Xochimilco, lodazal ecológico, fraude en suelo de conservación… y amenazas
Debajo de unas palmeras, sobre Periférico Sur, en el lugar donde construyen el puente vehicular Periférico Sur-Cuemanco, hay un campamento abandonado: sábanas raídas que funcionan como cortinas de una habitación, un sillón de vinipiel, caguamas vacías, botellas rotas, ropa de niña extendida sobre algunas piedras y ramas, páginas de una revista pornográfica, una colcha repleta de húmedas manchas de todo tipo.
“Me parece preocupante que haya ropa y zapatos de niña”, dice la defensora medioambiental Claudia Zenteno frente a la escena, durante una expedición para documentar los avances de la obra que debió ser entregada en diciembre de 2020. Sin embargo continúa, a pesar de que en abril pasado el decimoquinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito ordenó suspender las obras en la zona del humedal.
Zenteno camina sobre un sendero de bolsas de basura, ramas secas y llantas ponchadas, justo detrás del recién inaugurado Parque Ecológico de Xochimilco (PEX), por el cual el gobierno de la CDMX ha desembolsado 182 millones de pesos para su rescate.
“Esta es la parte invisible del PEX”, dice, mirando
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