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Niño de Agua y las mariposas
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Niño de Agua y las mariposas
Libro electrónico82 páginas59 minutos

Niño de Agua y las mariposas

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Información de este libro electrónico

Niño de Agua ha llegado al mundo para descubrirlo. Una mariposa será su amiga y consejera desde el inicio y junto a ella entenderá de dónde vienen las flores, para qué sirven los ríos, por qué los animales se alimentan unos de otros, cómo es que él ha llegado a existir. El mundo es ese juego de niños del que él quiere formar parte y la mariposa

IdiomaEspañol
EditorialPalabra Libre
Fecha de lanzamiento19 jun 2020
ISBN9781942963202

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    Niño de Agua y las mariposas - Janiel Humberto Pemberty

    Janiel Humberto Pemberty

    Niño de Agua

    y las mariposas

    A

    Ana María,

    en quien se regocija mi corazón.

    Esta historia de Niño de Agua y sus Mariposas

    es testimonio de la fuerza con que Mamá Tierra alienta

    a sus criaturas y por eso perdurará en la memoria del tiempo.

    Nota del autor:

    Mucho tiempo después de los primeros sucesos de esta historia, algún poeta de la Grecia antigua, bajo la expresión flor en vuelo, nombró a todas las mariposas. La historia de la Iris original, que el lector encontrará más adelante, es una ilustración de aquella metáfora.

    Índice

    Primera Parte

    Niño de Agua mira las estrellas

    1      Incómodo nacimiento

    2      El rey, su corte y sus vasallos

    3      El mundo según Iris, la mariposa

    4      La Iris original

    5      La noche y el sueño

    6      Iris consagra su vida a Niño de Agua

    7      El tigre y la gacela

    8      Niño de Agua comprende su destino de fluir

    9      El fatídico verano

    10      Entre el fuego y la lluvia

    11      Feliz reencuentro

    12      El origen de la lluvia

    13      El espíritu de la risa

    14      El lago

    15      El lago ilimitado

    Segunda Parte

    Quien da sus aguas al río, se hace río;

    quien da sus aguas al mar, se hace mar

    16      El portentoso trabajo de Niño de Agua para seguir siendo río y llegar seguro al mar

    17      Un gran aliado

    18      Niño de Agua recibe una revelación asombrosa

    Tercera Parte

    El tiempo del hombre

    19      Un mono distinto

    20      Las extrañas particularidades del hombre

    21      El progreso

    22      Miasmas mortales

    23      Una visita inesperada

    Primera Parte

    Niño de Agua mira las estrellas

    1

    Incómodo nacimiento

    En aquellos tiempos un arco iris de tonalidades festivas que iba de un horizonte a otro de Mamá Tierra, alegraba la vida a todas las criaturas. Y aunque las montañas en proceso de formación mantenían a Mamá Tierra en un continuo sobresalto, la vida bullía gozosa por doquier y sobraba abundancia para alimentarla. Igual que hoy, nuestra madre primigenia era el hogar más hermoso y seguro que podría existir para la incontable multitud de seres que la poblaban.

    En esos mismos tiempos también, como un bebé dormitando en el vientre de su madre, el protagonista de nuestra historia yacía somnoliento en las entrañas de nuestro planeta.

    Pero cierto día un poderoso meteorito que transitaba cerca de Mamá Tierra perdió el control deslumbrado con su belleza y traspasó la barrera protectora que la defiende de acercamientos peligrosos o indeseados. Y como era inmenso terminó chocando con ella con enorme estrépito y abriéndole un cráter de decenas de kilómetros de profundidad en su zona tórrida. El encontronazo desencadenó un incendio de proporciones enormes, redujo a cenizas los bosques gigantescos cercanos al cráter y levantó una nube de polvo que cubrió por completo el cielo, arrebatando a Mamá Tierra el calor y la luz de Sol. Y sin ellos, nuestra golpeada Madre entró en una larguísima noche helada. Los árboles que el fuego no había alcanzado murieron de frío en la oscuridad y arrastraron consigo a los dinosaurios que alimentaban y a no pocas especies de tamaño menor, por lo que el renacer de la vitalidad perdía toda esperanza. Pero el mayor y más impredecible prodigio del vastísimo universo, la vida, se las ingenió para superar el percance y continuar triunfante su camino de evolución.

    Luego del golpetazo, herida y yerta, Mamá Tierra entró en un penoso periodo de convalecencia. Y hasta el protagonista de nuestra historia cayó en un prolongado letargo después de la sacudida que en sus aguas causó el meteorito.

    Pero como dicen por ahí, nada es eterno bajo el sol. Y mucho tiempo después, muchísimo si tenemos en cuenta la edad de nuestra Madre Mayor, la polvareda desapareció por completo del cielo. Y recuperada de su postración volvió a ser la abnegada Madre de todos sus hijos mientras cicatrizaban sus heridas. Con qué renovados bríos entonces la vida comenzó a desbordarse de nuevo aunque de manera gradual, pues como se sabe, la naturaleza se toma su tiempo para perfeccionar a sus criaturas, y aquí y allá numerosas especies evolucionaron de las sobrevivientes de la noche helada.

    Cuando los mamíferos llegaron a la cima de la evolución, Mamá Tierra sufrió algunos remezones internos y las aguas subterráneas que alimentaban el lago de nuestra historia fluyeron hacia él con fuerza impetuosa y lo sacaron de su letargo como un sacudón inesperado nos saca del sueño. El sorpresivo volumen de esas aguas colmó el espacio subterráneo del lago, y fue tal la presión que este ejerció sobre las capas de suelo que lo contenían, que ellas no pudieron resistirla y debieron apartarse para abrirle camino. El lago entonces salió hacia el cielo con la fuerza de una flecha que bien podría alcanzar a las estrellas, pero vino abajo cuando la gravedad venció la energía telúrica que lo empujaba. Y sintiendo que desaparecía en el vacío, comenzó a caer vuelto arroyo sobre una montaña que la luna llena cubría con un esplendor de oro blanco.

    2

    El rey, su corte y sus vasallos

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