Rayo Rosa

Por Rubén Cedeño y Fernando Candiotto

Presentación: El libro “Rayo Rosa”, de Rubén Cedeño, compila una selección de los más importantes escritos sobre este Rayo que aparecen en otras obras del mismo autor. Esto se ha realizado con la finalidad de que todo aquel que esté interesado en estudiar y vivenciar este Aspecto de Dios consiga, en una sola edición, diversos tópicos sobre este mismo tema. Esta compilación fue concluida y revisada por su autor en la ciudad de New York, en enero del año 2012. Que los Seres de Luz que trabajan para el Rayo Rosa del Amor Divino dispensen sus más hermosas bendiciones sobre todo aquel que toque, lea y estudie este libro.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Señora Porteña
• Fecha de lanzamiento: 20 mar 2020
• ISBN: 9789874973467

Vista previa del libro

Catañy

RESPECTO A LA OBRA

El libro Rayo Rosa, de Rubén Cedeño, compila una selección de los más importantes escritos sobre este Rayo que aparecen en otras obras del mismo autor. Esto se ha realizado con la finalidad de que todo aquel que esté interesado en estudiar y vivenciar este Aspecto de Dios consiga, en una sola edición, diversos tópicos sobre este mismo tema. Esta compilación fue concluida y revisada por su autor en la ciudad de New York, en enero del año 2012. Que los Seres de Luz que trabajan para el Rayo Rosa del Amor Divino dispensen sus más hermosas bendiciones sobre todo aquel que toque, lea y estudie este libro.

1

CONCIENCIANDO LA FALTA DE AMOR

Para poder realmente Amar, concienciar el Amor y usar el Rayo Rosa del Amor Divino, debemos darnos cuenta de la falta de Amor que podamos tener, y suplirla con Amor. Esto, a veces, puede ser difícil de reconocer. Siempre salimos a la defensiva, haciendo ver que amamos; es más fácil acusar a los demás de su falta de Amor, que ver esta ausencia en nosotros. Hay personas que dicen o decretan: Yo Soy Amor, a la par que rechazan, se separan, odian a quien merece ser amado y a cualquiera le dicen: me cae mal, no lo soporto. A veces, se ven estudiantes espirituales criticando, desahogando su odio contra alguien, y concluyen diciendo: Pero lo amo mucho, lo perdono. Por supuesto, esto no es Amor y hay que trabajarlo.

El proceso de amar, utilizar e irradiar el Rayo Rosa y la manera de vivir en Amor, lleva implícito, primero que nada, darse cuenta de la falta de Amor que hay dentro, comprender esto para disolverlo y suplirlo con Amor. Así comienza a surgir, por sí solo, el proceso de amar. El solo concienciar y horrorizarnos de la monstruosidad que hay en el odio, el rechazo, la separación, nos hará cambiar; en algunos casos será súbitamente, y en otros, lentamente, pero no nos dejará igual.

Generalmente, el orgullo personal nos impide darnos cuenta de la falta de Amor, ya que cada cual se considera a sí mismo, muy amoroso; pero no es así, y mientras esa falsedad impere, la misma será un impedimento para amar realmente.

Si no reconocemos primero nuestras deudas de Amor, estaremos trapeando arriba de lo sucio sin haber barrido antes, y así, la casa siempre quedará sucia.

Muchas personas andan buscando Amor, quieren tener amor, pero ¿cómo van a tener amor si reclaman, amenazan, condenan, discriminan y no perdonan al facilitador espiritual, a la pareja, a los hijos, a los amigos, a los estudiantes, a la gente de otras religiones, a las personas de diversas tendencias políticas, de otras nacionalidades? El comienzo del Amor está en dejar de quejarse, agredir, regañar, condenar o amenazar, y comenzar a agradecer.

FALTA DE AMOR

La falta de AMOR es una de las primeras causas de sufrimiento, ya que enferma, produce soledad, deprime y quita los deseos de vivir. Cuando no recibimos amor, es porque no damos amor. Todo es causa y efecto, se nos devuelve lo que hacemos.

TÚ PRIMERO

Si deseas ser amado, ama tú primero;

Si deseas ser besado, besa tú primero;

Si deseas ser abrazado, abraza tú primero;

Si deseas compañía, acompaña tú primero;

Si deseas que te hablen, habla tú primero;

Si deseas que te perdonen, perdona tú primero;

SEPARATIVIDAD

Uno de los actos más inconscientes, contrario a todos los principios vitales y totalmente falto de una Conciencia Despierta es la separatividad. No hay Amor en una persona que tiene celos o envidia, que critica y condena, que no participa de la manera de pensar o la creencia de otros y humilla a los demás. No hay amor en alguien mentiroso, intrigante, celoso y con envidia. La mente se distorsiona cuando sigue una ideología ciegamente y, a razón de ella, se divide, se fracciona, se conflictúa y entra en disputa con los demás. Esto es falta de AMOR. Odiar solamente le hace daño al que odia.

A veces, con la imaginación nos hacemos la idea de que somos amorosos, dulces y amables, pero es mentira.

No hay Amor cuando se tiene orgullo por los apellidos, por ser de determinada familia o clase social. La gente ha inventado esto, y es odio, porque rechaza a los que no fueron criados como el que se ufana del apellido o la familia. No se niega que existan diferencias entre los seres humanos, asunto que marca el estado de evolución; pero esto no justifica el rechazo.

NACIONALISMOS

Hay separación y odio en la discriminación por la nacionalidad. Se ha agredido mucho por este motivo. Cuando se dice: aquí, los de tal país, allá, los del otro país, se está separando; esto es creer en una mentira, porque todos somos seres humanos básicamente iguales, aunque cambie el idioma, la vestimenta, la idiosincrasia o la nacionalidad. Mientras estamos considerando la nacionalidad de alguien como una diferencia, hay falta de Amor. Mientras hay separatismo entre lo que decimos y lo que hacemos, entre nuestra nacionalidad y la de los demás; mientras hay división entre nuestro grupo religioso y el otro, no hay amor, tampoco religión.

Cuando alguien es ingeniero y se siente diferente, superior a la criada de la casa, y por eso la humilla y la trata mal, como a un ser inferior a quien no se le debe hacer caso, hay falta de Amor, aunque se disfrace esto de sofisticación y buenos modales.

Si estamos estudiando espiritualidad, toda separación y odio tiene que ser observado, comprendido y disuelto, entendiendo lo que verdaderamente es el Amor. Cuando estamos en unión con alguien y comienzan los reclamos: a mí me deben tratar así o debes ser de otra manera; todo lo que sea condicionante, impuesto o exigido, no es Amor. Eso es egoísmo, aunque esté disfrazado. No creamos que porque una persona besa y abraza mucho es amorosa; puede que sea una tremenda cursi.

POR MUCHO AMOR

Por mucho amor que creas tener, si no le sonríes al que tienes al lado, si no eres dulce y amable con la gente, si no sirves con gusto, no hay Amor.

Algunas personas, en vez de cohesionarse e ir a favor en la vida, se separan, dividen y deciden ir en contra; como actúan en oposición al principio natural de la Energía Divina, producen conflictos terribles dentro de sí mismas y, al exteriorizarlos, ocasionan disputas y hasta guerras. Sin Amor, odiando, criticando o rechazando, se impide la manifestación de la salud, la paz interior, la creatividad, prosperidad, belleza interna y progreso.

La manifestación contraria del Amor es estancamiento, inercia y flojedad para hacer las cosas. Comencemos a observar de qué estamos separados, para que veamos cuánto odio tenemos.

FALTA DE AMOR EN ESCUELAS ESPIRITUALES

Algunas personas llamadas espirituales viven muy inclinadas hacia la falta de Amor. Esto se puede observar en los miembros de ciertos grupos, que se dirigen con caras, gestos y palabras duras al nuevo que busca información o pregunta algo sobre la enseñanza o los libros. Otros, después que salen de las charlas, se deleitan en criticar al grupo, al que dio la charla o la forma de conducción de la reunión. No creas que por pertenecer a determinado grupo espiritual o religión eres amoroso o espiritual; eso no hace a nadie espiritual ni amoroso.

RECHAZO

Algunas personas creen que, por pertenecer a una escuela espiritual o tener más evolución, se deben separar de los demás, para no codearse con vibraciones bajas. Pero es al revés: mientras más adelantado estás, más te unes y haces vida de relación con la humanidad. No importa cuán evolucionado te creas, ni con cuál Enseñanza Espiritual que juzgues confiable te asocies; si estás separado y no tienes Amor, eso es prueba de tu atraso. La separatividad es falta de Amor.

Las personas separatistas que están en un grupo y dicen: Voy a sacarte de ese grupo o religión porque no es la verdad, no sirve, está atrasado, al actuar de esa forma, están demostrando que no tienen Amor. Amor es estar unidos con los demás, no separados.

No hay amor en alguien competitivo, que cree estar en un sendero confiable o recto, mejor que otro, o que dice poseer enseñanza oculta, para diferenciarse del que no lo está. Existen grupos llamados espirituales que, sin saberlo, están desactivados a causa de la separatividad. Algunos religiosos hablan de amor, cuando son los primeros divididos y llenos de odio, que agreden a los que no están de acuerdo con sus principios. Eso no es amor, aunque se hable mucho de él. ¿Por qué nos creemos distintos o superiores al estar en una Enseñanza Espiritual? Sentirnos diferentes es una manifestación de odio, porque es división. Si estamos tratando de asumir una vida religiosa, y religiosidad es religarnos con todo el conglomerado con que vivimos, la separatividad entre las demás escuelas espirituales no puede existir.

CONCEPTUALIZACIÓN DEL AMOR

Se conceptualiza mucho sobre el Amor Divino: que es el Espíritu Santo, que tiene una Directora llamada Lady Rowena, que hay un Arcángel llamado Chamuel y muchas cosas más. Lo curioso de esto, es que algunos de los que dicen saber mucho, leer y creer en estas entidades, odian, rechazan, critican a otros grupos espirituales, las cosas que hacen sus instructores y al resto de la humanidad. Lo único que esas personas tienen del amor es la palabra, el concepto, información y nada más; pero eso no es el Amor.

OBSERVEMOS EL ODIO

Veamos nuestra falta de Amor sin ocultarla ni disfrazarla con conceptos, creencias. Lleguemos al fondo más profundo y espantoso de nuestra falta de Amor, y nos asustaremos, porque, al llegar allí, no lo encontraremos; nos sorprenderá ver que desaparece, porque en la esencia más recóndita del ser humano no hay odio, sino Amor. Cuando llegamos a lo más profundo del odio y lo concienciamos en lo más oscuro, terrible y enraizado de nosotros, encontramos que no hay nada de eso.

Existe mucho miedo a sentirse o creerse con falta de amor, por los conceptos de odiar es malo, no odies. Entonces, entramos en conflicto entre lo que sentimos o debemos sentir, y, en vez de trabajar la falta de amor, tenemos un problema de ser o no ser amoroso; de este modo, el odio se convierte en un monstruo mental al cual tememos, y por eso lo atraemos.

AMARÁS DE TANTO DECIR TE