Técnicas Decorativas. Encuadernación

Por Josep Cambras

Desde sus inicios, la encuadernación ha estado ligada directamente a todo documento escrito o impreso, con una doble función: protegerlo y embellecerlo. Con este libro el lector podrá iniciarse en diversos procesos y técnicas específicos de esta disciplina. A través de los cinco capítulos de que consta, ofrece un paseo por la historia de la encuadernación, presenta los materiales más utilizados, los pequeños útiles y la maquinaria menor que se precisa para trabajar en un rincón de casa (ya que no es necesario contar con la infraestructura de un taller) y explica con detalle los procedimientos y las técnicas básicas de cosido, encolado, dobleces, cortes y decoraciones, así como algunas técnicas sencillas de pintado de papel. La obra finaliza con la realización paso a paso de diecisiete objetos que se pueden ejecutar al mismo tiempo que se lee el ejercicio.

• Idioma: Español
• Editorial: Parramón Paidotribo
• Fecha de lanzamiento: 17 oct 2022
• ISBN: 9788434299917

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Introducción

Pretendemos con este libro iniciar al lector en un camino que ha de conducirle por diversos procesos y técnicas al mundo de la encuadernación. Como docente he observado la dificultad que existe para elaborar una obra, bien sea por desconocimiento de la materia, temor a equivocarnos, etc. De ahí la importancia de estas páginas, que ayudarán desde un principio a encontrar fáciles una serie de procesos. El libro consta de varios capítulos que conducen a la elaboración final de una pieza. Iniciamos este proceso remitiéndonos a la historia, ya que desde la antigüedad existe la necesidad de proteger y, a la vez, embellecer todo documento escrito o impreso. Los tiempos cambian, y con ellos cambian también los materiales y procedimientos con que se elaboran las piezas; y esto es lo que da pie para realizar nuevas técnicas en el futuro.

El segundo capítulo ofrece una relación de pequeñas herramientas y materiales diversos con los que podemos ejecutar estos primeros proyectos. El tercero nos introduce en las técnicas, los procedimientos, y el conocimiento práctico de los materiales. A continuación, se repasan brevemente, a modo de introducción, distintos procesos para pintar papel. El último apartado contiene ejercicios que podemos llevar a cabo mientras los leemos. El contenido de este libro se corresponde con una de las dos asignaturas recomendadas para el primer curso de encuadernación. Estamos seguros de que servirá para tener una buena base para iniciarse en este fascinante e inacabable mundo, disfrutando en cada momento y en cada ejercicio, sin la necesidad de contar con una gran infraestructura propia de un taller.

Josep Cambras

Profesor de encuadernación en la Escuela d’Arts i Oficis de la Diputación de Barcelona

capítulo 1

Historia y tendencias

Los objetos realizados en papel, o los documentos similares (CDs, casetes, DVDs, etc.) constituyen una parte importante de los materiales que todos tendemos a atesorar o que usamos constantemente. Hoy en día como en cualquier otro período. De ahí nace la necesidad de ordenar, proteger y personalizar los elementos. En especial, aquellos que revisten mayor importancia.

Aquí hemos tratado de ofrecer una visión del desarrollo en el tiempo de este proceso. A grandes rasgos, se explica a partir de los objetos más representativos de las distintas épocas, y se ofrecen algunas ideas que puedan servir de inspiración ante un problema similar. No se trata, obviamente, de modelos que haya que imitar, sino de ideas que ayudan a solucionar cuestiones análogas. Con otros materiales, en otra época y con otras sensibilidades.

Breve historia

Desde el principio de los tiempos ha existido en el ser humano el impulso irresistible de decorar o embellecer los objetos de uso cotidiano. Asimismo, pronto se manifestó la necesidad de proteger determinados objetos o elementos susceptibles de deteriorarse con el uso o el paso de los años. Surge con ello un universo casi ilimitado de posibilidades para realizar trabajos capaces de unir los aspectos prácticos y los estéticos, permitiendo desarrollar la creatividad de las personas durante siglos, hasta nuestros días.

Los orígenes

En esta obra intentaremos explicar el desarrollo que han experimentado algunas técnicas a lo largo del tiempo. No tanto, evidentemente, como una explicación exhaustiva de su desarrollo, sino como motivo de reflexión y, sobre todo, de inspiración para quienes hayan decidido enfrentarse a problemas similares a los descritos en la actualidad. Nos centraremos en particular en los documentos escritos u objetos de papel, precedentes, sustitutos o similares que constituyen el grueso de los ejercicios contenidos en este libro.

En los más antiguos documentos que conocemos se dan estas circunstancias: la necesidad de protegerlos y de hacerlo de forma que se añada un componente estético a lo puramente práctico. Por lejano que parezca, en las más antiguas culturas históricas encontramos sofisticados sistemas de almacenamiento, protección y decoración de documentos.

Documento sobre arcilla. Antigua tablilla de escritura cuneiforme mesopotámica (III milenio a.C.).

Tablilla de escritura cuneiforme de arcilla con un envoltorio protector también en arcilla.

Mesopotamia

En Mesopotamia (actual Iraq), desde el IV milenio a.C. se utilizaba como material de soporte a la escritura el barro. Con él se elaboraban las llamadas tablillas de arcilla en las que se escribía con un punzón en forma de cuña, y que con el paso del tiempo dieron lugar a la escritura cuneiforme, la más antigua conocida. En esta época ya se había inventado un curioso sistema para proteger algunos documentos valiosos. Se trataba de una envoltura de barro en cuyo interior se podía colocar la tablilla, también de barro, para protegerla. Este invento requería una cierta experiencia y una técnica sofisticada.

En definitiva, estamos ante una de las primeras muestras de protección de un documento. Constituye una solución en extremo original ante el reto de proteger el documento, con los mismos materiales empleados para generarlo.

El papiro egipcio

Posteriormente, se desarrollaron nuevos sistemas de escritura y soportes para la misma. Las principales innovaciones son el extraordinario papiro egipcio, el pergamino usado desde tiempos inmemoriales pero sistematizado por la ciudad helenística de Pérgamo, de la que toma el nombre; y los distintos tipos de tablillas de madera y cera usados un poco en todos los períodos.

El papiro es una planta acuática que crecía en abundancia en los pantanos y marismas del río Nilo. Los egipcios descubrieron pronto el sistema para convertirlo en un material muy útil para la escritura. Esto constituye el precedente más inmediato de nuestro papel, cuyo nombre procede de la palabra papiro. Aun disponiendo de tan excelente material, tuvieron que aprender a guardarlo y a protegerlo de las formas más diversas e imaginativas. Por una parte lo plegaban para que al transportarlo sufriera un menor desgaste, pero también los doblaban en forma de rollo. Esta forma para documentos también se adoptó para los pergaminos o los documentos escritos en materiales largos y flexibles como las pieles, y fueron ampliamente usados en diferentes épocas. Se fabricaron magníficas cajas en diversos materiales para protegerlos y transportarlos sin peligro. La mayoría de estas cajas estaban fabricadas en madera o piel, pero también las había en materiales más preciosos o elaborados artísticamente si se consideraba que su contenido era importante o valioso. Una variante interesante son las cajas que, tradicionalmente, servían para guardar y transportar los libros de la ley judaicos en forma de rollos.

Reconstrucción actual de una caja romana para contener libros en forma de rollos.

Esquema que muestra la forma de plegado de los antiguos papiros egipcios para su protección y transporte.

Otro esquema que muestra un sistema distinto de plegado de los antiguos papiros para su protección y almacenamiento.

El período de desarrollo

Después de un largo período de ensayos e innovaciones comienza una época de desarrollo que marca la transición desde los orígenes hasta el libro impreso y encuadernado clásico. Esta época discurre a lo largo de la Edad Media y tiene como principal protagonista el libro religioso.

El códice

Durante la Edad Media la forma de los documentos cambió sustancialmente. De hecho, es en este período cuando aparecen formas similares a las actuales. Se producen dos cambios esenciales. Por un lado, aparece lo que técnicamente se denomina el códice, esto es, el documento con la forma actual del libro. Constituye una serie de hojas unidas por el lomo y con una portada más o menos importante, según queramos dar relevancia al documento en cuestión. Éste es el formato no sólo de los libros actuales, sino también de las libretas, las carpetas y toda una amplia gama de productos actuales.

El papel

La segunda gran innovación en esta época es el papel, de forma muy similar a como lo conocemos en la actualidad. El secreto de su manufactura se desveló en China, pero llegó hasta Occidente por medio del mundo árabe. Éstos conocieron las técnicas chinas y las modificaron y mejoraron, y luego las extendieron por todo el Mediterráneo hacia el siglo X d.C. Posteriormente, se difundieron por la Europa cristiana.

Con la unión de ambos descubrimientos llegamos a unas formas muy próximas a las actuales. Los códices, es decir, la forma del libro actual, pueden estar elaborados en diversos materiales, principalmente pergamino o papel, y en ambos casos introducen numerosas innovaciones técnicas y decorativas.

Aparece lo que hoy denominamos encuadernación, es decir, la parte externa del libro con unas tapas que sirven para varios fines: por un lado proteger y conservar el contenido, y por otro dignificarlo o embellecerlo y permitir su transporte y lectura manteniéndolo unido.

Encuadernación española de estilo mudéjar, del siglo XVI. La técnica consiste en una cubierta de piel sobre cartón, decorada por medio de planchas (gofrado).

Las primeras cubiertas

Protecciones de metal para una encuadernación medieval italiana. Sobre una madera recubierta de piel se ha optado por incluir pesadas piezas de metal que protegen y decoran el libro.

Los primeros ejemplares de libros (códices) que conocemos son libros religiosos. Muchos de ellos disponen de lo que se denomina encuadernación de altar, es decir, de tapas con frecuencia de madera con una cubierta en chapa de oro y materiales preciosos o semi preciosos incrustados. Con ello se pretendía dar a la cubierta un gran valor material, pero también artístico, a tono con el contenido de los libros sagrados que contiene. Desde su origen y durante toda la Edad Media, aparece una gran variedad