ahora me encantaría compartirlo contigo para que tú también mejores tu economía doméstica.
¿Te apuntas a emprender el camino del ahorro conmigo?

• Idioma: Español
• Editorial: Letrame Grupo Editorial
• Fecha de lanzamiento: 10 abr 2023
• ISBN: 9788411443371

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© Mireia del Castillo Martínez

Diseño de edición: Letrame Editorial.

Maquetación: Juan Muñoz

Diseño de portada: Rubén García

Supervisión de corrección: Ana Castañeda

ISBN: 978-84-1144-337-1

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

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Agradecimientos

A mi familia y amigos, que me han ayudado y apoyado en todo momento.

A la fotógrafa tan genial que me ha echado un cable.

A todos los que me pidieron un ejemplar, incluso antes de tenerlo escrito.

¡GRACIAS!

Espero que os sea de utilidad y os guste tanto como a mí.

INSTRUCCIONES PARA EL ÓPTIMO USO DE ESTE LIBRO

Para aprovechar al máximo los consejos y recomendaciones de este libro te invito a que sigas estos sencillos pasos:

Consigue una libreta, será tu fiel compañera durante el proceso. Parece una tontería, pero te aseguro que la necesitarás.

Personaliza tu libreta como más te guste y tenla a mano.

Este libro pretende ser interactivo, quiero que sientas que estoy «hablando» contigo. Así que, durante los 3 apartados, cuando te aconseje coger tu libreta, me encantaría que lo hicieras.

Disfruta del viaje y tómate tu tiempo. Mejorar la economía de una casa es sencillo, pero no se hace en un día. Sigue mi método y confía en ti mismo/a. ¡Lo conseguirás!

Y no te olvides de comentarme tus progresos y tus dudas, ¿eh? Este es mimail:[e-mail]

Introducción

¿Te has planteado alguna vez por qué no se enseña educación financiera en las escuelas? Todos manejamos dinero a diario, ya sea en el trabajo o en nuestra vida cotidiana. ¿Quién no tiene una hucha en casa y va guardando monedas en ella? ¿Quién no enseña a sus hijos/as a pagar correctamente el pan, cuando nos acompañan al supermercado, ya desde bien pequeños?

Desde muy temprana edad empezamos a tener contacto con el dinero. Por eso, saber cuánto cuesta ganarlo y aprender a gestionarlo debería ser una lección importantísima que todos deberíamos recibir. No he encontrado respuesta a mi pregunta inicial, pero, ya que en las escuelas no se enseña, podemos aprender lo necesario en casa.

Seguro que has oído infinidad de veces la frase: «El dinero no da la felicidad».

Creo que es cierto, el dinero en sí mismo no da la felicidad. Puedes tener millones guardados debajo de una baldosa, pero sentirte desgraciado. Para mí, la auténtica satisfacción es saber usarlo para que él no nos use a nosotros. Debemos tener clara nuestra situación financiera actual, nuestros objetivos y marcarnos un camino para llegar a ellos, siempre siendo conscientes de los pasos que damos para no desviarnos.

Demasiada gente ha ganado dinero que no esperaba por un aumento de sueldo, una herencia, la lotería o un premio en un concurso de la televisión y al poco tiempo se ha quedado sin nada. O ha cambiado de amistades y de carácter hasta ser irreconocible. Seguro que conoces algún caso, aunque sea de oídas. Pero ¿por qué pasa eso? Simplemente porque no ha sabido vivir con ese dinero y ha sido este quien se ha apoderado de sus vidas.

Si una persona sabe cómo manejar su dinero y no se desvía del camino, aun ganando millones en la lotería, sabrá cómo administrarlo para mejorar su vida. Se podrá dar todos los caprichos que desee, pero siempre con cabeza. Tu vida la tienes que vivir tú, no dejar que el dinero la viva por ti.

Desde pequeña me encantaba disponer de algo de dinero para mis cosas. No es que fuera rica, aunque no me faltaba de nada, pero me las ingeniaba para conseguirlo y así no pedírselo a nadie. Aún recuerdo cuando vendía, junto con mi vecina, muñecos hechos con cáscaras de huevo y lanas de colores, que nosotras mismas fabricábamos. Éramos niñas pequeñas, pero con las poquitas monedas que conseguíamos nos íbamos a comprar chucherías con nuestro propio dinero. ¡Era muy satisfactorio!

Luego, de más mayor, me acostumbré a esa sensación y durante mi adolescencia ya no le di importancia. Todo el dinero que conseguía me lo gastaba. Y de esa manera estuve a punto de entrar en una espiral peligrosa, donde cuanto más dinero tienes, más gastas y tienes que conseguir cada vez más. Pero cuanto más dinero gastas, más quieres y más te urge conseguirlo. ¿Te suena? Por desgracia es más común de lo que parece.

Finalmente, todo cambió cuando conocí a mi pareja, actual marido y padre de mis hijos. Él viene de una familia humilde, con pocos recursos y muchas bocas que alimentar. Tampoco recibió educación financiera en casa, igual que yo, pero, al contrario que yo, él aprendió a ser cauto con el dinero. La necesidad agudiza el ingenio, ¡te lo aseguro!

Desde que empezamos nuestra relación volví a darle importancia al dinero, a cuidarlo. Volví a coger las riendas de mis finanzas personales para encaminarlas hacia el éxito. Y recuperé esa sensación que había perdido, de ver que el dinero es un medio para conseguir tu felicidad, no el objetivo.

Hemos tenido nuestros altibajos económicos, como mucha gente. La vida no es un camino de rosas. Cuando nuestro primer hijo era pequeño, nos quedamos los dos sin trabajo. Entre lo que cobraba mi marido del paro y lo que cobraba yo, no sumábamos ni 1000 euros. Y eso, pagando una hipoteca de 600 euros mensuales. Fue una situación límite. Pero, por suerte, una amiga me consiguió un empleo de verano con el que pude ver un poco de luz.

Poco a poco, con esfuerzo y paciencia, las cosas fueron cambiando. Pusimos en práctica todo aquello que aprendimos y empezamos a salir del túnel. Conseguimos volver a ahorrar un poco cada mes y a administrar nuestro dinero para tener un poco de libertad financiera y poder tener un colchón por si las cosas se torcieran de nuevo. Finalmente, encontramos trabajo los dos. Por fin, pudimos salvar la situación. Años después, tuvimos otro hijo. Ahora, trabajamos los dos y hemos salido del bache.

Ahora somos capaces de sacar conclusiones sobre nuestros errores pasados. Nuestra economía doméstica ha mejorado lo suficiente como para reconocer lo que podríamos haber hecho mejor y para no repetir ciertas tendencias.

Te he contado mi historia para demostrarte que todo lo que te contaré en este libro tiene sus razones. Que he tenido experiencias buenas y malas, en lo referente al dinero, como les pasa a muchos. Todas las claves que te daré las he llevado a cabo yo misma. Con mi experiencia personal puedo enseñarte a mejorar tu economía doméstica. Te mostraré el camino paso a paso, el mismo que sigo yo.

Soy Mireia del Castillo, diplomada en Trabajo Social, educadora ambiental y coach de Economía Doméstica.

Poniendo en práctica todo lo que he aprendido, he creado el Método Global D.A.S., Las 3 claves necesarias para mejorar tu economía.

Con mi método aprenderás a analizar tu situación financiera actual. Partiendo de esa base, te enseñaré a aumentar tus ingresos, a reducir tus gastos y a ahorrar mes a mes. Con eso no quiero decir que te vaya a hacer millonario/a, hay que ser realistas. Pero te ayudaré a lograr tus metas y ¿quién sabe dónde te llevarán?

Además, te mostraré cómo el cambio que puedes hacer tiene repercusiones también fuera de tu hogar. La educación ambiental está relacionada con tu economía doméstica, ¡como lo oyes, créeme!

También te ayudaré a descubrir lo que los Servicios Sociales pueden hacer por ti. Recuerda que su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas y evitar que caigan en la exclusión social. ¡Sácales partido!

Mi método engloba estos 3 mundos (Doméstico, Ambiental y Social) y me ha servido para mejorar mi situación financiera. Yo hice de la economía doméstica mi forma de vida. Es muy gratificante ver cómo tus objetivos se van cumpliendo.

Ahora quiero compartir contigo todo lo que yo aprendí. ¿Te animas a emprender conmigo el camino del ahorro?

Falsos mitos sobre el ahorro

Sobre el ahorro se pueden oír muchos mitos, de los que pasan de boca en boca. Es lo que suele ocurrir cuando a las personas nos da miedo algo, que lo mitificamos para justificarnos a nosotros mismos de que no podemos lograrlo. Pero ¡nada más lejos de la realidad!

Antes de entrar en materia voy a desmontar algunos de estos falsos mitos para que empieces a creer en ti mismo/a. Te aseguro, por experiencia propia, que ahorrar es sencillo y puede convertirse en una forma de vida.

Solo pueden ahorrar las personas con gran poder adquisitivo

Este es uno de los mayores errores que cometemos en lo referente al ahorro. ¡Es absolutamente falso!

Ahorrar es un concepto mucho más amplio de lo que se piensa. Significa optimizar los recursos que tenemos para conseguir más por menos. Obviamente, si una persona tiene mucho dinero podría ahorrar más, pero normalmente eso no pasa. La gente con poder adquisitivo en lo que menos piensa es en ahorrar. Si quieren algo lo consiguen con un golpe de billetera, se lo pueden permitir.

Aunque tengas pocos ingresos tú también puedes ahorrar cada mes. Y no me refiero solamente a guardar dinero en un bote o en el banco. Me refiero a hacer eso, a prestar atención a lo que gastamos, a lo que compramos, a las ofertas reales que podamos aprovechar, a reducir gastos que parecen complicados, a no endeudarse, a buscar maneras de ingresar dinero cada mes, a reutilizar lo que tengamos en casa para evitar compras innecesarias, etc. ¡Solo hace falta la voluntad de hacerlo!

Ahorrar una cantidad pequeña no sirve para nada

En Cataluña, donde nací, se dice que de mica en mica s’omple la pica. El equivalente a esta frase en castellano sería que de gota en gota se hace el mar.

Eso significa que, aunque la cantidad de dinero que ahorres al mes sea pequeña, es más de lo que tenías al principio. La clave está en ser constante. Es cierto que, si un mes ahorras 200 euros y luego lo dejas, no vas a conseguir nada.

En cambio, si cada mes ahorramos algo, con constancia, conseguiremos mucho más y sin darnos cuenta.

Aprovechar las ofertas es buena forma de ahorrar

Hay que tener cuidado con las ofertas, no todas son reales ni nos hacen ahorrar.

Para desmontar este mito hay que pensar varias cosas. Lo primero y más importante es que si compramos algo por impulso, esté o no de oferta, no ahorraremos nada. Para ahorrar en nuestras compras debemos prestar atención. Lo que yo te recomiendo es llevar siempre a mano una calculadora. Así podremos comprobar, por ejemplo, si el precio de un 3X2 es realmente más barato que 3 unidades sueltas.

Aprovecha las ofertas, descuentos y promociones en lo que de verdad necesites. No compres impulsivamente ni por capricho. Y ¡especial cuidado en época de rebajas! Compra solo en las tiendas que conozcas y sepas los precios que tienen. Así sabrás con certeza si las rebajas son reales o han subido el precio antes y lo han rebajado, quedando el precio final más elevado.

Si me pongo a ahorrar no me podré dar ningún capricho

Ahorrar no significa perder calidad de vida ni dejar de hacer las cosas que hacemos. Por supuesto que podemos salir a comer, podemos ir al cine, de fiesta, etc. Lo único que debemos cambiar es la