Oratoria consciente: Cómo lograr presentaciones orales que ilustren, inspiren y sorprendan

Por Ariel Goldvarg

A través de la oratoria expresamos ideas y transmitimos mensajes; pero también creamos experiencias en los demás. En ese sentido, las técnicas y los recursos tradicionales para hablar en público son útiles y necesarios, pero insuficientes si no tenemos un registro cabal de quiénes estamos siendo como oradores y el impacto de ello en nuestro entorno cada vez que abrimos la boca. Este fenómeno ocurre tanto en una conferencia, convención o taller, como así también en un encuentro personal, una reunión laboral y todo ámbito donde buscamos generar una conexión genuina con otros y crear algo con ellos.

• Idioma: Español
• Editorial: Granica
• Fecha de lanzamiento: 1 nov 2019
• ISBN: 9789506419318

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Sobre este libro

A través de la oratoria expresamos ideas y transmitimos mensajes; pero también creamos experiencias en los demás. En ese sentido, las técnicas y los recursos tradicionales para hablar en público son útiles y necesarios, pero insuficientes si no tenemos un registro cabal de quiénes estamos siendo como oradores y el impacto de ello en nuestro entorno cada vez que abrimos la boca. Este fenómeno ocurre tanto en una conferencia, convención o taller, como así también en un encuentro personal, una reunión laboral y todo ámbito donde buscamos generar una conexión genuina con otros y crear algo con ellos.

Oratoria Consciente propone un modelo práctico y directo para transitar ese camino que va desde el aprendizaje de recursos y técnicas para hablar en público hasta un proceso íntimo de transformación personal en donde lo que buscamos es lograr presentaciones ágiles que ilustren, inspiren y sorprendan. "Cuando hablamos creamos experiencias en los otros, al tiempo que también podemos crecer como personas, transformándonos a nosotros mismos y nuestro entorno. Ello dejará esa pequeña huella única e irrepetible de nuestro paso por cada momento creado con los demás…"

Índice

Sobre este libro

Créditos

Ediciones Granica

Agradecimientos

Prólogo

Prefacio

Capítulo 1

Hacia una Oratoria consciente

¿Por dónde empezar?

Capítulo 2

El modelo

Tres claves para una presentación

Principios para una Oratoria Consciente

Capítulo 3

Consciencia del contenido

La idea

Cómo llegar a esa idea

Los objetivos

El propósito

Los ejes principales

Los conceptos

Capítulo 4

Consciencia de la forma

La estructura

Obviedades no tan obvias

La introducción

El desarrollo

El cierre

Los recursos

Los recursos audiovisuales

Las actividades

Cómo presentar ideas, temas y conceptos

El storytelling

La improvisación, una carta en la manga

El humor al rescate

La memorización

Capítulo 5

Consciencia del contexto

Contexto ambiental

Contexto personal

Capítulo 6

Consciencia de sí mismo. El Yo

Yo soy siendo…

La dimensión ontológica

La dinámica emocional en la presentación

Contextos emocionales

El Yo y las habilidades técnicas

El cuerpo

Los gestos

La mirada

La voz

Capítulo 7

Estar presentes para una oratoria consciente

La presencia y las formas de ausencia en cada dimensión de la consciencia

Entonces…

Cómo lograr presencia en cada dimensión de consciencia

Presencia en relación con el Yo

Presencia en relación con el contenido

Presencia en relación con la forma

Presencia en relación con el contexto

Capítulo 8

Escenas tan temidas…

El pánico escénico

La regla del 100.001

El susurro de la osadía

Públicos difíciles

Capítulo 9

Pasos finales

La transformación personal a través de la oratoria

Un paso más allá de mí mismo

Mis tres amuletos

ANEXOS

Primeros auxilios en la cornisa

Charla: El hombre más grande del universo

Modelos de charlas breves

Técnicas para la voz

Bibliografía

Acerca del autor

Ariel Eduardo Goldvarg

Créditos

Fecha de catalogación: Julio de 2017

Diseño de tapa: Estudio Olivieri

Conversión a EPub: Daniel Maldonado

Reservados todos los derechos, incluso el de reproducción en todo o en parte, en cualquier forma

Ediciones Granica

© 2011 by Ediciones Granica S.A.

www.granicaeditor.com

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Agradecimientos

Sin duda, para muchos hay experiencias difíciles en la vida, como despedirse, reconocer un error, pedir perdón, etc. Agradecer no escapa a la lista, sobre todo cuando la gratitud queda grabada en un libro para la posteridad. Por esa razón y para no desentenderme de espantosas omisiones que por falta de reconocimiento quedarán como un acto de injusticia de mi parte, quiero agradecerte silenciosamente a ti. Sí, sí, a ti que estás leyendo ahora estas líneas y que al hacerlo me permites honrar a quienes contribuyeron de una u otra forma a esta obra. Titánica tarea la de agradecer; con el agravante culpógeno de mi condición de muchacho judío. Todo un acervo cultural sobre mis espaldas, que aún no termino de elaborar. Ya llegará el día; mientras tanto, me alegra agradecer, no sin antes disculparme ante aquellos olvidos posibles...

Puedo hallar cientos de referentes de quienes he aprendido y que fueron como un faro para que hoy sea quien soy. Pero todos ellos no son más que la expresión de las cualidades que admiro y puedo reconocer tan cerquita de mi corazón y tan a la mano. Todas ellas están presentes en mi familia. Todas, toditas, todas.

En Mauricio (Tito), mi papá, que con su calidad humana y su simpatía logra conectarse tan fácilmente con las personas, sin importar de dónde sean. Admiro su capacidad para adaptarse a cualquier estilo de interlocutor y su sentido del humor que desde chico me encantó. Sabe leer con simpleza las situaciones y encontrar la mirada práctica que las resuelva. En Norma, mi mamá, su aguda inteligencia y compromiso profundo con cada tarea que encara me enseñaron a no conformarme con la ligereza de las cosas y mirar más allá para encontrar mi lugar auténtico en lo que sea que haga. Incluso en mi búsqueda espiritual, que pudo haber empezado desde muy pequeño, cuando me ayudaba a conectarme conmigo y con mi cuerpo enseñándome ejercicios para relajarme cuando me dolía la pancita.

¿Cómo no sentirme honrado también por tener dos hermanos increíbles que me acompañan en cada paso de mi vida? Damián, con su generosidad y empuje constante. Un líder que no pasa inadvertido y deja su huella donde pisa con increíble humildad y compromiso. Destaco su capacidad para mantener la calma en situaciones desafiantes y difíciles. Esteban, con su impronta llamativa, su estilo divertido y su halo de gran tipo, siempre está disponible para otros; espontáneo, ocurrente y de buen talante, no hay lugar donde genere rechazo. Donde pisa genera alegría.

Tobías y Alan, motores de mi inspiración y consciencia. Su imagen cada mañana al levantarme y cada noche antes de dormir me recuerda que una vida a la altura de mí mismo solo puede superarse viviéndola a la altura de ellos. Transito de su mano el desafío de ser padre, descubriendo en mi camino el paso de la vida y la alegría increíble de disfrutar cada momento con ellos. En ellos recupero mi centro y mantengo la entereza para hacer frente a lo que surja. Lorena, mi cuñada, que sabe cuidar los detalles y está siempre atenta hacia el otro. Un modelo de excelencia. Aunque a veces quisiera matarla, aprendo de Lore el valor de las pequeñas cosas que hacen la gran diferencia. Galo, quien me regaló la experiencia de ser tío de sangre, con ternura de sobra para que se derrita hasta el acero más duro cuando sonríe. Andrea, que me regala con su amor de hoy un eterno presente con el hermoso reflejo de mi propia intensidad. Su entrega profunda y su compañía de tantos matices me empuja hacia delante; para crecer y mantenerme siempre despierto.

Con una familia así, no necesito más referentes. Pero sí, compañeros de ruta que fueron dejando pequeñas migas de pan en mi camino para alimentarme con sus enseñanzas, o a pesar de ellas:

Paula Estrada, colega, partner, maestra y amiga incondicional que siempre con su amorosidad y optimismo hace más livianas las cosas y me ayuda a sentirme seguro ante los desafíos de cada proyecto. También reconocer a managers como María Laura García, de Tenaris, que fue quien confió en mí el coaching para oradores de lo que fue el primer TEDx corporativo en Argentina. Gracias Walter Atencio, Giovanna D’ambra y su equipo, Laura Lazo y su equipo, y tantos otros clientes amigos que me permiten ser útil y acompañar a su gente para que logren cosas buenas. Laura Lagos, hermana y maestra espiritual que nunca deja de estar presente. Mi primo de Rosario, Ariel Goldvarg (tenía que llamarse exactamente igual que yo) que también confió en mí desde el inicio mismo de TEDx Rosario. Gerry Garbulsky y Melina Furman, que desde el Mundo de las Ideas y TEDx Avenida Corrientes marcaron un antes y un después en mi vida laboral y personal. Pablo Aragone, Ale Marcote, Deby Romero, Ariel Dávila y la grande Mica Akawie, quienes me han acompañado o me acompañan en el camino de la Oratoria Consciente en cada seminario y cada taller. A Sandra Merlo Aliendo, Héctor Olmos, Adriana Torres, Natalia Garrini, Maby Chavez, Flor Altina, Estefanía Gelroth, Aida Frese, Lucy Morend, que confían en mí, tomando el desafío de llevar a sus ciudades los seminarios de Oratoria Consciente. Ricardo Melo, quien me acompaña auspiciando cada evento de Oratoria Consciente. Adriana Penco, que me ayudó a parir con sus correcciones este libro.

Mis queridos Canuto Troppers del alma, que desde adolescente están ahí. Jenny T. Davaroff, que compartió sus técnicas foniátricas en el Anexo del libro.

Alejandro Melamed, quien me regaló su prólogo para este libro, todo un orgullo.

Mis colegas de ACLAT (Asociación de Conferencistas de Latinoamérica), que empujan para hacer del trabajo como orador un espacio de crecimiento y transformación. Alejando Puertas, padrino que me entregó mi diploma de locutor. ¡Soy locutor gracias a ti, hermano! A Alejandro Lyschinsky Kalb y Sonia Sosa Blanco, hermanos incondicionales de mi corazón. A Carlos Kacew, Sergio Strumb, Esteban Davidovich y Claudio Resnik. Mi presente contiene los mejores trazos de sus historias. También a Javier Yunes y Julián Domínguez de TEDx Rosario. Mis amigos del ICP, de GROW, de AXON, de la Escuela de PNL & Coaching, de Aden Business School, del posgrado en coaching de la Universidad San Pablo T (Tucumán) y de la Universidad Siglo 21 de Córdoba, grandes escuelas que siempre confían y han confiado en mí para despuntar mi pasión por enseñar. Colegas entrañables como Elena Espinal, Paulo Baldessari, Noemí Beraja, Mirna D. Mariño, Patricia Rodríguez Bidegain, Ariel Vargas, Silvana Milano, Carola Weiz, Valeria Laborato, María Isabel Santos, Lilian Maitino, Patricia Gutiérrez, Fernando Sáenz Ford, Vanina Soria, Adriana Sánchez, Loli Debenedetti, Clara Beleiro, Héctor Chaskielberg, Jaki Kerlakian, Andrea Vila y José Luis Revah, gran maestro y coach de quien he aprendido tanto a tantos niveles. Su impronta tan particular dejó en mí una huella presente en cada exposición que hago. ¡Gracias por confiar en mí, José! Por supuesto, no pueden faltar todos los participantes de los seminarios y cursos de Oratoria Consciente. Vamos por todo, vamos por más.

Gracias, gracias, gracias…

Prólogo

Con Ariel nos conocemos desde hace muchos años, pero nos reencontramos hace poco. Nos vimos pocas veces en nuestras vidas, pero podría afirmar que nos conectamos y entendemos muy fácilmente.

Compartimos algunas actividades e inmediatamente sintonizamos la misma frecuencia. Entendiendo nuestras diferencias y potenciando nuestras complementariedades.

Con su auténtica y profunda generosidad, me abrió sus brazos para ofrecerme parte de sus conocimientos, y comencé a recibir una catarata de experiencias y sabiduría que me ayudaron mucho en mi desarrollo profesional.

Es alguien que vive lo que predica, expansivo y multifacético, inquieto y provocador.

Peter Senge dijo alguna vez: Lo que somos trasciende lo que hacemos; Ariel nos demuestra cómo se materializa este concepto.

En Oratoria Consciente integra conocimientos y vivencias significativas, basado en autores reconocidos, pero –fundamentalmente– en todo lo que él fue aprendiendo y experimentando en múltiples y diferenciados contextos.

El texto es una invitación a compartir un camino, despierta curiosidad e interés, y conecta con cada tipo de orador.

Habla de contenido, de forma y de contexto, pero esencialmente del Yo. Y creo que ahí está el diferencial. La mayoría de los libros sobre esta temática abordan tanto contenido y forma como contexto, sin embargo, son pocos los que se animan a profundizar en el Yo. Y ahí está su valor agregado y su propuesta superadora.

Lo transmite de una manera rigurosa y directa, simplificando lo complejo y generando una lectura ágil, dinámica y abordable.

Hay una lógica presente todo el tiempo: la conexión con el lector. Es un viaje que se va compartiendo y en el que cada mensaje tiene su razón de ser a lo largo de todo el recorrido.

La humildad que transmite es parte de la esencia misma del modelo que propone, simple (pero no simplista), natural (y auténtico) pero a su vez muy elegante.

Su enfoque está destinado a mejorar la forma, pero fundamentalmente apunta al fondo, a ese Yo que tanto le apasiona. Es ciencia, con disciplina, pero impulsa el arte y la creatividad; cabeza y corazón, ser y hacer; cuerpo, lenguaje y emoción, todo ello en un sutil ensamble que estimula a dar lo mejor de uno mismo, recurriendo al niño que todos llevamos dentro, el Yo más profundo.

Tal vez una buena síntesis de Oratoria Consciente esté en la regla del 100.001 que nos ofrece. A pesar de haber podido escuchar infinidad de veces las ideas y conceptos, esta vez, la 100.001, no tengo dudas de que nos impactará y nos habilitará para que nos caiga la ficha.

Ariel lo presenta con una lógica ágil, inspiradora, sorprendente e ilustrativa, proponiéndonos atravesar los desafíos de hablar en público y sobreponernos a las escenas más temidas, apuntando al redescubrimiento y crecimiento personal.

Tal vez la palabra que más me resonó de todo el libro fue osadía. Porque considero que quien presenta debe ser osado para hacerlo y porque creo que para Ariel escribir este libro es un acto de osadía. En hebreo existe una palabra que define mejor aún el concepto: jutzpá. Si bien no existe una traducción precisa, en español podría ser insolencia, atrevimiento, descaro, audacia, coraje, valentía, valor, excitación, fervor. Desde mi punto de vista, Oratoria Consciente y Ariel representan cabalmente la idea de jutzpá. Porque no nos habla desde el lugar del sabio que sabe todo, sino desde ese coach honesto y transparente que nos desafía permanentemente a partir de una conversación profunda e intensa (y no menos divertida), saliendo de la zona de confort y visitando esos espacios tan especiales.

Para mí, más que un libro de oratoria es un texto de escuchatoria, porque no hay mejor orador que aquel que sabe escuchar a su audiencia y, como Ariel nos enseña, sobre todo ¡a nosotros mismos!

Alejandro Melamed

Director General de Humanize Consulting. Conferencista reconocido internacionalmente, consultor y referente en temas de estrategia e innovación disruptiva en rrhh, el futuro del trabajo, liderazgo, talento y marca empleadora. Fue vp de rrhh para Latinoamérica Sur de Coca-Cola, Gerente de rrhh y Gestión del Cambio en Molinos Río de la Plata y Consultor Senior en Arthur Andersen.

Autor de El futuro del trabajo y el trabajo del futuro (de próxima edición), Historias y mitos de la oficina (2015), ¿Por qué no? Cómo conseguir y desarrollar tu mejor trabajo (2012), Empresas (+) humanas (2010), Empresas depredadoras (2006), y de numerosos artículos y columnas de opinión sobre organizaciones, talento, liderazgo y vida equilibrada en los principales medios.

Columnista de radio en Perros de la Calle, Metro 95.1.

Contador Público y doctor en Ciencias Económicas, Universidad de Buenos Aires (UBA). Coach Senior (LLC-Fred Kofman). Executive Program Singularity University (Silicon Valley-USA).

Prefacio

Vivimos tiempos particulares. Cada etapa de la historia tiene su propio sello y su impronta. Más allá de diferentes perspectivas, seguramente podemos coincidir en que este es un tiempo muy dinámico, veloz, exigente.

Muchos de nosotros estamos expuestos a numerosas presiones y ansiedades. Esta época desafía nuestra velocidad para procesar información proveniente de múltiples ángulos. Estímulos de diferentes tenores. Tensiones que nos exponen y presionan cada vez más. La sensación es que todo ocurre muy rápido. Aún no terminamos de entender cómo funcionan las cosas y ya todo cambió. La quietud es una especie de mito que aparentemente solo puede experimentarse cuando tenemos la fortuna de sumergir nuestra cabeza bajo el agua…

A este tipo de público es al que le hablamos cuando hacemos una presentación. Y este tipo de público soy yo mismo cuando me encuentro sentado en una sala como espectador.

Frente a este panorama, nos resulta imprescindible encarar nuestras presentaciones de una manera muy diferente de la acostumbrada. Esta es una época donde la retórica, los juegos dialécticos y los discursos declamatorios han perdido el impacto y poder que tuvieron en la historia. La figura del sabio de pie sobre el estrado declamando inmutables verdades universales ya no tiene el atractivo de antaño. Son cada vez más los casos donde aquellos presentadores que ponderan verdades únicas y reveladas pierden rápidamente la atención de la gente. Estos son tiempos ambiguos e inciertos donde una comunicación con humildad y autenticidad logra mucho mayor impacto que desde la soberbia. No es cuestión de pomposas verdades grandilocuentes. Es cuestión de conciencia. De allí, surgirán, en todo caso, nuevas verdades útiles para los involucrados.

Por eso, necesitamos presentaciones orales que resulten ágiles, porque de otra manera nos dormimos, nos distraemos o simplemente dejamos que nuestra atención se dirija a cualquiera de los otros estímulos a los que estamos expuestos sin cesar.

También necesitamos que nos inspiren; es decir, que nos lleven a realizar nuestra propia búsqueda y nos incentiven a recorrer nuestro propio camino.

Asimismo, buscamos que nos sorprendan, para movernos fuera de nuestra zona de confort e ir más allá de las típicas preguntas conservadoras: ¿Para qué cambiar, si lo que vemos o escuchamos no nos aporta algo que valga la pena? ¿Para qué mejorar, si con lo que ya tenemos es suficiente? ¿Para qué aprender, si en diez minutos ese concepto será obsoleto? Y una extensa lista de para qué…. Una presentación que sorprende funciona como un excelente antídoto para disolver resistencias.

Por último, esperamos que nos ilustren, que nos dejen un aprendizaje, algún recurso o herramienta para lidiar con nuestras inquietudes, con el vértigo de la actualidad o con nuestros temores.

En síntesis, creo que en estos tiempos que corren, para poder generar algo realmente significativo no alcanza solo con comunicar eficientemente, sino que tenemos que ofrecer una experiencia, y esa experiencia no es una obra exclusiva del presentador, sino que se crea a partir de la conexión con el público y, por sobre todas las cosas, con nosotros mismos.

Llevo muchos años trabajando como coach con personas de diferentes ámbitos. Junto con mis clientes hemos transitado obstáculos de lo más variados; desafíos relacionados tanto con el campo laboral como con las dificultades más personales. La experiencia me ha demostrado que la cuestión central a la hora de comenzar un camino de autosuperación radica en gran medida en el grado de conexión que tenemos con nosotros mismos; es decir, con la capacidad de registro de nuestra realidad, nuestra consciencia. Por eso me he dedicado a organizar y pulir este método que en este caso voy a aplicar a la oratoria, al desafío de hablar en público. He tomado elementos de disciplinas como la locución, el coaching ontológico, el pensamiento sistémico y la filosofía constructivista. No se trata simplemente de un conjunto de herramientas que facilitan la comunicación con un determinado público. La Oratoria Consciente plantea la posibilidad de construir esa comunicación junto con nuestra audiencia, al tiempo que tomamos consciencia de nuestra propia identidad en el proceso, la pulimos, la desarrollamos y la expandimos. Nos ayuda a elevar la capacidad de registro con la que nos manejamos en general. El objetivo es reconocerse uno mismo y descubrirse en mayor profundidad para así hacer foco en los diferentes aspectos de las capacidades comunicativas y de conexión con los demás. Ahora bien, para poder desplegar mejor ese potencial es preciso conocer algunas cuestiones fundamentales que afectan al modo en que nos relacionamos tanto con nosotros mismos como con el mundo.

Luego de más de veinticinco años de mi primera exposición en público y más de quince entrenando a profesionales, empresarios y líderes de numerosas organizaciones en Latinoamérica, pude encontrar que hay algunos factores comunes presentes en cualquier ámbito de exposición en público. Me refiero tanto a presentaciones sobre un escenario como a reuniones, entrevistas y toda situación de comunicación, sin importar la cantidad de participantes. Entrando en una mirada diferente del mundo, este método plantea una diferencia radical: ya no se trata solo de comunicar para difundir mensajes, compartir ideas o explicar conceptos. Entiendo que hoy el reto radica en conectarse de manera genuina con el otro, generando una atmósfera particular y, sobre todo, creando una experiencia compartida que brinde valor a ese encuentro.

Por eso, la médula de este libro es, ni más ni menos, nuestra consciencia. O sea, nuestra capacidad de registro; nuestra habilidad para distinguir un fenómeno, reconocerlo y establecer las conexiones necesarias para poder crear