Lo Secreto Del Mantenimiento Industrial

Por Tomás Sosa Vázquez

,Este no es un libro tcnico, es un libro prctico con comentarios de origen tcnicos, no pretende ser un curso de los temas que se plantean, la intencin es que sea un manual que pueda ser consultado y entendido iniciando desde cualquier captulo sin que sea necesario leerlo desde el principio, es un libro que habla en forma totalmente distinta a cerca de lo que es actualmente el mantenimiento industrial, es una exposicin nada tcnica, no contiene nmeros, frmulas matemticas, clculos o problemas resueltos, aqu se pretende dar una visin prctica y humana de la forma de ofrecer, contratar o ejecutar mano de obra calificada.
Quienes han escrito acerca del mantenimiento ha sido en base a la experiencia acumulada durante largos aos de estudio, o son especialistas en ciertas rea de servicio de quienes se ha tomado su palabra como verdad, por lo que hablar de mantenimiento es extenso y nada sencillo, a pesar de que es un tema que no tiene exclusividad se requiere de estar o haber estado junto a l para hacerle una crtica bien intencionada, estas pginas tratan de hacerlo para quienes de alguna manera venden su fuerza o su inteligencia,
La terminologa que le han dado a todas las acciones los que han escrito sobre este tema la encontraremos aqu en su mayora y respetaremos en su totalidad, omitiremos algunos trminos que para esta exposicin no son relevantes, que como teora suenan bien, pero si son llevados al terreno prctico como pretende ser esta exposicin pasarn desapercibidos en el momento mismo de la accin.
En esta narrativa ligera y sin el embrollo que produce la frialdad de la teora de la ciencias exactas aplicadas a la tcnica practica, involucro la subjetividad humana dedicada al servicio de mantenimiento con el ptreo sentir de la industrial moderna, donde fcil es encontrar informacin referente a nuestra profesin u oficio expresada con calidad y precisin pero, donde la mayora se olvid de algo muy importante;
Hablar del recurso inteligente minimizado" o explotado? En donde ya es visto igual que mquina.
De la conexin ignorada entre administracin -- tcnica humana -- planta productiva,
De la inteligencia inexistente para poner al ser humano en armona con su entorno laboral,
De las alternativas desperdiciadas para que el producto de sus actuacin tcnica sea de calidad.
Tiene duda de lo que estos renglones afirman? Pregunte usted a un tcnico asalariado qu trato ha recibido por parte de de alguno de sus individuos con poder de algunas empresas.
Toda actividad humana genera un producto, aqu se le hace una crtica objetiva a ese resultado que an cuestionado tiene utilidad, la lgica dice que si se pone en orden se puede optimizar, contrasta la dureza critica con la suavidad fantstica de algunos renglones escritos a propsito para que sirvan como reflexin y en los que tambin se proponen soluciones, puedo decir que la familia compuesta por la mano de obra calificada est esperando algo como este libro porque aun no existe, ya no esperar ms porque, a partir de este momento, lo tiene en sus manos
Perecer en algunos reglones que la amargura escurre por mi boca y que la ingratitud se mese en algunas frases de esta obra pero no es as porque aunque fui de los tcnicos bien tratados, eso no me impidi mirar las injusticias que se cometen cuando dices con razn la opinin que hiere conciencias sensibles solo a ciertos temas, o no me di cuenta del dolor ajeno cuando el error apareci en algn actuar y fue capaz borrar todos los aciertos que se pudo tener hasta ese momento, y algo importante: jams dej de criticar la improvisacin que apareci cuando no existi planificacin y las acciones desordenadas se apoderaron de todas las rutinas dando la impresin de estar utilizando formas correctas.
La gratitud y cario que siento por este oficio me exige pero al mismo tiempo es mi propsito ser duro pero imparcial, crtico pero justo, sincero ms no cnico, acaso mordaz pero nunca mal intencionado. Me ilusiona pensar que estas palabras pueden ser alimento para los ojos h

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 18 dic 2014
• ISBN: 9781463390617

Tomás Sosa Vázquez

Allá en el sur de México, a la entrada de la mixteca en la Sierra madre del sur está La Ciénega, estado de Puebla, en ese lugar llego Tomás al mundo en 1954, un niño que al crecer se hizo inquieto y desinhibido, dicen que inteligente, en edad escolar era el que bailaba declamaba y cantaba, fue el cuarto de ocho hijos de don Vicente y doña Sósima, pero en La Ciénega, como en casi todos los pueblos de escasa cantidad de habitantes no había escuela más que solo para aprender a leer y escribir, por lo que su deseo de aprender lo llevó a "La Ciudad del Niño Campesino", internado ubicado en Tetecalita, estado de Morelos. En unas vacaciones al conocer sus padres las condiciones que ahí se vivían ya no le permitieron regresar y tuvo que ayudar en las labores del campo. Para terminar la enseñanza básica tuvo que caminar de su pueblo a otro pueblo, doce kilómetros diarios junto con otros niños, La necesidad y su espíritu aventurero lo llevo de la tranquilidad del campo al bullicio citadino de de la ciudad de México donde convivió y compartió con familiares y amigos sus penas y alegrías de juventud. La suerte lo llevó a la empresa en la que trabajó durante cuarenta años, ahí empezó aplicar sus estudios truncados de técnico en electrónica, los que después de algunos años gracias al apoyo de su esposa pudo terminar, quien además le regaló tres hermosos hijos. Ya en el retiro laboral asalariado no termina con las metas o sueños que se impuso desde niño y quisiera que le alcanzara la vida para poder lograrlas. Desde algún lugar de México para los amigos del mundo de la lectura.

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Copyright © 2014 por Tomás Sosa Vázquez.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014914377

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Fecha de revisión: 16/12/2014

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CONTENTS

DEDICATORIA

INTRODUCCIÓN

La mano de obra cualificada.

¿Hay secretos en el mantenimiento?

CAPITULO 1

GENERALIDADES DEL MANTENIMIENTO

Objetivos precisos

Los cuerpos productivos y sus necesidades

Capacitación

Los recursos

Compensación extraordinaria

Los técnicos de servicio

Nuevas tecnologías

El ingeniero sobre calificado. Anécdota

Formas de hacer mantenimiento

Redundancia

Formas de redundancia y aplicación

Mantenimiento a un sistema redundante

Origen de los fallos

CAPITULO 2

LA SEGURIDAD EN EL TRABAJO

Una historia verdadera. Anécdota

¿Qué es un accidente?

Origen de los accidentes

Deficiencias físicas

Los pecados del mantenimiento

Formas de seguridad

La prevención de riesgos

Medios de prevención

El riesgo emocional en el ser humano

El abuso en la producción

CAPITULO 3

LA FUNCIONALIDAD INDIVIDUAL Y DE GRUPO

En recuerdo de un grande. Anécdota

Las joyas del prestador de servicios

Tensión Laboral

Orden

Reglas

Personalidad

Motivación

Coordinación

Organización

Control en los grupos

¿Qué es la autoridad?

La remuneración

CAPITULO 4

LA COMUNICACIÓN

El modelo. Anécdota

La expresión verbal y corporal

Perfiles de razonamiento

Formas de diálogo y de razonamiento

El razonamiento distinto. Anécdota

Las órdenes de trabajo

Ejemplo de una orden verbal

CAPITULO 5

EL MANTENIMIENTO INDUSTRIAL

Lo antiguo y lo moderno

El empresario. Anécdota

¿Qué es el mantenimiento?

Planificación del mantenimiento

La ingeniería en el mantenimiento

Tipos de mantenimiento

Las correcciones

Las reparaciones

Sustitución de partes

Las modificaciones y la originalidad

La limpieza

Rutinas de mantenimiento

Mantenimiento en los procesos

El orden en las revisiones

El calentamiento en los dispositivos

Los viejos técnicos y los jóvenes ingenieros

El Sr. G T Anécdota

Sencillez y complejidad del mantenimiento

Mantenimiento a un generador de vapor

Su generalidad

Formas de trasmisión de calor:

La combustión y la termodinámica

Los riesgos en estos recipientes

Su mantenimiento

Las nuevas instalaciones

El Robot

CAPITULO 6

LAS REGLAS DEL MANTENIMIENTO

Reglas, estándares y normas

Los estándares

Estándares para un técnico

Los diagnósticos fallidos

El plus en el servicio

Estándares generales para el individuo

Estándares generales para un cuerpo productivo

Estándares para un grupo

Algunos estándares

Algunos estándares

Pasos de acción concreta en un servicio de mantenimiento

Estándares para la garantía

El estándar de transparencia.

La bitácora

La hoja individual de servicios

La ficha técnica

La bitácora general

Los recursos humanos

Estándar de calidad en el mantenimiento

La memoria escrita

Los formatos

Los jamás del servicio

Especificaciones.

Los procedimientos.

Los protocolos

Unidad productiva

Los reportes escritos explicativos

CAPITULO 7

TEMAS COMPLEMENTARIOS

Los talleres de mantenimiento

La información

Las refacciones

El orden y la limpieza

El personal ocioso

La seguridad en los talleres

El técnico de banco

El banco de reparaciones

CONCLUSIÓN

El futuro del mantenimiento

¿Se puede ser potencia?

EL FINAL

VOCABULARIO

Términos Técnicos Industriales

Abreviaciones

BITÁCORAS DE MANTENIMIENTO

DEDICATORIA

Mis bríos, sosegados ya por el implacable tiempo, se movieron inquietos agitando los apacibles recuerdos, trayendo a cuenta 8 horas diarias de 10950 días en los que estuve pensando casi siempre en lo mismo, resolver un problema de mantenimiento, los quise plasmar y dedicar a quienes son los pilares que sostienen todo mi ser, en ello va implícito, mi eterno agradecimiento.

A ‘ti, mujer amiga y esposa siempre correcta, de timón firme, tratando de corregir lo incorregible de mi existencia, pero también; dándome siempre tu amor, tu alegría, tu comprensión y apoyo para conseguir lo que juntos; hoy somos. Tienes más que ganado mi amor, mi agradecimiento; el respeto de mi pensamiento, de mi palabra y de mi obra.

A ustedes, mis hijos, el regalo más grande con que Dios y mi esposa premiaron mi existencia, les doy las gracias por ser el combustible del motor que impulsó mi accionar cada milímetro de mi jornada; motor que hoy, con revoluciones más tranquilas, no desea suavizar su marcha; esta marcha que ustedes hacen con su actuar de cada día, más ligera y fácil. Gracias por hacerme sentir en esta etapa de mi vida: tranquilo, querido, orgulloso, útil y satisfecho.

El desagradable recuerdo de aquel consejo dado no de buena manera, aún a mi alma con dolor lastima, pero lo desvanece mi gozo reposado, al mirar cómo van andando su camino.

A mis padres, porqué en el surco de su existencia me hicieron crecer, aún continúo en el intento de no defraudar su palabra y su desvelo, y sé que desde allá, me sonríen y me cuidan.

A mis hermanos, quienes mi niñez llenaron de alegría, cuando los juegos con la risa y a veces con las peleas, fueron los forjadores del cariño que hoy orgullosos nos une.

A mis familiares, quienes me dan distinción con su gran cariño, sepan que son y serán siempre correspondidos.

A mis amigos, por su plática de palabra sincera, la cual me llevó la reflexión o provocó mi risa.

A mis compañeros y mis rivales en el trabajo, quienes también existieron; gracias por poner la medida del saber tan alta, la que me dio motivación para cada momento, y para continuar en el esfuerzo de intentar superar.

Con el deseo de vaciar lo que mi conciencia guarda, paso por los recuerdos de momentos complicados para pedir disculpas por probables ofensas, pero también deseo permanecer en los momentos que nos llenaron de alegría y de satisfacción.

Por el milagro de mi Dios, que programó mi existencia para estar en este lugar, y a la vez coincidir con todos ustedes para compartir espacio, tiempo y parte de la vida.

Siempre habrá en mi mundo un lugar especial que me hará recordarlos, con enorme cariño.

Alba Karla Eder y Cecilia

Mi principio, mi motivo y mi razón de ser

INTRODUCCIÓN

Y, ¿por qué Lo secreto Del Mantenimiento Industrial? Porque conozco lo que nunca se dice de los técnicos de servicio y del mismo mantenimiento en general cómo: virtudes, defectos, necesidades, bondades, obligaciones, derechos, buenas maneras y vicios que hay en esta profesión, aunque son los mismos, que hay en todo individuo que se gana la vida vendiendo su fuerza o su inteligencia, su actuación y su persona son consideradas públicas en el medio que se desenvuelven.

Porque sé del abuso, a que es sometido el humano y la máquina en aras de más producción.

Lo aquí expuesto, es producto de la experiencia de gran cantidad de horas dedicadas al servicio y tiene sustento en lo que se vive a diario en un centro de trabajo.

Mi andar en los caminos de mantenimiento por más de tres décadas, para una de las grandes empresas de México, me sugirió que hablara de aquello, que afecta o beneficia en forma directa al conjunto productivo; y que no encontré en los libros que consulté durante mi etapa de técnico.

Utilizaré el sentido figurado, para decir que aquí hablo de lo que no se ve pero se siente, de lo que se oye, pero no se puede repetir, de lo que en ocasiones huele mal, pero se está obligado a respirar, o de lo que es amargo y se tiene que tragar.

¡Qué ironía…! Mi crítica va dirigida, a lo que me dio de comer por tantos años.

Se dice que la objetividad se logra estando en contexto con los temas sometidos a juicio.

El prolongado tiempo que estuve inmerso en ese minúsculo mundo, me sitúa en ese lugar y me dice que sí cumplo el requisito, habrá momentos en lo que me verán en el escalón inferior del organigrama, para intentar trasmitir el sentimiento de aquellos que tienen el volumen de voz apagado y en ocasiones controlado en la escala más baja. Mientras que en otros, estaré en la punta de la pirámide criticando actos irresponsables, de aquellos que utilizan la acción estridente o la conducta indolente y no la mesura.

Trataré de que los que lleguen a leer estas páginas, comprendan el fastidio de voltear hacia lo alto para pedir equidad cuando hay trato injusto.

Perecerá que, en algunos reglones la amargura escurre por mi boca, y que la ingratitud se mece en algunas frases de esta obra, pero no es así, pues aunque fui de los técnicos bien tratados, ello no me impidió mirar o saber de las injusticias cometidas cuando alguien dijo con razón su opinión, la cual hirió conciencias sensibles a ciertos temas. Tampoco significa que no me di cuenta del dolor ajeno, cuando el error apareció en algún actuar y borró los aciertos que alguien tuvo.

Menos aún que dejé de criticar la improvisación que apareció cuando no existió planificación y cuando las acciones desordenadas se apoderaron de las rutinas, generando la impresión de usar formas correctas, además; no soy capaz de controlar o de callar la reacción causada por la impotencia que carcome, pero también me anima intentar la corrección aunque sea con palabras, las cuales están, tal vez fuera de tiempo, pero no de la realidad; porque conoces la problemática, pero no cuentas con el poder para remediar la situación; entonces, solo quedan los camino de la protesta airada que perturba, aturde y a veces lastima, o la omisión callada, que amplifica discreta, errores y defectos.

Intento, que no sean dichos atributos los que califiquen estas páginas, confío en que sea la crítica seria que busca soluciones y no confrontación la que distinga este pensamiento.

La gratitud y el cariño que siento por mi oficio, me exigen ser duro, pero imparcial; crítico, pero justo; sincero, mas no cínico; acaso mordaz, pero nunca mal intencionado. Me ilusiona pensar que estas palabras, puedan ser alimento para ojos de lectores hambrientos, los cuales al posarse en estos renglones, encuentren motivo suficiente para complementar su idea, o estas líneas sea un fertilizante que ayude a mejorar su pensamiento o pueda ser un revulsivo que reactive sus proyectos inconclusos.

Soñar, que esta sencilla nota servirá de reflexión o de motivación para corregir algún actuar errado en aquellos que se sientan tocados o tal vez lastimados por la severidad de este juicio iluso, es una utopía; pero así queda escrito.

No considero en forma mínima, tener capacidad para que, con disimulada conciencia e intención, se disfrace en estas páginas alguna frustración que haya soportado, tampoco para amplificar logros que haya tenido durante mi vida de técnico. Solo pretendo exponer la suma de errores y aciertos, acciones e intenciones que mantuvieron mi accionar motivado y atento; los que, en muchas ocasiones, traté de poner en práctica, aplicándolos en mí trabajo dedicado al servicio.

También pretendo, desde mi punto de vista particular, comentar aquello que faltó por hacer; así como exaltar y compartir, sin personalizar, las acciones que fueron atinadas para esta función, y criticar aquellas que fueron ocasión de injusticia o disgusto.

Aparecerá la fantasía en algunos de los pequeños relatos, solo para complementar unos capítulos de la obra, sin caer en personalizaciones, únicamente con la intención de hacer amena la lectura, pero sin perder la objetividad que exige una crítica.

Asomará por las rendijas de estos renglones, el esbozo de algún proyecto inconcluso o ni siquiera iniciado; así como el desconsuelo, la frustración o el mal sabor que dejaron actos injustos, los cuales intentaré no sepultar en el mar de palabras que componen la obra, mas procuraré que no asemejen un reclamo tardío, entendiendo qué no es fácil abstraer la razón a la predisposición o a la inclinación; más cuando das vuelta y ves en el camino las huellas que dejó cada acto realizado, o cuando al hacer el alto obligado, se sienten de nuevo los punzantes momentos que marcaron tu vida, los cuales, aun así, quedan aquí expuestos a la crítica de quien quiera leerlos.

Con frecuencia se dice que, lo que más se predica es de lo que más se carece. Si el mensaje que esta idea pretende proyectar, no concuerda en forma mínima con la personalidad que los caracteriza y en algún renglón, salta la palabra que hiere, molesta, lastima o incomoda algún espacio de vuestra existencia, no tendrán que darse por aludidos, porque lo aquí expuesto está pensado en forma ideal, con la única intención de darle rumbo a un actuar profesional, respetando siempre la objetividad que no deben perder los que estén inmersos en los temas de mantenimiento.

A pesar de que ésta función es totalmente objetiva y no es permisible que el sentimentalismo interfiera en el accionar de los individuos, el lado humano es tocado de forma reiterada; entonces, la subjetividad interviene en gran parte del trabajo y es necesario darle su lugar. ¿Por qué? Porque es imposible comportarse como robot donde coexisten seres que sienten y razonan.

Pensando en todo ello se escribió este libro, igual que en: gerentes o dueños que contratan o que prestan dichos servicios; jefes de planta o de producción; ingenieros o técnicos; operadores de maquinaria o de plantas; estudiantes, y aquellos que pretendan involucrarse en el tema solo como lectores que requieren información fresca, sencilla, ligera y sin compromiso de memorizar

La mano de obra cualificada.

Sumergidos en el trabajo, soportando la presión de los problemas del día, hay ocasiones que el instinto nos lleva irremediablemente a refugiarnos en la trivialidad de los temas sin relevancia, y las notas de novedad solo son importantes y atraen atención, cuando están dirigidas a nuestro campo de acción.

A inicios de 2014, leía la nota de un prestigioso periódico; un organismo internacional se refería a la fuerza laboral cualificada de mi país como deficiente, condición que dificultaba su crecimiento económico. Debo admitir que al calor del momento, sentí dicho comentario como agresivo hacia mí, tanto que se me incrustó una rara sensación de inconformidad y desagrado; me dolió leerlo, pues ello apuntaba directamente hacia lo que hago, y como técnico calificado que soy, no consentí tal calificativo.

Tal vez, acostumbrado a mi estrecho mundo de servicio, no imaginaba a qué grado las deficiencias técnicas de los grupos, se reflejan en una sociedad, de la cual todos formamos parte. Aún ahora, me resisto a aceptarlo como verdad. Sin embargo, la objetividad tiene que dominar sobre el sentimentalismo de los que con cuerpo y alma realizamos nuestro trabajo, lo que me llevó a sacar conclusiones realistas.

Recurrí entonces, a datos de principios de 2014 para entrar en contexto con lo citado en dicha nota: redondeando números, tomando como base 118 millones de personas. Aproximadamente, 20 millones de ellas pertenecen al sector industrial; de ese total, 3 millones están ligadas de forma directa al mantenimiento, y si contamos con que los servicios, la economía informal y los demás sectores productivos, también requieren de asistencia técnica, tendremos como resultado a un aproximado de 6 millones de personas dedicadas al mantenimiento, de las cuales, tal vez, un millón doscientas mil pertenecen al personal de servicio especializado.

Tomando como referencia la información sobre la deficiente capacitación que existe en el país según dicho organismo, llegó a mi pensamiento la siguiente pregunta: ¿Es complicado capacitar la mano de obra cualificada para no estar en la condición que dice la nota? Una forma de saber la respuesta, sería preguntando a los obreros y a los empleados que integran la plantilla laboral cualificada de la empresa pública y privada. ¿Cuántos de ellos, han recibido una verdadera capacitación, y cuándo? Su respuesta disiparía mis dudas, mas al no contar con la posibilidad de una encuesta, tendría que recurrir a lo vivido en tiempo real para aterrizar la inquietud, así como en los acontecimientos que hoy presencia el mundo.

El mercado de compradores exige calidad en los productos y pone condiciones para adquirirlos, es lógica la exigencia, pues no se van a poner en las vitrinas productos sin calidad; debo admitir, que la nota decía estar apoyada en estudios profundos del campo laboral, mientas que mi conclusión se sustenta en las observaciones e intervenciones que a diario se viven en los centros de trabajo.

Hoy las empresas productoras, tienen que sujetarse a los mandamientos de quienes comercializan mayoritariamente sus productos, entre esos mandamientos está: capacitar a su personal. Lo cual se hace, pero la mayoría de veces, de manera ligera y de forma poco ordenada, desafortunadamente, solo para llenar un requisito, y ello puede confirmarlo cualquier técnico asalariado, a quien si se le formula la pregunta, responderá, cuando su capacitación termina, que en efecto, fue capacitado; aunque solo hubiera recibido pláticas informativas de las que dan los vendedores de marcas para promocionar sus productos. En ellas, simplemente se proporcionan pequeños detalles importantes para el área de mantenimiento, pero raras veces se ofrece capacitación verdadera, pues esta se logra solo cuando es impartida por alguien que posee conocimientos en condiciones reales de trabajo.

Los cursos de los vendedores o de los técnicos de instalación de equipos nuevos, ayuda, pero tiene la limitante del desconocimiento de las condiciones reales a las que está sometida la planta productiva, así como el mantenimiento que se le da en los procesos ya los equipos.

Es una verdad que los técnicos o ingenieros de mantenimiento serían excelentes instructores para capacitar de forma práctica a los operadores, y técnicamente, al mismo personal de mantenimiento, si se hiciera un programa acorde al momento tecnológico, al centro productivo y a las necesidades del personal involucrado en mantenimiento y producción.

Es justo mencionar que la verdadera capacitación resulta costosa y a veces imposible para los técnicos que quieren patrocinar sus conocimientos con sus propios recursos; en cambio, las empresas generadoras de tecnología y las agencias vendedoras ofrecen capacitación gratuita si su producto es elegido para formar parte de la planta productiva. Pese a ello, dichas capacitaciones no son aprovechadas para elevar el nivel de conocimientos de todo el personal, sino que, a ellas, únicamente, los tocados por la mano poderosa, tienen derecho; hecho que hace más grande la brecha entre los mismos técnicos.

Ahora entiendo por qué estamos en semejante nivel de capacidad técnica, el que indicaba la nota periodística.

Si se toma en cuenta lo publicado, los productores deben clasificar la capacitación como vital si pretenden llegar a otro nivel de prestigio y de eficiencia productiva.

¿Hay secretos en el mantenimiento?

En cuanto a la gestión general, es seguro que no, así como tampoco lo hay en la forma técnica, pero ¿en cuánto a lo humano? Seguro que habrá, nadie ha osado exhibir ni poner a la vista aquellos vicios que dejó toda una época, esa en la que personas con mínimos conocimientos se imponían manipulando a su manera el mantenimiento, mientras que los de escaso carácter y conocimientos, aceptaban ser tratados en muchas ocasiones de manera no digna.

Aquí, además de divulgar esas irregularidades, se intenta hacerles una crítica que ayude a optimizar el resultado general, revelando la existencia de factores negativos, pero también intentando poner orden a esa mezcla administrativa-técnico-humana, que no puede dejar de existir cuando se está dedicado a trabajos industriales.

En el mantenimiento moderno, son importantes: la prestancia, la cooperación, el interés, la disponibilidad, la honestidad y muchas actitudes positivas más, pero, ¿estamos formados para ser así? Habrá algunos que lo están.

Ahora bien, otra pregunta que cabe responderse es: ¿A qué área de mantenimiento pertenece o a cuál quisiera integrarse? Lo cual es lo de menos, pues lo único seguro es que si usted quiere formar parte de un grupo de este tipo, su actuar deberá estar comprometido a trabajar con seguridad, a ser funcional, a comunicarse con propiedad, a ser honesto, a renovar continuamente sus conocimientos, a ser comprometido y a seguir de manera obligada ciertas reglas. Por lo que más adelante, se dedicará espacio considerable a cada uno de dichos aspectos.

Por ahora solo daremos un ejemplo: en algún momento usted será llamado a dar un diagnóstico o se le pedirá su opinión sobre determinado tema; pero tal vez sea usted quien pida algún diagnóstico o alguna opinión. Deseará entonces encontrarse con alguien que esté presto a cooperar con interés, disponibilidad y de forma cortés; pues, ¡Qué agradable es convivir con personas amables y sencillas! Ahora bien, ¿Cooperamos los técnicos para mejorar el ambiente en el que nos desenvolvemos, poniendo en práctica dichas observaciones? Dejo abierta la pregunta para que cada quien la responda de forma sincera, porque si descubrimos que es insuficiente en nuestra personalidad esa forma de convivir en el trabajo, desde ese momento debemos comprometernos a que la primera obligación como prestadores de servicio, sea mantener conforme, como mínimo, al consumidor de nuestro producto, pero si a ello le agregamos lo antes dicho, nuestro servicio será, sencillamente, de calidad.

Misión de la obra. En primer lugar; hacer de la persona que quiera estar involucrada en este oficio, un individuo profesional en su trabajo; dándole, por medio de estas páginas, las herramientas abstractas y concretas, adecuadas a su función y la exigencia de la actualidad.

En segundo lugar; ayudar a implementar programas y procedimientos de mantenimiento adecuados a los sistemas productivos modernos, con ejemplos impresos en formatos de servicio individuales, para documentar fallos, y para que no se pierda el ritmo de actividades sujetas a control de tiempo, ajustadas cronológicamente para que permanezcan en óptimo estado.

En tercer lugar; brindar consejos sencillos y prácticos, hasta llegar a los procedimientos complejos que se dan en la industria, y para ello, los ejemplos dinámicos expuestos aquí, pueden ser de mucha utilidad.

Visión de la obra. La encontraremos en la parte subjetiva del tema tratado, donde, un particular punto de vista, expresará la necesidad de llevar el mantenimiento a un terreno con sentido humano-técnico-práctico, ejemplificado con acciones ficticias pero reales en la práctica cotidiana, al ofrecer, realizar o contratar un servicio, y darle una guía práctica, a todo aquel que esté inmerso en el mundo del servicio de modernidad, y algo más complejo aún; tocar los paradigmas que existen en esta profesión, referentes a la autoridad y al comportamiento que despliega el sujeto en su actividad.

En este punto, se intenta poner dichos paradigmas como verdades tangibles, para respetar, y con ello regular, la actuación del individuo o de los grupos ligados a dicha función.

Propósito. Orientar al nuevo empresario o a los dueños de equipos productivos, para que analicen si su patrimonio está bien protegido, y si está produciendo con eficiencia y en forma segura, ¿cómo se logra? Una de las formas es: proponiendo soluciones para un problema, hasta cierto punto común, pero nada agradable, cundo se trata de invertir en la materia prima humana: "capacitación al personal de todos los niveles que va a estar en contacto con sus equipos": operarios, coordinadores, controladores de calidad, jefes de área o de grupo, técnicos e ingenieros dedicados al servicio de mantenimiento.

Debe tomarse conciencia en el mando superior de que hay trabajos que requieren del esfuerzo físico, pero que a cambio, hay otros que necesitan más de conocimientos, para que sean tomadas las decisiones que hagan la diferencia al recomendar funciones acordes con las capacidades, fomentando algo importante que pocos mandos superiores tienen en cuenta: la opinión del personal técnico y de operación cuando de hallar soluciones se trata.

¿Quién conoce mejor los equipos? El que está siempre con ellos; operadores y técnicos se vuelven prácticamente una extensión de estos, a tal grado que el tacto, los sonidos, los movimientos, los olores y hasta los sabores, son aspectos que solo ellos pueden distinguir, diferenciar y ubicar con precisión en los sistemas de producción, desarrollan su sensibilidad a tal grado que, el funcionamiento de los mismos es su especialidad.

¿Le ha pedido alguna vez al operador de su máquina o planta productiva, que realice un reporte por escrito, enumerando aciertos y problemas existentes, referentes al producto que elabora? A los jefes de grupo, ¿les ha pedido su opinión escrita, con respecto al comportamiento técnico y humano del personal a su cargo? ¿Lo ha hecho? Bien por eso.

Es seguro que los problemas técnicos, humanos y de producción, son conocidos por todos los involucrados que trabajan en el área, tengan por seguro que de algunos problemas, ellos tienen en su cabeza el ochenta por ciento de la solución o simplemente mejora, solo es cuestión de no negar la importancia que tienen; además no sería justo que solo denunciaran los problemas, es importante darles confianza para que su conocimiento, ayude a encontrar soluciones.

Apoyar al personal de coordinación, al de control de calidad, a los jefes de área a los grupos y técnicos de mantenimiento con ideas para que sepan lo importante que es, tomar decisiones correctas, en las que siempre estará involucrado el producto final de un aparato máquina o planta con el esfuerzo humano. Cuando se sabe armonizar, la fuerza mecanizada con la fuerza inteligente, los procesos alcanzan su máxima curva de rendimiento.

Demostrar al personal técnico, al de operación y a los dueños o clientes, la importancia de tener la presencia y funcionalidad de los equipos de producción en óptimo estado; la limpieza, aparte de hacer un ambiente acogedor y de ser importante en el desempeño a la hora de producir, hará que todo problema o fallo sea de más fácil localización. Este es un tema no agradable para el