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La Filosofía Oriental Y El Puesto De La Cultura De Japón En El Mundo
La Filosofía Oriental Y El Puesto De La Cultura De Japón En El Mundo
La Filosofía Oriental Y El Puesto De La Cultura De Japón En El Mundo
Libro electrónico411 páginas3 horas

La Filosofía Oriental Y El Puesto De La Cultura De Japón En El Mundo

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Libro premiado con el primer puesto del concurso internacional de filosofa oriental, cuyo premio le fue entregado en Japn por su alteza imperial, el prncipe Takamatsu, hermano del emperador de Japn.

Oh mar que a veces llevas tus inmensas olas con el ritmo de un ocano de aceite, tan lmpida y tersa es tu superficie; y en otras haces brotar miles de crteres dando la impresin de las trgicas regiones del Dante medieval!

Oh mar, que llevas a mi alma a regiones de intuicin jams vividas, dame aliento para amarte intensamente y comprender los bailes de tus mares, la clera de tus rugidos, la placidez de tus atardeceres o de tus auroras; y sobre todo la esencia de tu ser en el fondo de tu seno y en la apariencia de tus olas!
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento18 may 2015
ISBN9781506503660
La Filosofía Oriental Y El Puesto De La Cultura De Japón En El Mundo
Autor

Doctor Adalberto García de Mendoza

El doctor Adalberto García de Mendoza nació en Pachuca, Hidalgo, el 27 de marzo de 1900 y falleció el 27 de septiembre de 1963 en la Ciudad de México. Fue reconocido como “el padre del neokantismo mexicano”. Fue profesor erudito de filosofía y música en la Universidad Nacional Autónoma de México por más de treinta y cinco años. Escribió aproximadamente setenta y cinco obras de filosofía (existencialismo, lógica, fenomenología, epistemología) y música. También escribió obras de teatro, obras literarias e innumerables ensayos, artículos y conferencias.

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    La Filosofía Oriental Y El Puesto De La Cultura De Japón En El Mundo - Doctor Adalberto García de Mendoza

    Copyright © 2015 por Doctor Adalberto García de Mendoza.

    Editora: Elsa Taylor

    Fotografías: Gigi Taylor

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2015906672

    ISBN:   Tapa Blanda               978-1-5065-0365-3

                   Libro Electrónico   978-1-5065-0366-0

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 13/05/2015

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    CONTENIDO

    IMPRESIONES

    I              En el mar

    II             Llegada a Honolulú

    III           En el mar de Japón

    IV           Yokohama

    ASPECTOS

    V            Comedor Japonés

    VI           Blue Bird

    VII         Paisaje japonés

    VIII        El Teatro

    IX           Lucha japonesa

    SÍMBOLOS

    X             El Castillo de Nagoya

    XI           La pagoda

    SANTUARIOS Y TEMPLOS

    XII         Templo de Nikko

    XIII        Santuario de Yse

    XIV        Santuario shintoista. Templo búdhico

    XV         Templo de Horiu-ji

    XVI        Santuario de Kasuga-jinja

    XVII       Salón Dorado de Todaiyi

    XVIII     El Templo de Budha en Nagoya

    XIX        Tazas japonesas para té

    SEGUNDO TOMO

    PINTURA

    XX         El idealismo en la Pintura japonesa

    XXI        La Escuela de Kano

    XXII       Motonobu, Korin y Yosai

    XXIII     Escuela de pintura de Maruyama

    XXIV     Pintura Moderna

    POESÍA Y LITERATURA

    XXV      Poesía japonesa. Poema primitivo. Kojidki y Nihonghi. El Siglo de Oro de Nara

    XXVI     El Mannyoshu

    XXVII    La época de Heian. El Monogatori.

    El Eigwa Monogatori

    XXVIII   El Kokinshu y los relatos históricos

    Los Nikki y el Maokura-No-Soshi

    XXIX      La Época de Kamakura

    XXX      La Época de Yedo o Tokugawa

    La Filosofía y la erudición

    Los Kangakusha y los Wakakucha

    XXXI          El drama popular. El Kabuki

    XXXII        El Antiguo Haikai

    XXXIII       Esencia del Haikai

    XXXIV       Horiguchi y los Tankas modernos

    XXXV        La época de Taisho y las últimas tendencias

    XXXVI       Literatura proletaria contemporánea

    XXXVII      Oriente y Occidente en el panorama social de Japón

    XXXVIII     El problema de la dualidad en el panorama social de Japón

    XXXIX       Universidades japonesas

    ESTUDIOS

    XL               Sentido de las culturas Oriental y Occidental

    XLI              La cultura Japonesa

    XLII            Relaciones entre la Filosofía Occidental y la Oriental

    XLIII           Lo que significa el Japón en el momento actual

    XLIV           Visiones de Oriente y el Japón Romántico

    XLV             Música Oriental y la Música japonesa

    BIOGRAFÍA DEL DR. ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA

    LIBROS A LA VENTA

    La Filosofía Oriental

    y el Puesto de la Cultura de Japón en el Mundo

    Invierno de 1930

    JapanAward9.tif

    Dr. Adalberto García de Mendoza

    Catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México

    Con sincero afecto al Exmo. Encargado

    de negocios de Japón en México, señor

    Takeshi Yanagisawa.

    Como muestra de gratitud a los cultos

    Maestros y distinguidos estudiantes de las

    universidades japonesas.

    Como homenaje al distinguido,

    culto y respetable Maestro

    Kanasawa.

    Con motivo de la ceremonia celebrada

    en Tokio en su honor, por sus años

    de sabia enseñanza.

    Como recuerdo inolvidable

    y gratitud inmensa a mis queridos padres:

    señor

    Ing. Don Magdaleno García de Mendoza

    y señora

    Narcisa Hernández de García de Mendoza

    DrGarciadeMendoza5.tif

    NOTAS PRELIMINARES

    México obtiene el Primer Lugar

    en un Concurso Internacional de Filosofía

    POR ELSA TAYLOR

    REVISTA PANAMERICANA, MÉXICO, 1964.

    México obtiene el Primer Lugar

    en un Concurso Internacional de Filosofía

    POR ELSA TAYLOR

    REVISTA PANAMERICANA,

    MÉXICO, 1964.

    El día 3 de febrero de 1954, en Tokio, Japón, se otorgó el primer premio internacional al Dr. Adalberto García de Mendoza, que lo obtuvo en el año de 1940 al competir con los más distinguidos filósofos y pensadores del mundo sobre el tema «La Filosofía Oriental y el Puesto de la Cultura de Japón en el Mundo».

    En los periódicos japoneses y europeos se comentó la fausta noticia para la intelectualidad de nuestro país, el hecho de que en el concurso que convocaron el departamento de Promociones Culturales de Japón y las Universidades de aquel país en 1940 sobre el tema antes mencionado, obtuviera México el primer lugar compitiendo con las más cultas naciones de Europa, Asia y América.

    De este acontecimiento se tuvo una vaga noticia en aquel año por haber comenzado la guerra mundial; pero restablecidas las relaciones internacionales de Japón, se invitó inmediatamente al maestro y Doctor Adalberto García de Mendoza a ir a aquel lejano país a recibir el codiciado premio. La Universidad Nacional de México está orgullosa de tan distinguido maestro que supo ponerla a la cabeza de las principales Universidades del mundo, pues en el certamen figuraron sabios orientalistas de China, Australia, Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y demás países.

    A continuación aparece el diploma que fue entregado al maestro García de Mendoza por su Alteza Imperial el Príncipe Takamatsu.

    photo02.tif

    DIPLOMA

    El presente certifica que el

    Dr. Adalberto García de Mendoza

    Catedrático de la Universidad Nacional de México

    participó en el concurso internacional que celebró Japón con motivo de su xxvi Centenario de la Fundación del Imperio Japonés, y que tuvo lugar en el año 15 de Showa (1940) promovido por la Kokusai Bunka Shinkokai, Sociedad para el fomento internacional de la Cultura; habiendo obtenido el primer premio por su trabajo sobre el tema «La Filosofía Oriental y el Puesto de la Cultura Japonesa en el Mundo»

    Dado el tercer día del segundo mes del año 29 de Showa (1954).

    S. A. I. Príncipe Nobuhito Takamatsu

    Contribución a la Paz Mundial

    El Príncipe Takamatsu pronunció en la brillante recepción en que puso en manos del maestro premiado el valioso diploma de referencia, el siguiente discurso:

    Sr. Dr. Adalberto García de Mendoza, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México:

    «Me es altamente satisfactorio el tener la oportunidad de dirigirme amigablemete a tan distinguido huesped.

    «En el año de 1940, el doctor obtuvo felizmente el primer Premio, cuando la Sociedad de Promoción Cultural de Relaciones Exteriores convocó a un Concurso Internacional para solemnizar el 26 centenario de la Fundación del Imperio Japonés. El tema fue sobre la Cultura Japonesa.

    «En ese magno concurso, usted señor doctor obtuvo el primer lugar, y desde luego tuvimos el placer de invitarlo a venir a Japón, según las bases del Concurso; pero desgraciadamente, y muy a pesar nuestro, nos vimos obligados a aplazar dicha invitación debido a la guerra y a otros motivos, por lo que pedimos a usted excusas.

    «Aunque sea tarde su grata visita nos causa verdaderamente gran regocijo y satisfacción y reunirnos aquí para recibirlo con los brazos abiertos.

    «Hace 23 años estuvo usted, señor doctor, de visita por primera vez en nuestro país y desde entonces es reconocido usted como uno de los mejores conocedores del Japón, y la profundidad de su conocimiento sobre la cultura japonesa la demostró, cuando, entre más de quinientos trabajos de intelectuales y pensadores del mundo, pretendientes a premios en el concurso, usted ha sido el coronado en primer lugar con la victoria.

    «No dudo que esta segunda visita le facilitará profundizar, más aún, el conocimiento acerca del Japón y promoverá el intercambio cultural entre nuestros países y, a la vez, contribuirá a la promoción de la paz mundial.

    «Al terminar, Sr. Doctor, salúdolo afectuosamente, y le deseamos que su permanencia en mi país sea agradable y de provecho.

    Su Alteza Imperial

    El Príncipe Takamatsu

    Miércoles 3 de febrero de 1954. En su Residencia Imperial.»

    photo04.tif

    SU ALTEZA IMPERIAL, EL PRÍNCIPE TAKAMATSU, HERMANO DEL EMPERADOR DEL JAPÓN, HACE ENTREGA DEL PREMIO-DIPLOMA CORRESPONDIENTE AL PRIMER LUGAR DEL CONCURSO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA ORIENTAL, AL CATEDRÁTICO MEXICANO DOCTOR ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA.

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    SU ALTEZA IMPERIAL, EL PRÍNCIPE TAKAMATSU, DA LECTURA A SU DISCURSO DE ENTREGA DEL PRIMER PREMIO QUE OBTUVO EL DR. GARCÍA DE MENDOZA.

    En la reunión estuvieron presentes distinguidos intelectuales, entre ellos los Rectores de las Universidades de Tokio, Keio, Waseda y de Bellas Artes; el Subsecretario de Instrucción Pública, el Director del Museo Nacional de Tokio, el Presidente de la Cámara de Comercio e Industria, el Presidente de la Academia del Japón, Vice-Ministro de Relaciones Exteriores Ino Dan, miembros de los Cancilleres, Exmo. Embajador de México en Japón y muchas más personas notables.

    Sus altezas Imperiales, la Princesa y el Príncipe Takamatsu fueron cordiales y el Dr. García de Mendoza contestó el discurso con referencia a las futuras relaciones de México y el Japón.

    Algunos antecedentes

    No fue la primera ocasión en que el Doctor Adalberto García de Mendoza consagró su atención a los temas del Lejano Oriente. Su espíritu poliforme y siempre agitado por las inquietudes del saber, aprovechó las observaciones y reflexiones logradas en su viaje al Japón, realizado en 1931, para escribir sus Visiones de Oriente, obra que se divide en dos tomos y tiene capítulos sobre la vida mental japonesa, la filosofía, el arte, ciencia, la educación, la literatura, etc. Abarca desde los tiempos más remotos hasta el presente. Dicha obra fue publicada en japonés en el año de 1945 y su divulgación en el Oriente ha sido excepcional.

    Agotáronse ya las ediciones que cuentan con millares de ejemplares. Además de ese trabajo, el mismo autor dejó las siguientes obras:

    Las Artes Plásticas en el Japón, La Era de Oro de la Literatura japonesa en Nara, El Bushido y la Moral oriental.

    Durante su visita al Japón, el doctor hizo amistad con sabios japoneses especializados en estudios filosóficos y aún obtuvo la distinción de dictar una conferencia en la Universidad Imperial de Tokio, habiendo recibido elogios por su disertación acerca de «Una nueva Lógica en la Historia».

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    EL DOCTOR ADALBERTO GARCÍA DE MENDOZA, DURANTE LA RECEPCIÓN QUE LE FUE OFRECIDA EN EL PALACIO IMPERIAL DE TOKIO, POR EL PRÍNCIPE TAKAMATSU, CON MOTIVO DE HABER OBTENIDO EL MÁXIMO GALARDÓN EN EL CONCURSO DE CULTURA ORIENTAL, CONVOCADO POR LAS UNIVERSIDADES JAPONESAS. EN LA GRÁFICA RODEAN AL ILUSTRE CATEDRÁTICO MEXICANO, EL EMBAJADOR DE MÉXICO EN EL JAPÓN, LICENCIADO MANUEL MAPLES ARCE; LA ESPOSA DEL PRÍNCIPE TAKAMATSU; LA DISTINGUIDA ESPOSA DEL EMBAJADOR Y EL PROPIO PRÍNCIPE IMPERIAL, ASÍ COMO UN GRUPO DE RECTORES DE LAS UNIVERSIDADES JAPONESAS Y UN GRUPO DE FUNCIONARIOS DE AQUEL PAÍS.

    [Revista Panamericana, Año X, NO.48.

    Septiembre-Octubre 1964. México].

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    DR. GARCÍA DE MENDOZA CON EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD

    IMPERIAL DE TOKIO DESPUÉS HABER DADO UNA CONFERENCIA.

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    Dr. García de Mendoza con el Rector

    de la Universidad de Keio, en Tokio.

    PRIMER TOMO

    Monte Fuji

    Monte Fuji que llevas el secreto de la divina Kaguya Himé, y que por ello, sólo tu puedes comprender, las noches en que la luna entrega su esplendor a los hombres. Monte Fuji, que tienes en el aliento de tus volutas de humo, la pérdida de la eterna juventud y de la inmortalidad.

    Nieve que corona tu cuerpo.

    Nieve que tiene la blancura del astro de la noche y la pureza de la niña brillante del flexible bambú.

    Capítulo I

    «En el mar»

    El sentido siempre influye.

    Pero, no obstante, nunca se desborda en su actuación.

    Es un abismo, como antepasado de todas las cosas.

    Es profundo y sin embargo como si fuese real.

    Yo no sé de quién es hijo.

    Parece que todavía fue antes que Dios.

    «Tao-Teking»

    Lao Tseu

    «En el mar»

    El mar ha dado a mi ser múltiples variantes.

    Ya es el rizado océano que semeja la piel de grandes y maravillosos animales marinos; en determinados momentos, un sumergirse y brotar constantes que dan la impresión de la rampa gigantesca de un templo oceánico. Ya es el mar brillante azul que contrasta con la blanca espuma que van dejando las olas al chocar con la prodigiosa nave, y que forman conjunto con el espléndido cielo de nubes que semejan la espuma de la leche cuando se la acaba de ordeñar, y de azules celestes nunca vistos en las limitaciones de la tierra. Otras ocasiones el mar es nebuloso, grisáceo, parece que en sus entrañas guarda grave secreto y que el misterio del fondo ha aparecido en la superficie. Olas inmensas vienen y rugen como leones acosados, ruidos que silban y ensordecen, ayes que lastiman, lamentos que torturan…

    ¡Oh mar que a veces llevas tus inmensas olas con el ritmo de un océano de aceite, tan límpida y tersa es tu superficie; y en otras haces brotar miles de cráteres dando la impresión de las trágicas regiones del Dante medieval!

    Toma mi espíritu esos mismos aspectos y una profunda conciencia me hace intuir que el alma humana es un inmenso océano, que lleva en momentos la aspereza de las olas encrespadas, o la suavidad de las que parecen dormidas; y que mantiene un misterio a la vista del hombre que no ve más allá de la superficie.

    ¿Qué hay en el fondo de este océano enigmático? Maravillas. Grandes faunas, peces de infinitos colores, monstruos marinos, selvas aún más espesas que las de la tierra tropical, ríos tempestuosos, paraísos de ensueño.

    ¿Qué hay más adentro de lo que contemplamos como espíritu? Maravillas. Campos insondables que llegan solamente a la vista del que tiene la intuición de lo infinito, la visión de las subjetividades inmensamente tormentosas o placenteras y el poder supremo de encontrar en el alma la esencia de lo humano.

    ¡Oh mar, que llevas a mi alma a regiones de intuición jamás vividas, dame aliento para amarte intensamente y comprender los ayes de tus mares, la cólera de tus rugidos, la placidez de tus atardeceres o de tus auroras; y sobre todo la esencia de tu ser en el fondo de tu seno y en la apariencia de tus olas.

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    Capítulo II

    «Llegada a Honolulú»

    He levantado los ojos y he visto en toda la extensión del espacio un solo ser;

    Los he bajado y he visto en las ondas espumantes un solo ser.

    He mirado a los corazones y allí he visto un océano, un número infinito de mundos.

    Lleno de mil ensueños, y un solo ser he visto en estos ensueños.

    El aire, el fuego, la tierra y el agua, se han fundido en un solo ser;

    En el temor a ti, porque nada osa resistirte.

    El corazón de todo lo que vive entre la tierra y el cielo,

    No debe cesar de vibrar para adorarte. ¡Oh unidad!

    Rumi

    «Llegada a Honolulú»

    Día feliz. El barco se acerca a las riberas de las islas hawaiyanas. Son brotes de inmensas cordilleras oceánicas. Me imagino que también las aves llegan así a los picos más altos de los volcanes. A lo lejos se distingue la primera isla con un inmenso cráter coronado de nubes de humo; y más tarde, la isla, donde está Honolulú, presenta laderas llenas de copiosa vegetación.

    La playa es infinitamente bella, las olas semejan caricias y besos a la tierra… ¡Qué espectáculo tan diferente ofrecen los acantilados peñascos de Suecia o de Noruega! Allá, es la mar rugiente que se estrella contra la roca; es la voluntad que crea contra sí misma los mayores diques, las inmensas fortalezas… Aquí es la sonrisa de la onda esmeralda que roza la tersa superficie de la playa, es el mar que blandamente hipnotiza el objeto de su querer… Allá, es el esfuerzo que mina, la tenacidad que hiere, el triunfo que marchita… Aquí, como en Oriente, es la mirada que perturba, es el además que lleva un misterio, es el sentimiento que crea la línea pura y sencilla, el dulce y llano cantar y la palabra que evoca los más espléndidos panoramas… Allá, es la conciencia que habla bajo el amparo del trueno de la revelación; es la sinfonía que lleva en su seno múltiples y variados cantos; son la ojiva y la cruz que llegan al cielo en la catedral nórdica… Acá, es la voz misteriosa del asceta, es el ensueño de las fantasías de laca y de seda, es la rizada cabellera del templo búdhico.

    Hemos llegado a Honolulú. Ya no es el mundo que dejamos apenas hace unos seis días. Es la avanzada del Oriente, es la voz que nos anuncia un mundo nuevo, que tal vez en lo futuro, la sangre del hombre la convierta en la rosa encarnada, símbolo de un nuevo amor, que una la América y el Oriente.

    La ciudad es todo un jardín. La belleza de sus avenidas, el verde húmedo de sus prados, sus paisajes nunca presentidos, sus playas serenas y tranquilas y sus palabras, que impresionan por su majestad, dan al alma una absoluta placidez… El espíritu se dilata y llega a sentirse naturaleza. El aire puro y fresco, la brisa levemente húmeda, los copudos y pequeños árboles ya no son elementos extraños a la vida anímica. Ya no es el terror que causa el viento huracanado de las tierras africanas, ni el respeto que imponen al hombre el Ganges y las selvas hindúes. No. Es la sonriente invitación de la naturaleza al espíritu para compartir el mismo goce y la misma vida…

    Ahora pienso que no en todas partes se puede hablar de diferencias entre espíritu y materia. Hay regiones donde el espíritu se aleja del mundo porque éste le impone miedo o devoción, esfuerzo o guerra; como hay otras partes de la tierra donde la unión es absoluta y no se siente diferencia entre pensar la vida y vivir el pensamiento. Aquí se puede asegurar que pensar la vida y vivir el pensamiento son una misma cosa. Tal vez la muerte se resuelva en este estado y proceso, y, es por ello por lo que el cementerio de este paraíso, en lugar de imponer tristeza y pavor, da la impresión de una risueña alabanza a la unidad trascendental.

    Solo aquí voy sintiendo el misterio de la sensibilidad nipona, incomprensible para la razón occidental; y el porqué se adentran en las formas vivientes de la tierra, las múltiples manifestaciones anímicas del pueblo japonés. Sólo aquí me doy cuenta de por qué las doctrinas de Budha, Cristo o Confucio en el Japón, han llegado a tener la apariencia de expresiones bellas, de significados sensibles… Y es que lo religioso se ha confundido con el oleaje amoroso de las playas, lo abstracto con la simplicidad de la brisa, lo subjetivo con la plasticidad de las laderas de sonrientes prados y de grandiosos arbustos, y la intranquilidad espiritual, con la serena cadencia de un océano y un cielo misteriosos.

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    Dr. García de Mendoza en Honolulu

    Ola de Korín

    Alma del océano

    Ola inmensa que llevas fuerza y te deshaces en brillante pedrería.

    Ola que guardas en tu seno el fantástico tropel de peces de infinitos colores y las conchas nácar guardadoras de perlas de incomparable pureza.

    Ola de Korín, que alientas la tempestad y llevas en tu cuerpo el reflejo del macrocosmos.

    Ola inmensa de Korín.

    Capítulo III

    «En el mar de Japón»

    Mira allá abajo sobre la ribera del Ki.

    ¡Oh, qué hermosos y abundantes son los verdes bambúes!

    El libro de los Versos

    «En el mar de Japón»

    La naturaleza llega a mi espíritu en forma nueva para mi existencia. Quisiera anegarme en las maravillosas faunas que guarda el Océano. Quisiera llevar por siempre gravada, no sólo en la memoria y en la imaginación, sino en los sentidos, la plasticidad de los peces del Pacífico, la multiplicidad de sus colores, la riqueza de sus formas y la maravilla de sus fantasías.

    El pez que lleva por aletas gasas, el que tiene el aspecto de un rinoceronte, el que va dejando tras sí los hilos de seda, el que

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