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La Verdad Sobre El Islam: Desmitificando Falsos Paradigmas
La Verdad Sobre El Islam: Desmitificando Falsos Paradigmas
La Verdad Sobre El Islam: Desmitificando Falsos Paradigmas
Libro electrónico765 páginas11 horas

La Verdad Sobre El Islam: Desmitificando Falsos Paradigmas

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Este libro presenta una imagen del Islam, lejos de las deformaciones y tergiversaciones que ha sufrido esta religin en el ltimo siglo. El contenido abarca temas tan amplios e interesantes como: los pilares y principios del Islam, nacimiento del Islam a travs de la biografa del profeta Muhammad (SAAWAWS), datos interesantes acerca del Corn con argumentos que demuestran que ste es un libro sagrado y mensaje de Dios, los eventos ocurridos durante las primeras tres dcadas despus de la muerte del profeta (SAAWAWS), los sucesos y factores que han influido en el surgimiento y desarrollo de corrientes y escuelas teolgicas en la nacin islmica, resmenes biogrficos de los profetas mencionados en el Corn, tales como Adn, No, Abraham, Jos, Moiss, David, Salomn y Jesucristo. En el ltimo captulo se desarrollan diversos temas considerados sensitivos, tales como: el Islam y la sociedad, la mujer en el Islam, el concepto -tan mal interpretado- del Jihad, los sistemas poltico y econmico en el Islam. Finalmente, se presenta una descripcin del Da de la Resurreccin y del Juicio Final, incluyendo las manifestaciones que indicarn el acercamiento de su ocurrencia.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento19 ago 2011
ISBN9781463307844
La Verdad Sobre El Islam: Desmitificando Falsos Paradigmas

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    La Verdad Sobre El Islam - Abdul Nabi Chaaban

    Copyright © 2011 por Abdul Nabi Chaaban.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2011914665

    ISBN: Tapa Dura               978-1-4633-0783-7

    ISBN: Tapa Blanda            978-1-4633-0785-1

    ISBN: Libro Electrónico    978-1-4633-0784-4

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive, Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Llamadas desde los EE.UU. 877.407.5847

    Llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    356356

    CONTENIDO

    TABLA DE FIGURAS

    PRÓLOGO

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 1. ¿QUÉ ES EL ISLAM?

    1.1 ISLAM: CONCEPTO vs. ETIQUETA

    1.2 PILARES DE LA FE

    1.2.1 CREENCIA EN LA EXISTENCIA Y DIVINIDAD ÚNICA DE DIOS O ALLAH

    1.2.2 CREENCIA EN LOS PROFETAS Y MENSAJEROS DE DIOS

    1.2.3 CREENCIA EN LAS ESCRITURAS SAGRADAS DE DIOS

    1.2.4 CREENCIA EN LOS ÁNGELES DE DIOS

    1.2.5 CREENCIA EN EL DIA DE LA RESURRECCIÓN Y EL JUICIO FINAL

    1.2.6 OTROS PRINCIPIOS DE LA FE

    1.2.6.1 La predestinación

    1.2.6.2 El Imamato

    1.3 PILARES DE LA ACCIÓN

    1.3.1 ACCIONES OBLIGATORIAS

    1.3.1.1 Realizar las oraciones obligatorias (Salat)

    1.3.1.2 Realizar el ayuno durante el mes de Ramadán (Siyam)

    1.3.1.3 Pagar impuesto purificador (Zakat)

    1.3.1.4 Realizar la peregrinación (Hajj)

    1.3.1.5 Otras acciones obligatorias

    1.3.2 ACCIONES PROHIBIDAS O ILÍCITAS

    1.3.3 ACCIONES DESEABLES

    1.3.4 ACCIONES DETESTABLES O INDESEABLES

    1.4 MUSULMÁN VS. CREYENTE

    CAPÍTULO 2. MUHAMMAD (SAAWAWS): EL ÚLTIMO PROFETA

    2.1 ETAPA PREVIA A LA REVELACIÓN

    2.1.1 PANORAMA SOCIAL Y RELIGIOSO EN LA MECA ANTES DEL NACIMIENTO DE MUHAMMAD (SAAWAWS)

    2.1.2 NACIMIENTO DE MUHAMMAD (SAAWAWS)

    2.1.3 JUVENTUD DE MUHAMMAD (SAAWAWS)

    2.2 ÉPOCA INICIAL DEL ISLAM EN LA MECA

    2.2.1 COMIENZO DE LA REVELACIÓN

    2.2.2 COMIENZO DE LA PREDICACIÓN Y REACCIÓN DE LA MECA

    2.2.3 PRIMERA EMIGRACIÓN: HACIA ETIOPÍA

    2.2.4 BLOQUEO SOCIAL Y ECONÓMICO

    2.2.5 AÑO DE LA TRISTEZA

    2.2.6 VIAJE MILAGROSO DE MUHAMMAD (SAAWAWS): ISRA´A Y MI´RAJ

    2.2.7 EN BUSCA DE APOYO FUERA DE LA MECA

    2.2.8 PACTOS DE AL ÁQABAH Y ADOPCIÓN DEL ISLAM POR PARTE DE MADINAH

    2.3 LA EMIGRACIÓN HACIA MADINAH

    2.4 ETAPA POST-EMIGRACIÓN EN MADINAH

    2.4.1 COMIENZO DE LA FUNDACIÓN DEL ESTADO ISLÁMICO

    2.4.2 CAMBIO DE LA QIBLAH HACIA LA MECA

    2.4.3 CORRELACIÓN DE FUERZAS DESPUÉS DE LA EMIGRACIÓN

    2.4.4 LAS PRIMERAS LUCHAS EN EL ISLAM

    2.4.4.1 Batalla de Badr

    2.4.4.2 Batalla de Uhud

    2.4.4.3 Batalla de la Trinchera (o de los Partidos)

    2.4.4.4 Pacto El Ridwán y Armisticio de Hudaybíyyah

    2.4.4.5 Batalla de Kháibar

    2.5 RETORNO TRIUNFAL A LA MECA

    2.5.1 PRIMER RETORNO A LA MECA PARA REALIZAR LA PEREGRINACIÓN MENOR

    2.5.2 EL ISLAM GANA MÁS ADEPTOS

    2.5.3 LA RENDICIÓN DE LA MECA

    2.6 CONSOLIDACIÓN DEL ISLAM EN LA PENÍNSULA ARÁBIGA

    2.6.1 ENVÍO DE ESCRITOS A PERSONALIDADES

    2.6.2 APLACAMIENTO DE FOCOS ANTI-ISLÁMICOS

    2.6.2.1 Enfrentamiento de Hunayn

    2.6.2.2 La conversión al Islam de la ciudad El Tá´if

    2.6.2.3 Incursión de Mu´tah

    2.6.2.4 Incursión de Tabúk

    2.6.3 AÑO DE LAS DELEGACIONES

    2.6.4 PROHIBICIÓN DE LA PEREGRINACIÓN EN LA MECA PARA LOS POLITEÍSTAS

    2.7 EVENTOS PREVIOS A LA MUERTE DEL PROFETA MUHAMMAD (SAAWAWS)

    2.7.1 PEREGRINACIÓN DE LA DESPEDIDA

    2.7.2 EVENTO DE GHADIR KHUMM

    2.7.3 Preparación de la Legión de Ousámah

    2.7.4 Día de la Catástrofe o Día de Arrazíyyah

    2.7.5 Muerte del Profeta Muhammad (SAAWAWS)

    2.8 OTROS ASPECTOS BIOGRÁFICOS DEL PROFETA MUHAMMAD (SAAWAWS)

    2.8.1 ESPOSAS DEL PROFETA (SAAWAWS)

    2.8.2 HIJOS DEL PROFETA (SAAWAWS)

    2.8.3 MUHAMMAD (SAAWAWS), EL HOMBRE VIRTUOSO

    2.8.4 MUHAMMAD (SAAWAWS) Y SUS MILAGROS PROFÉTICOS

    CAPÍTULO 3. EL CORÁN: EL MILAGRO VIVIENTE

    3.1 REVELACIÓN DEL CORÁN

    3.2 COMPILACIÓN DEL CORÁN

    3.2.1 PRIMERA COMPILACIÓN: REALIZADA POR ALI IBN ABÍ TÁLEB

    3.2.2 SEGUNDA COMPILACIÓN (ÉPOCA DE ABU BAKR)

    3.2.3 TERCERA COMPILACIÓN (ÉPOCA DE OUTHMÁN IBN AFFÁN)

    3.3 ESTRUCTURA DEL CORÁN

    3.4 CONTENIDO DEL CORÁN: TEMAS

    3.5 AUTENTICIDAD DEL CORÁN COMO PALABRA DE DIOS

    3.5.1 ELOCUENCIA INIMITABLE DEL CORÁN

    3.5.2. EL CORÁN: MILAGRO CIENTÍFICO

    3.5.2.1 El Universo y los planetas

    3.5.2.2 La Tierra y la naturaleza

    3.5.2.3 El milagro de La Creación del ser humano

    3.5.3 EL CORÁN: PREDICCIONES Y PROFECÍAS

    3.6 LINGÜÍSTICA DEL CORÁN: TEXTO ÁRABE Y TRADUCCIÓN

    CAPÍTULO 4. SUCESIÓN DEL PROFETA (SAAWAWS) Y PRIMEROS CALIFAS

    4.1 ¿PREPARÓ EL PROFETA (SAAWAWS) SU SUCESIÓN?

    4.2 REUNIÓN DE AS-SAQIFAH Y ACLAMACIÓN DE ABU BAKR COMO PRIMER CALIFA

    4.3 LOS PRIMEROS CALIFAs

    4.3.1 ABU BAKR

    4.3.2 OMAR IBN AL KHATTAB

    4.3.3 OUTHMÁN IBN AFFÁN

    4.3.4 ALÍ IBN ABÍ TÁLEB

    4.3.4.1 Virtudes de Alí, el Imam

    4.3.4.2 Comienzo de un califato turbulento: Batalla de Al Jámal

    4.3.4.3 Rebeldía de Mu´áwiyah

    4.3.4.4 Batalla de Siffín

    4.3.4.5 Al Khawárej y la batalla de Nahrawán

    4.3.4.6 Asesinato de Alí

    4.3.5 HASSAN IBN ALÍ

    4.4 DE CALIFATO A REINADO

    4.4.1 MU´ÁWIYAH, EL PRIMER REY AMAWITA

    4.4.2 DESIGNACIÓN DE YAZID COMO SUCESOR

    4.4.3 HUSSEIN IBN ALÍ Y LA MASACRE DE KARBALÁ´A

    4.4.3.1 Posición de Hussein Ibn Alí frente a Mu´áwiyah y su hijo Yazid

    4.4.3.2 Persecución de Hussein por Yazid y sus agentes

    4.4.3.3 Evolución negativa de los sucesos en Kufah

    4.4.3.4 Sucesos ocurridos durante el regreso de Hussein hacia Kufah

    4.4.3.5 La masacre de Karbalá´a

    4.4.3.6 Sucesos inmediatamente posteriores a la masacre de Karbalá´a

    4.4.4 IMPACTO INMEDIATO DE LA MASACRE DE KARBALÁ´A

    4.4.4.1 Masacre de Al Hárrah

    4.4.4.2 Ataque a la Káabah

    4.4.4.3 Movimiento de los Arrepentidos en Kufah

    CAPÍTULO 5. DOCTRINAS Y ESCUELAS

    5.1 APARICIÓN GRADUAL DE DIVISIONES EN LA NACIÓN ISLÁMICA

    5.1.1 USO DE LOS TÉRMINOS SHÍ´AH Y AHLUL BAYT EN LA ÉPOCA DEL PROFETA

    5.1.2 EL IMPACTO DEL TEMA DE LA SUCESIÓN DEL PROFETA

    5.1.3 EL IMPACTO DEL DESEMPEÑO DE OUTHMÁN IBN AFFÁN DURANTE SU CALIFATO

    5.1.4 IMPACTO DEL ASESINATO DE OUTHMÁN IBN AFFÁN

    5.1.5 EL IMPACTO DE LA MASACRE DE KARBALÁ´A

    5.2 REINADO AMAWITA POST-KARBALÁ´A

    5.3 NACIMIENTO DEL REINADO ABBASÍ Y SU INFLUENCIA EN LA PROPAGACIÓN DE ESCUELAS DOCTRINARIAS

    5.4 ¿PORQUÉ SURGEN LAS ESCUELAS DOCTRINARIAS EN EL ISLAM?

    5.5 ESCUELA SHI´Í

    5.5.1 FUNDACIÓN DE LA ESCUELA SHI´Í

    5.5.2 IMAMATO DE AHLUL BAYT

    5.5.3 LOS DOCE IMAMs DE LA ESCUELA SHI´Í

    5.5.3.1 Primer Imam: Alí Ibn Abí Táleb

    5.5.3.2 Segundo Imam: Hassan Ibn Alí

    5.5.3.3 Tercer Imam: Hussein Ibn Alí

    5.5.3.4 Cuarto Imam: Alí Zain Al Abidín

    5.5.3.5 Quinto Imam: Muhammad Al Báker

    5.5.3.6 Sexto Imam: Jáafar Assádek

    5.5.3.7 Séptimo Imam: Moussa Al Kázim

    5.5.3.8 Octavo Imam: Alí Al Ridha

    5.5.3.9 Noveno Imam: Muhammad Al Jawád

    5.5.3.10: Décimo Imam: Alí Al Hadi

    5.5.3.11 Undécimo Imam: Hassan Al Áskari

    5.5.3.12 Duodécimo Imam: Muhammad Al Mahdi

    5.5.4 BASES DE LA JURISPRUDENCIA SHI´Í: EL CORÁN, LAS TRADICIONES Y LOS DICHOS DEL PROFETA

    5.6 ESCUELA HANAFÍ

    5.7 ESCUELA MÁLIKÍ

    5.8 ESCUELA SHAFI´Í

    5.9 ESCUELA HANBALÍ

    5.10 LAS ESCUELAS ISLÁMICAS COMPARADAS

    5.10.1 COMPARACIÓN EN CUANTO A LA DENOMINACIÓN

    5.10.2 COMPARACIÓN EN CUANTO A ORIGEN Y PROPAGACIÓN

    5.10.3 COMPARACIÓN EN CUANTO A LAS FUENTES DE JURISPRUDENCIA

    5.10.4 COMPARACIÓN EN CUANTO A DOCTRINAS

    5.10.4.1 Personificación de Dios

    5.10.4.2 Infalibilidad de los profetas

    5.10.4.3 Prerrogativa de la intercesión de los profetas

    5.10.4.4 Imamato

    5.10.4.5 Imam Al Mahdi

    5.10.4.6 Destino (Qadá´a y Qadar)

    5.10.5 COMPARACIÓN EN CUANTO A JURISPRUDENCIAS

    5.10.5.1 Imitación de los eruditos

    5.10.5.2 Disimulo (Taquíyyah)

    5.10.5.3 Diferencias en la ablución

    5.10.5.4 Diferencias en las oraciones

    5.10.5.5 Pago de los impuestos dictaminados en la religión

    5.10.5.6 Matrimonio temporal

    5.10.5.7 Lugares sagrados

    5.10.5.8 Días especiales de conmemoración

    5.11 OTRAS RAMIFICACIONES DE LAS ESCUELAS ISLÁMICAS

    5.11.1 LOS MUWAHHIDÍN O DRUSOS

    5.11.2 LOS WAHHABITAS

    5.12 UN LLAMADO A LA UNIDAD ISLÁMICA

    CAPÍTULO 6. LOS PROFETAS EN EL CORÁN

    6.1 ADÁN (ADAM) (AS)

    6.2 ENOCH (IDRIS) (AS)

    6.3 NOÉ (NUH) (AS)

    6.4 HEBER (HUD) (AS)

    6.5 SALÉ (SALEH) (AS)

    6.6 ABRAHAM (AS), ISMAEL (AS) E ISAAQ (AS)

    6.7 LOT (AS)

    6.8 JACOBO (AS) Y JOSÉ (AS)

    6.9 JOB (AYOUB) (AS)

    6.10 JETRO (CHU´AYB) (AS)

    6.11 MOISÉS Y AARÓN (AS)

    6.12 ELÍAS (ILIÁS) (AS), ELISEO (AL YASÁ´A) (AS) Y DHUL KIFL (AS)

    6.13 SAMUEL (AS) Y DAVID (AS)

    6.14 SALOMÓN (SULEIMÁN) (AS)

    6.15 JONÁS (YÚNUS) (AS)

    6.16 ZACARÍAS (AS), JUAN (AS) Y LA VIRGEN MARÍA (AS)

    6.17 JESUCRISTO (AS)

    CAPÍTULO 7. TEMAS VARIOS

    ISLAM Y SOCIEDAD

    LA MUJER EN EL ISLAM

    EL JIHAD EN EL ISLAM

    SISTEMA POLÍTICO Y DE GOBIERNO EN EL ISLAM

    SISTEMA ECONÓMICO EN EL ISLAM

    SEÑALES DEL ACERCAMIENTO DEL DÍA DE LA RESURRECCIÓN

    APÉNDICE

    TABLA DE FIGURAS

    Figura 1. Pilares del Islam

    Figura 2. Los 99 nombres o atributos de Dios

    Figura 3. Profetas mencionados en el Corán

    Figura 4. Árbol genealógico de los profetas mencionados en el Corán (1)

    Figura 5. Árbol genealógico de los profetas mencionados en el Corán (2)

    Figure 6. Etapas de la vida del profeta Muhammad (SAAWAWS)

    Figura 7. Padres y abuelos cercanos del Profeta (SAAWAWS)

    Figura 8. Meses del calendario lunar

    Figura 9. Hijos del Profeta (SAAWAWS)

    Figura 10. Capítulos del Corán (1)

    Figura 11. Capítulos del Corán (2)

    Figura 12. Períodos de gobierno en la nación islámica después del Profeta (SAAWAWS)

    Figura 13. Gobernantes Amawitas

    Figura 14. Gobernantes Amawitas y su relación filial

    Figura 15. Orígenes filiales de las ramificaciones Shi´itas

    Figura 16. Gobernantes Abbasitas (primeros 14) y su relación filial

    Figura 17. Los doce Imams de la escuela Shi´ita

    Figura 18. Línea de tiempo de los califas, de los reyes Amawitas y de los Imams de las 5 escuelas

    Figura 19. Línea de tiempo de los primeros 14 gobernantes Abbasitas y los Imams de las 5 escuelas

    Figura 20. Temas relevantes para la vida en sociedad

    Figura 21. Extremismo y violencia

    Figura 22. Violencia y terrorismo

    Figura 23. Esquemas de compensación en la distribución de riquezas

    Figura 24. Población musulmana mundial: Regiones Asia y Pacífico

    Figura 25. Población musulmana mundial: Regiones: Medio Oriente y Norte de África

    Figura 26. Población musulmana mundial: África

    Figura 27. Población musulmana mundial: Europa

    Figura 28. Población musulmana mundial: América

    Figura 29. Población musulmana mundial: Resumen por Región

    Figura 30. Población musulmana mundial: Los 12 países con mayor número de población musulmana

    Figura 31. Población musulmana mundial: Los 28 países con mayor porcentaje de población musulmana, en relación a la población total (con más del 90%)

    DEDICATORIA

    Dedico este libro a:

    Dios, por haberme guiado

    Mi familia, por haberme apoyado

    El Líbano, por haberme dado mis primeras lecciones de convivencia multi-confesional

    Venezuela, por haberme acogido como un miembro de su gran familia amante de la paz y tolerante, siendo yo inmigrante

    Mis compañeros de estudio y de trabajo, por haberme tratado con mucho cariño, respeto y tolerancia, siendo yo de otra religión

    Todas y cada una de las personas que sienten que les he hecho algún daño, de cualquier tipo, deliberado o involuntario, y les pido perdón por ello

    Toda persona que busca la verdad sobre el Islam, lejos de tergiversaciones y deformaciones

    Toda persona que cree –o busca argumentos para creer- en el acercamiento y el encuentro entre civilizaciones

    Toda persona musulmana nacida en sociedades no musulmanas, igual que mis hijos y mi nieta, que no han tenido la oportunidad de tener un conocimiento básico sobre su religión

    PRÓLOGO

    Quizás por mi curiosidad en conocer sobre las distintas religiones como hecho histórico cultural, es que el autor de este libro Abdul Nabi Chaaban me ha solicitado el presente prólogo.

    Si creo no ser meritorio de ese honor, estaría desacreditando al autor y si me considero el acertado para este menester, obviamente estaría ocultando la verdad, por cuanto mi interés en las religiones y mi conocimiento sobre ellas, no llegan someramente a la profundidad y al discernimiento y erudición presentes en este tratado.

    Este es un texto que creo tiene la virtud de ser leído por el imberbe, así como por un exégeta. Al lector del primer caso, sin duda alguna habrá de provocarle una fruición y al conocedor del tema seguramente le habrá de ampliar el espectro de su conocimiento o motivar dudas que le llevarán a posteriores consultas para despejar sospecha o vacilación.

    Lo fundamental, a mi manera de ver las cosas, es que Abdul Nabi Chaaban hace referencia a credos, historias, escrituras, ritos, experiencias místicas, oraciones y rezos, liturgia, solemnidad y ceremonias.

    El contexto debe interpretarse dentro de un concepto que incluye tradiciones y culturas ancestrales, al mismo tiempo que gracias al florilegio del autor podemos transportar a la actualidad todo un bastimento ancestral.

    Quedan perfectamente identificados los preceptos del Islam; el nacimiento, vida y familia de Mahoma su emigración a Medina y el retorno triunfal a La Meca; en adición, este texto me ha permitido repasar algunas nociones básicas sobre la peregrinación y su contenido.

    Confieso que reposa en mi biblioteca una traducción del Corán al español, el cual he releído. A pesar de pertenecer a esta civilización occidental mi ascendencia libanesa me obliga a sentirme formando parte de una cultura árabe, islámica y libanesa. Es imposible conocer, entender o estudiar la historia de ese hermoso y pequeño país, sin tropezarse constantemente con la presencia, tradición y arquitectura islámica.

    Felicito al autor por esclarecer dudas y temas polémicos relacionados con el de La Mujer en el Islam y La Guerra Santa. Señalo y resalto estos dos aspectos por cuanto el escritor de este texto, con valentía, convicción y lucidez, a veces esboza -y la mayoría de las veces profundiza- sobre estos aspectos que han sido deformados ante la opinión pública.

    Denuncia Abdul Nabi la malintencionada propaganda que desvirtúa el maltrato y opresión de la mujer, en el sentido que si ello sucede, no es mandato del Islam, sino actuación personal, por lo demás reprochable.

    Con igual énfasis, el autor aclara el porqué se empaña la traducción del ¨Jihad¨ a lo que comúnmente conocemos como ¨Guerra Santa¨.

    Obviamente y lamentablemente la generalización sataniza el conjunto y si bien es cierto que ningún gremio, grupo o pueblo escapa de algún desafuero cometido por individuos, es absurdo e injusto englobar a la totalidad al momento de hacer juicio.

    Siempre he creído que no hay religión que profese el mal; una conducta impropia por parte de los correligionarios, no puede jamás ser necesariamente lo profesado en dogmas y leyes. Todo tipo de extremismo, ejercido por personas que se alejan de lo establecido por la sociedad, para aferrarse a posiciones en la periferia (de ahí el nombre de extremistas), toda persona que actúe en cualquier actividad humana de manera sectaria o fanática, con toda seguridad estará alterando, intranquilizando, estremeciendo y turbando la necesaria convivencia serena y sosegada, o al menos civilizada de quienes conformamos grupos humanos.

    En fin, el leer este escrito es esclarecedor, no solo con nuevas informaciones sino con nuevas acepciones e interpretaciones que contradicen la generalidad de lo que se divulga.

    Es sin duda una posición audaz y retadora, diría yo, pues da lugar a que cualquier lector, conocedor o no, pueda disentir o avalar.

    Dudar, no.

    Garam Mattar

    INTRODUCCIÓN

    Proponerme la tarea de escribir el presente libro, responde a una motivación primaria, que consiste en presentar, primordialmente al lector occidental, la religión musulmana, sin las distorsiones ni las tergiversaciones que –bien sea involuntariamente, o muy intencionalmente- la misma ha sufrido a lo largo del tiempo.

    Muchos escritores occidentales estudiosos de la religión musulmana, de su historia y de sus manifestaciones culturales, se han dado a la tarea, a lo largo de siglos, de presentar al lector occidental una imagen sobre el Islam, muy pocas veces auténtica y objetiva, y muchas veces incompleta, distorsionada y tergiversada. Las causas de ello pasan desde una superficialidad en el análisis y en la investigación, hasta toda una mala intencionalidad.

    Durante las últimas décadas, se observa una intensificación intencional y sistemática de la deformación de la imagen del Islam, ayudada por diversos factores: (a) ignorancia, (b) odio y racismo que pretenden crear, alimentar y reforzar la noción de un choque inevitable entre las civilizaciones o, mejor dicho, entre las religiones, (c) islamofobia, o infundados temores sobre una propagación cada día mayor de nuevos adeptos a esta religión, como si se tratara de un club de criminales en permanente crecimiento (d) confusión -premeditadamente estimulada- entre las acciones de algunas personas u organizaciones que confiesan la religión musulmana, por un lado, y los principios y las enseñanzas del Islam, como religión, por el otro, y (e) el uso intenso y sistemático de los medios de comunicación de mayor circulación y prestigio, para la creación deliberada de una matriz de opinión agresiva y odiosamente contraria al Islam, creando o resaltando los factores mencionados.

    Tal como se conoce a un meta-sistema como un sistema que contiene a otros, se puede decir que el Islam es la meta-religión, ya que ésta contiene, de alguna manera, a las otras religiones monoteístas. ¡Es así de claro y así de sencillo! El Islam no es más que una religión monoteísta que vino a reafirmar los principios fundamentales de las religiones judía y cristiana: (a) existencia y unicidad de Dios, (b) envío por parte de Dios de profetas y mensajeros para guiar a la humanidad hacia el bien del individuo y del colectivo, (c) revelación de los mensajes de Dios a estos profetas, mediante libros o escrituras sagradas, tales como la Torah, el Evangelio y el Corán, entre otros, (d) la existencia de ángeles como criaturas especiales puras y perfectas y (e) la llegada de un día de resurrección, cuando cada persona será juzgada por El Creador, de acuerdo a sus acciones en esta vida, para luego recibir su recompensa o su castigo. Estas creencias tienen carácter acumulativo, por un lado, y carácter renovador, por el otro. La religión cristiana cree en los profetas y escrituras sagradas, desde Adán (AS) hasta Jesucristo (AS). La religión musulmana cree en todos los profetas, hasta Muhammad (SAAWAWS), cuya aparición es posterior a la de Jesús (AS). De allí, el carácter acumulativo. Por otro lado, cada profeta predicaba la reafirmación de los mensajes de profetas anteriores, en lo que a principios de creencia se refiere. Sin embargo, cada mensajero predicó cierta renovación en lo que a algunas acciones, normas y rituales de adoración se refiere, con respecto a mensajes anteriores. De allí el carácter renovador. Dado que Muhammad (SAAWAWS) es el último de los mensajeros, se puede afirmar que la religión musulmana cree absolutamente en todos los profetas y mensajeros, y su mensaje es la última palabra de Dios, ya que contiene la última reafirmación y la última renovación de los mensajes previos. Es por todo esto que se puede afirmar que el Islam es la meta-religión. Una persona no puede considerarse musulmana, si no cree en todos los profetas de Dios y en todas sus escrituras sagradas. Por ello, no es exageración afirmar que el Islam es el punto de convergencia de las tres religiones monoteístas.

    Dicho lo anterior, y aclarado que los principios y pilares de las tres religiones monoteístas son –básicamente- comunes, los enemigos del Islam –yo diría los enemigos de las religiones, en general- no han encontrado vías para materializar sus ataques y denigraciones sino la del etiquetado absurdo, falso, engañoso e injusto. Para tener el éxito que ellos buscan, han recurrido a la máxima: la mentira repetida varias veces se convierte en verdad. Cuando cualquier persona que dice confesar el Islam comete cualquier tipo de fechoría, agresión o violencia, los profesionales del odio y del racismo aprovechan y acusan al Islam, como religión, de estos actos viles, y comienzan con la fabricación y uso de etiquetas en contra de esa religión. Es como si no hubiese -en este mundo- adeptos a religiones no musulmanas, que practiquen la violencia, o maltraten a la mujer, o que sean fanáticos o extremistas, como si el mundo occidental, o no musulmán, fuese un Jardín de Edén, donde todos son perfectos, inmaculados e infalibles, y como si todos practicaran los más nobles estándares de la moral y de la ética. La pregunta es: ¿Por qué un musulmán puede manchar, con sus actuaciones, al Islam, mientras que las actuaciones de un cristiano o un judío son independientes de su respectiva religión? ¿Cuántos actos de violencia, guerras, agresiones, masacres, inquisiciones, cruzadas y holocaustos se han cometido en la historia de la humanidad, y no precisamente por adeptos de la religión musulmana? ¿Alguna vez se ha tildado, o se ha etiquetado la religión cristiana o católica, o cualquier otra, de ser una religión de violencia o que estimule la violencia, odio o racismo, debido a las actuaciones de sus adeptos? ¡Jamás! ¡Ni es correcto, ni justo, ni válido, ni legítimo hacerlo! ¿Entonces, por qué las actuaciones de personas adeptas de la religión musulmana son usadas sistemáticamente para calificar y etiquetar a esta religión?

    El capítulo 1 de este libro expone, con mucho detalle, los pilares o principios fundamentales de la religión musulmana. El lector podrá convencerse de la existencia de una absoluta armonía entre éstos y los pilares de las religiones judía y cristiana, especialmente en lo relativo a los pilares de la fe o de creencia. Quizás a nivel de los rituales de adoración y las normas que rigen la vida cotidiana del individuo y sus interrelaciones con sus prójimos, pueden observarse algunas diferencias, lo cual es normal, ya que, como se comentó, Dios ha renovado, de época en época, las normas de acción. Si bien la noción general de este capítulo está orientada a informar a las personas no musulmanas acerca de los pilares del Islam, y hacer ver su similitud y consistencia con los pilares de las otras religiones monoteístas, la profundidad del mismo y los detalles incluidos están orientados a darle información más precisa a personas musulmanas nacidas, o que viven, en el mundo occidental, que no han tenido la oportunidad de acceder a este tipo de información detallada acerca de su religión.

    El capítulo 2 expone la historia del nacimiento del Islam, mediante una presentación muy resumida de la biografía del profeta Muhammad (SAAWAWS). Se puede apreciar que, en tan sólo 23 años, el Profeta (SAAWAWS) logró, mediante la predicación del mensaje del Islam, realizar una transformación social profunda e inigualable. Unir centenares de tribus, clanes y pueblos, previamente enemigos o enfrentados entre sí, bajo los mensajes unificadores del Islam, no pudo haber sido una tarea sencilla, sin la ayuda o la guía de Dios. Predicar las enseñanzas del Islam, divulgarlos y propagarlos con éxito en toda la península arábiga, en tan corto tiempo, a pesar de la fuerte oposición, opresión y bloqueo sufridos durante los primeros diez años (de los 23 años), y a pesar de las luchas asimétricas que los muy pocos musulmanes tuvieron que enfrentar para defenderse de ejércitos hasta diez veces mayores, y sin contar con supremacías tecnológicas, no pudo haber sido posible sin la fuerza de la fe.

    Muchos escritores occidentales intentaron –e intentan- propagar la falsa idea de que el Islam se propagó por la fuerza de la espada. Como se podrá observar a lo largo de este libro, especialmente en el capítulo 2, las luchas emprendidas fueron básicamente defensivas y no agresivas. De hecho, los primeros diez años después del nacimiento del Islam, los musulmanes tuvieron que soportar toda clase de persecuciones, torturas, asesinatos y bloqueos comerciales y sociales, sin siquiera defenderse. Por otro lado, el Islam se propagó en tierras tan lejanas de la península arábiga, llegando –por ejemplo- hasta China, Malasia e Indonesia, sin que un ejército –ni siquiera un soldado- musulmán haya pisado tales tierras. Esa propagación fue simplemente gracias a los altos valores morales que caracterizaban a las actuaciones de mercaderes musulmanes que visitaban dichas tierras con el fin de realizar intercambios comerciales. Más del 70% de los musulmanes, hoy día, pertenecen a estas tierras tan lejanas y ni siquiera sus habitantes hablan el idioma árabe. Para reforzar este argumento, los mogoles conquistaron la península arábiga y, siendo conquistadores, adoptaron el Islam. Este simple hecho echa por tierra cualquier pretensión de divulgar falsamente la idea de que el Islam se propagó mediante la espada. En los actuales momentos, de las personas occidentales que se convierten a alguna religión diferente a la suya original, el mayor número lo hace convirtiéndose al Islam, a pesar de todas las intensas y agresivas campañas de deformación y de lavado cerebral emprendidas en Occidente en contra del Islam, por algunos centros de poder político y financiero, y con el uso servil de algunos de los más poderosos medios de comunicación social. Por supuesto, cuando los musulmanes son atacados y agredidos, tienen no sólo el derecho, sino el deber de defenderse, igual como todas las demás sociedades del mundo.

    En cuanto al mensaje central del Islam, el mismo está contenido en el Corán, y se compone de: (a) temas doctrinarios relacionados con la existencia y unicidad de Dios y todos los demás pilares de fe mencionados, (b) normas que regulan la relación del individuo con Dios, tales como son los rituales de adoración, (c) leyes que regulan sus relaciones con sus prójimos, tales como las acciones ilícitas y las transacciones familiares, mercantiles y financieras, (d) reglas éticas y morales cuya aplicación lleva a una indudable mejora en las interrelaciones sociales de las personas, (e) historia de la Creación, tanto del Universo como del ser humano (f) descripciones de los procesos, manifestaciones y leyes que rigen algunos fenómenos naturales, (g) breves historias de algunos de los profetas y (h) descripción de los fenómenos que ocurrirán antes y durante el Día del Juicio Final, entre muchos otros temas. El Corán representa, por sí mismo, el milagro del profeta Muhammad (SAAWAWS), por varias razones explicadas con sumo detalle en el capítulo 3.

    Lo que ha pasado a raíz de la muerte del Profeta (SAAWAWS), especialmente en lo referente a la conducción de la nación musulmana, así como a la evolución política, social y religiosa de la misma a lo largo de los primeros siglos de la existencia del Islam, se expone con mucho detalle en los capítulos 4 y 5. Allí nos daremos cuenta que tan sólo a los 30 años después de la muerte del Profeta (SAAWAWS), se implantó la separación entre lo político y lo religioso. Después de los primeros califas, considerados Bien Guiados (Ráshidún), se implantó el esquema de gobierno monárquico, por Mu´áwiyah, con una separación bien clara entre la autoridad política y la autoridad religiosa, lo cual siguió así hasta las primeras décadas del siglo veinte, cuando se disolvió el gobierno central islámico, por el imperio otomano. Los reyes Amawitas y Abbasitas y –luego- los sultanes turcos u otomanos, gobernaron –casi en su totalidad- a la nación islámica con orientaciones estrictamente materiales, satisfaciendo primordialmente sus ambiciones personales y familiares. Ellos sólo recurrían a la religión para que alguna persona erudita o escolar vendible les legitimase su poder y sus acciones, en su mayoría alejadas de los preceptos religiosos. Si no fuera por la existencia de las escuelas teológicas y de personas eruditas verdaderamente entregadas a Dios y dedicadas a la divulgación de las enseñanzas religiosas, el Islam se hubiese extinguido como religión, hace muchos siglos. Aunque durante algunos períodos hubo un ambiente fértil para la aparición y desarrollo de disciplinas científicas y humanísticas, los gobernantes mencionados (que el autor se niega a llamarlos califas o sucesores del Profeta), fueron –en su gran mayoría, con muy contadas excepciones- tiranos y opresores. Muchos de ellos ni siquiera obedecían o seguían los mandatos de la religión. Algunos de ellos fueron los responsables o artífices de la separación de la nación islámica en dos bloques: uno con la agrupación artificial de cuatro escuelas en un bloque sunnita, y otro con los seguidores de la escuela Shi´ita, cuando la diversidad de escuelas –sin enfrentarlas en bloques- pudo haber sido un elemento positivo.

    Los dichos y tradiciones del Profeta (SAAWAWS) representan un complemento importante que ayuda a entender, interpretar, explicar y detallar el mensaje del Corán. Si bien el Corán es único, en el sentido de que no hay una versión diferente a la otra, su interpretación por diversos escolares no es única. Por otro lado, los dichos del Profeta (SAAWAWS) no han tenido un registro exacto, oportuno ni único como lo ha tenido el Corán. Es por ello que han surgido diversas escuelas teológicas, cuyos esfuerzos de investigación, basados en sus respectivas interpretaciones del Corán y sus respectivos ejercicios de autenticación de los dichos del Profeta (SAAWAWS), han conducido a diversos tratados de jurisprudencia, diferentes unos a otros y -a veces- hasta contradictorios entre sí en algunos aspectos. En el capítulo 5, se explica con mucha profundidad cómo, por qué y cuando surgieron las diversas escuelas teológicas islámicas, cuyas orientaciones se fundamentan básicamente en las diferentes interpretaciones del Corán y en los diferentes procesos de autenticación de los dichos del Profeta (SAAWAWS). Los gobernantes de cada época han sido decisivos, no en el surgimiento de las escuelas, pero sí en su desarrollo y permanencia, o en su desvanecimiento, dependiendo de su apoyo material y político hacia algunas escuelas, o de su opresión y maltrato hacia los líderes y adeptos de otras.

    En este libro no se tratará de desarrollar toda la historia de la nación islámica, desde la época del Profeta (SAAWAWS) hasta el siglo 20. Sólo se explicarán los eventos históricos del período Amawita y parte del período Abbasita, que son relevantes para la explicación del surgimiento de las escuelas teológicas de jurisprudencia.

    En el capítulo 6 se narran las historias de algunos de los profetas, específicamente de aquellos mencionados en el Corán. Las narraciones tratan de restringirse a lo estrictamente expresado en el mismo; sólo en algunos casos, se incluye alguna complementación aclaratoria, con base en algunos dichos del Profeta (SAAWAWS). La idea es presentar la visión que tiene el Islam sobre la vida de estos profetas, y no lo narrado en algunas otras fuentes no islámicas. El lector podrá observar, a lo largo de las narraciones, que para el Islam, los profetas –absolutamente todos- son personas muy especiales, infalibles e inmaculadas, que -por su carácter de profetas- no pudieron haber cometido falta alguna durante su entera vida, y menos siendo ya profetas. En este capítulo no encontrarán referencia alguna, por ejemplo, a que algún profeta se haya emborrachado, haya cometido alguna fechoría, o un adulterio, o que haya matado a otra persona para apropiarse de su esposa, o que haya tenido una relación sexual con su hija, o que haya rendido culto o ritual de adoración a algún ídolo o alguna estatua para complacer a alguna mujer, o que algún profeta haya construido un becerro de oro para tenerlo como objeto de adoración. Cuentos de este tipo abundan en otras fuentes, no islámicas. Sin embargo, para el Islam, los profetas están muy por encima de caer en este tipo de bajezas y de actos inmorales. Haberlo hecho, sería absolutamente contradictorio con su condición profética.

    Finalmente, el capítulo 7 intenta desarrollar varios temas considerados como controversiales: (a) el Islam y la sociedad, comenzando por el rol de una persona musulmana, como individuo, como parte de una familia y como parte de una sociedad, (b) la verdadera posición de la mujer en el Islam, sus deberes y derechos (c) el verdadero significado del Jihad en el Islam, lejos de las confusiones mentales de algunas personas musulmanas, o de las tergiversaciones y distorsiones que ese concepto ha sufrido, especialmente en el último siglo, (d) las bases de un sistema político a la luz de los preceptos del Islam (e) los fundamentos del sistema económico que debe regir un Estado islámico, en función de los mandatos del Islam, y (f) una modesta presentación de lo que sería el Día del Juicio Final, de las señales que nos indicarán el acercamiento de tal día, los sucesos que ocurrirán durante el mismo, y una descripción del proceso del enjuiciamiento, así como breves descripciones del Paraíso y del Infierno, tal como aparecen en el Corán.

    Mientras unas personas pregonan una inevitable confrontación sangrienta entre las civilizaciones o entre las religiones, el autor está convencido que las confrontaciones y los enfrentamientos sangrientos son fácilmente evitables, mas cuando las personas que conforman las diferentes civilizaciones y los adeptos de las diferentes religiones, tengan un mejor conocimiento, no sólo de sus propias religiones, sino también de las religiones de los demás. Eso sí, en vez de que dicho conocimiento sea deformado por personas o grupos con intereses mezquinos, el mismo debe ser auténtico y real. Nuestros sistemas educativos, formales e informales, incluyendo los medios influyentes de comunicación, deben resaltar los elementos y valores comunes entre las diversas civilizaciones y religiones, frente a los ínfimos elementos de diferenciación, los cuales, en todo caso, deben ser vistos y aceptados con normalidad y tolerancia. El autor espera que este libro aporte un granito en ese sentido.

    En los países mayoritariamente musulmanes, existen tratados completos, en miles de volúmenes, sobre cada uno de los temas expuestos en este libro o -a veces- sobre un aspecto particular de algunos de estos temas. Sin embargo, creo que raramente puede existir en la actualidad, algún volumen que expone de una manera integral y global la diversidad de los temas presentados en este libro. De allí que el autor considera que, aún en países de mayoría musulmana, este libro puede tener validez como una referencia documental importante sobre el Islam.

    He intentado conservar la mayor objetividad posible en el desarrollo de este libro. Sin embargo, no soy una persona infalible, por lo que pude haber cometido equivocaciones. Para ello, incluyo –al final de las notas- mi dirección de e-mail para los apreciados lectores, con el fin de que puedan tener un canal de comunicación con mi persona, donde pueden darme cualquier tipo de retro-alimentación, lo cual será sumamente apreciado.

    Notas:

    1.   A lo largo del contenido, se verá la expresión (SAAWAWS), la cual está compuesta por iniciales de una expresión árabe que se acostumbra usar siempre después del nombre del profeta Muhammad. La misma significa que la misericordia de Dios y la paz sean con él y con Ahlul Bayt. De igual manera, las letras (AS), son iniciales de una expresión que significa: Que la paz sea con él, va acompañada de los nombres de los profetas y del nombre de la Virgen María.

    2.   Los versículos del Corán usados a lo largo del texto como referencias, se colocan entre comillas y en letras itálicas. Cada versículo o grupo continuo de versículos es seguido por dos números, dentro de un paréntesis, separados por dos puntos (xx:yy-zz). El número xx se refiere al número del capítulo del Corán que contiene el versículo o grupo de versículos, y el número yy denota el número del versículo dentro del capítulo; cuando se trata de un grupo continuo de versículos, yy sería el número del primero de ellos, y zz el número del último. Cuando dentro del contenido de los versículos aparece una palabra o una expresión con letras no itálicas, dentro de un paréntesis, esta palabra o expresión es aclaratoria y no forma parte del texto del Corán.

    3.   Dado que el libro está dirigido principalmente a lectores en países no árabes, y dado que la bibliografía usada como base consiste casi en su totalidad en fuentes en idioma árabe, la misma no se incluye referida a lo largo del texto, a excepción cuando se trata de una referencia coránica. En muy pocas excepciones, cuando se trata de temas muy sensibles, se ha mencionado la referencia en el mismo texto.

    4.   El autor sugiere que este libro sea usado como un texto en carreras universitarias, tanto de pregrado como de postgrado, especialmente en materias electivas relacionadas con las ciencias sociales y políticas.

    5.   Para dar cualquier comentario o retroalimentación al autor, así como para solicitar detalles o aclaratorias, o para solicitar los oficios del autor para alguna presentación o conferencia –gratuita- en el ámbito académico o algún otro ámbito, pueden dirigirse al mismo a la siguiente dirección e-mail: achaab@gmail.com

    CAPÍTULO 1

    ¿QUÉ ES EL ISLAM?

    1.1 ISLAM: CONCEPTO VS. ETIQUETA

    La palabra Islam, en árabe, proviene de una raíz que puede tener dos significados: (1) paz y (2) someterse a, entregarse a o consagrarse a.

    En el contexto religioso, los términos significarían la entrega, sumisión o consagración a Dios. Sin considerar etiquetas, Islam sería la religión –cualquier religión- cuyos adeptos se entregan o se consagran a Dios, o están sometidos a los mandatos de Dios.

    En este sentido, una persona musulmana, o Muslim (la expresión en árabe), es una persona monoteísta, que cree en la existencia y unicidad de Dios, y que somete a sí mismo a los mandatos de Dios.

    La primera religión monoteísta, etiquetada con un nombre específico, es la religión judía. Sin embargo, todos sabemos que la misma aparece con el profeta Moisés (AS), y con el mensaje que él predicó, contenido en la Torah.

    Igualmente, todos sabemos que antes de Moisés (AS), existieron muchas generaciones que practicaban el monoteísmo, así como muchos profetas y mensajeros que predicaban los principios del monoteísmo. Ejemplos de estas generaciones y pueblos son los del mismo Adán (AS), de Seth (AS), hijo de Adán (AS), de Enoch o Idris (AS), de Noé (AS), de Abraham (AS), de Lot (AS), de Ismael (AS), de Isaaq (AS), de Jacobo (AS) y de José (AS). Todos estos profetas –así como muchos otros- vivieron y murieron antes de Moisés (AS) y, por lo tanto, antes de la aparición de la religión judía. Sin embargo, todos ellos predicaban los principios y los mandatos de una cierta religión, que no tenía etiqueta alguna; se trata de una religión monoteísta. Dios le ha dado a esta religión el nombre genérico o calificativo de musulmana, o Islam, en el sentido de que la misma trata de creer en que hay un solo Dios, que es el Creador de todo y de todos, con Quien no se debe asociar nada ni nadie y Cuyos mandatos hay que obedecer.

    Aunque a la religión musulmana, cuyo Mensajero y predicador es el profeta Muhammad (SAAWAWS), se le designó como etiqueta Islam o musulmana, existen diversos versículos en el Corán, donde Dios presenta el término Islam o musulmán, para referirse al concepto, y para calificar el modo de adoración monoteísta, el cual es característico de todas las religiones monoteístas, tanto las no etiquetadas, como las etiquetadas:

    Abraham no era ni judío ni cristiano, sino que fue monoteísta musulmán (consagrado a Dios) y nunca se contó entre los idólatras (3:67)

    Cuando su Señor le dijo (a Abraham): ¡conságrate a mí!, (Abraham) dijo: Me someto al Señor de los mundos * Y esto fue un legado que Abraham dejó a sus hijos, y Jacobo (le dijo a sus hijos): ¡Hijos míos! Dios os ha elegido esta religión, no muráis pues sin ser musulmanes (sometidos a los mandatos de Dios) (2: 131-132)

     . . . Y no os impuso dificultad alguna en la religión; porque es el culto de vuestro padre Abraham; Dios os denominó musulmanes antes y en este Corán . . .  (22:78)

    Y cuando Abraham e Ismael erigieron las fundaciones de la Casa (Káabah), (dijeron): ¡Señor, acéptanoslo! Tú eres el Omnioyente, el Omnisapiente. * ¡Señor nuestro! Haz que seamos musulmanes (que estemos sometidos a Ti) y haz de nuestra descendencia una comunidad sometida a Ti; enséñanos a cumplir nuestros ritos de adoración y vuélvete a nosotros, realmente Tú eres Quien se vuelve en favor del siervo, (Tú eres) el Compasivo (2:127-128)

    Y cuando Jesús advirtió en ellos perfidia, dijo: ¿Quiénes serán mis colaboradores en la causa de Dios? Entonces los más íntimos de los discípulos dijeron: Nosotros somos los colaboradores en la causa de Dios, porque creemos en Dios; da testimonio que somos musulmanes (consagrados a Dios) (3:52)

    Y cuando inspiré a los apóstoles a que creyeran en Mí y en Mi mensajero (Jesús), dijeron: Creemos y atestiguamos que somos musulmanes (estamos sometidos a Dios) (5:111)

    Y Moisés dijo: ¡Gente mía! Si creéis en Dios, confiaros a Él, si es que sois musulmanes (sometidos a los mandatos de Dios) (10:84)

    Y si os apartáis, yo (Noé) no os pedí ningún pago; mi recompensa incumbe únicamente a Dios; se me ha ordenado ser de los musulmanes (los que están sometidos a Dios)(10:72)

    ¡Señor mío! Me has dado (a Youssef o José) soberanía y me has enseñado a interpretar los sueños; Tú que creaste los cielos y la tierra, eres mi Protector en esta vida y en la Última; haz que yo muera musulmán (sometido a tus mandatos) y reúneme con los justos (12:101)

    Y cuando ella vino (Belkis), le preguntaron: ¿Es así tu trono? Respondió: Parece él; pero nosotros (Salomón) habíamos recibido el conocimiento antes que ella y éramos musulmanes (consagrados a Dios) (27:42)

    El término musulmán fue usado por Dios para calificar a todos las religiones y formas de adoración monoteísta, lo cual denota la unidad de las religiones: la misma raíz y la unicidad de los mensajes de los profetas:

    Di: Creemos en Dios, en lo que nos fue revelado, en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaaq, a Jacobo y a las doce tribus, y en lo que de su Señor fue concedido a Moisés, a Jesús y a los profetas, y no hacemos distingo alguno entre ellos, porque somos para Él musulmanes (consagrados a Dios), y quienquiera que anhele otro culto, que no sea el del Islam (el sometimiento a los mandatos de Dios), jamás le será aceptado, y en el otro mundo se contará entre los desventurados (3:84). El versículo (2:136) se expresa en –más o menos- los mismos términos.

    Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: ¡Hijos de Israel! Yo soy el mensajero de Dios para vosotros, para confirmar la Torah que había antes de mí y para anunciar a un mensajero que ha de venir después de mí cuyo nombre es Ahmad (Muhammad); pero cuando fue a ellos con las pruebas evidentes, dijeron: Esto es pura magia (61:6). En este versículo, Jesucristo (AS) –mensajero y profeta de la religión cristiana) afirma que fue enviado por Dios para confirmar la Torah (libro sagrado de la religión judía), y para anunciar la futura venida de Muhammad (SAAWAWS), mensajero y profeta de la religión musulmana. En este simple versículo, Dios hace -de una manera brillante- una conexión entre las tres religiones: la judía, la cristiana y la musulmana.

    Os ha legislado, dentro de la práctica de adoración, lo que encomendó a Noé, lo que te hemos inspirado a ti (a Muhammad) y lo que encomendamos a Abraham, Moisés y Jesús: que establecierais firmemente la práctica de adoración y no os dividierais en ella; les resulta excesivo a los politeístas aquello a lo que los llamáis; Dios elige para Sí a quien quiere y guía hacia Él a quien a Él se vuelve (42:13).

    ¡Oh siervos míos! Hoy no tendréis nada que temer ni os entristeceréis. * Los que creyeron en Nuestros signos (sean judíos, cristianos o musulmanes) y fueron musulmanes (consagrados a Mí y sometidos a mis mandamientos), * entrad en el Jardín vosotros y vuestras esposas y sed agasajados (43:68-70)

    El Islam, siendo una religión monoteísta, e igual que las religiones judía y cristiana, se fundamenta en unos principios, los cuales sirven de guía para su seguidor o la persona que la adopta, tanto a nivel de creencias (principios de fe) como a nivel de acciones (principios de acción). Las tres religiones consideradas como monoteístas: la judía, la cristiana y la musulmana, buscan normar la relación del hombre con Dios, a nivel de creencias, así como a nivel de la acción o de la práctica. Al mismo tiempo, buscan también normar las acciones en el nivel de la relación del hombre con sus prójimos, o en el ámbito de la comunidad. Es difícil calificar a una persona como religiosa si sólo afirma que tiene una creencia firme en relación a los principios de dicha religión, pero que no practica los mismos y no actúa en concordancia. Es necesario, pues, reunir la fe y la acción, la creencia y la práctica, para afirmar que una persona es religiosa o que es adepta de una determinada religión. En otras palabras, la fe es necesaria, pero no suficiente. La misma debe complementarse con la acción.

    En el esquema de la figura 1, se resumen los principios en que se fundamenta el Islam y que conforman sus pilares.

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    Figura 1. Pilares del Islam

    1.2 PILARES DE LA FE

    Los pilares de la fe de la religión musulmana no son –en esencia- diferentes a los de las otras dos religiones monoteístas: la judía y la cristiana. A continuación, se hará una exposición resumida de estos pilares. En diversos versículos del Corán, Dios expone los principios o pilares de la fe. Estos dos versículos son sólo unos ejemplos:

    El Mensajero cree en lo que se le ha hecho descender procedente de su Señor y los Creyentes (también); todos creen en Dios, en Sus ángeles, en Sus libros y en Sus mensajeros: No hacemos distinción entre ninguno de sus mensajeros; y dicen: Oímos y obedecemos, (concédenos) Tu perdón Señor nuestro, y a Ti es el retorno (2:285)

    Es Cierto que los que han creído, los que siguen el judaísmo, los cristianos y los sabeos, si creen en Dios y en el Último Día y actúan rectamente, tendrán su recompensa ante su Señor y no tendrán que temer ni se entristecerán (2:62)

    1.2.1 CREENCIA EN LA EXISTENCIA Y DIVINIDAD ÚNICA DE DIOS O ALLAH

    Primero, veamos el significado de la palabra Allah, la cual es usada a veces por ignorancia o con mala intención, para referirse a que los musulmanes tienen su propio dios, diferente al dios de las otras religiones monoteístas: judía y cristiana. ALLAH es una palabra árabe que deriva de la raíz: ALH (verbo alaha, significa adorar), al cual ha sido integrado el artículo determinado al (equivalente a el, en castellano), formando el nombre propio Allah.

    En principio, pudiera decirse que Allah es la palabra árabe equivalente a la palabra Dios en castellano, a la palabra God en inglés, y a la palabra Dieu en francés. De hecho, los católicos o cristianos en los países árabes usan la palabra Allah para referirse a Dios. De allí, esta palabra no es exclusiva de los musulmanes, ni se refiere al dios -con minúscula- exclusivo de los musulmanes, sino al único Dios, Quién es el Dios de todos, el Creador de todos y de todo. Sin embargo, es importante mencionar que en diversas y antiguas versiones de la Biblia, aparecen las palabras: El, Elah, Eloah, Elohim, para referirse a Dios, las cuales fueron usadas por los semitas, incluyendo árabes, hebreos y cananeos, mucho antes del Islam. De hecho, la palabra Allah se usaba en la península arábiga, antes de la revelación del Islam. Aquí es conveniente aclarar que esta palabra se usaba para referirse al único Dios, el Creador, el Dios de todos, y no a algún dios de los paganos, como algunos ignorantes malintencionados quieren hacer ver. Aunque en la península arábiga, antes del Islam, se había propagado el politeísmo y la idolatría, algunos practicaban el monoteísmo como religión, siguiendo la creencia heredada del profeta Abraham (AS), padre de Ismael (AS) y de Isaaq (AS), y quien era monoteísta, mucho antes de la existencia de las tres religiones: judía, cristiana y musulmana. Jamás, en caso alguno, se usó la palabra de Allah para referirse a diversas divinidades, a ídolos o estatuas.

    Una característica gramatical muy importante de la palabra Allah consiste en que la misma no tiene plural. Esto es consistente con el concepto de la unicidad de Dios o de la divinidad única y exclusiva de Dios. La religión musulmana es monoteísta, en el sentido de que llama a creer en la existencia de un Dios único, a Quien no se asocia otro dios.

    A parte de la palabra Allah, Dios tiene unos 99 atributos, los cuales se llaman los más bellos atributos (o nombres) de Dios. (Ver figura 2).

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    Figura 2. Los 99 nombres o atributos de Dios

    Sin embargo, de los 99 atributos, Dios ha usado dos atributos en cada inicio de todos los capítulos del Corán, transformándose así en las dos calificaciones más importantes que Él ha querido resaltar a la humanidad; éstos son: Dios el Misericordioso, el Compasivo.

    Dios trasciende cualquier descripción que el ser humano es capaz de elaborar. Dios trasciende lo material, lo tangible y lo concreto. En el capítulo 6 del Corán, Dios nos relata la historia de Abraham (AS) cuando, al sentirse frustrado con los ídolos que su pueblo adoraba, les quiere hacer ver que Dios no puede ser algo material, con una forma conocida, descriptible o limitada en el espacio y –entonces- comienza a contemplar el cielo, en compañía de otras personas, y cuando sale la primera estrella de la noche dice: Eso es Dios, porque ilumina. Después sale la Luna, que sobresale sobre la luz de las estrellas, y dice: ¡No, no! Esto es Dios, que es más grande. Cuando pasan las horas, sale el Sol y dice: ¡No! El Sol es mi señor; no puede ser ni las estrellas, que ya han desaparecido, ni la Luna, que ya ha desaparecido. Pero llega la tarde y se pone el Sol, y se repite el ciclo. Entonces, Abraham dice: Ahora sí me he dado cuenta: mi señor es Dios, es decir, algo que trasciende cualquier experiencia que se pueda tener de las cosas. Él ya no define a Dios, ya no sabemos qué es lo que realmente ha entendido que era su señor interior; simplemente ha superado el universo como imagen de Dios" para llegar a su corazón, a su sentido.

    Dios ha existido siempre, antes de la existencia de cualquier cosa; Él existe y existirá para siempre, más allá de la existencia de cualquier cosa.

    Dios es el Creador de todo cuanto hay en el universo que conocemos, y todo cuanto hay en los universos que no conocemos; Él es Creador de todo ser viviente y de toda cosa inerte.

    Dios es único; Dios es eterno; Dios no ha sido engendrado ni creado por ser alguno, ni ha engendrado a ser alguno. Dios no es comparable con ser alguno, ni objeto alguno. Dios es indescriptible: Di: Él es Dios, Uno. * Dios, el Señor Absoluto. * No ha engendrado ni ha sido engendrado. * Y no hay nadie que se Le parezca (112:1-4)

    Dios no comparte su poder ni su reinado con ser alguno. Dios es todopoderoso y omnipresente.

    Nosotros no vemos el aire, pero sabemos que existe, dadas sus manifestaciones y sus acciones. Sabemos que la temperatura existe porque sentimos sus manifestaciones, más no la vemos. Igualmente, podemos decir que Dios existe, aunque no Lo vemos, pero vemos sus acciones y sentimos sus manifestaciones. A través de los siglos, Dios ha hecho sentir Sus manifestaciones, de una manera especial, mediante las acciones sobrenaturales que Él manifestaba mediante sus profetas y mensajeros. Entre estos, se pueden citar los siguientes:

    • El diluvio pre-anunciado por Dios a su profeta Noé (AS), a quién le reveló la ocurrencia futura de tal evento y le inspiró el modo de construcción de una gran nave (Arca) mediante la cual se salvaría el profeta con las personas que creyeron en su palabra, así como diversas parejas de animales al momento de ocurrir el diluvio. Luego, el diluvio ocurrió, y Noé (AS) y sus acompañantes se salvaron.

    • La salvación de Abraham (AS) del fuego del que fue objeto al derribar los ídolos de piedra que en su pueblo la gente había construido para tenerlos como objeto de adoración. Estando dentro del atroz fuego, a Abraham (AS) no le pasó absolutamente nada, al ordenar Dios al fuego que fuese frío y paz para Abraham (AS).

    • El anuncio hecho por Dios a Abraham (AS), siendo ya anciano, y su esposa siendo anciana y –por demás- estéril, de que va a tener un hijo. Esto fue cumplido, y Abraham (AS) y su esposa Sarah tuvieron a Isaaq (AS).

    • El castigo anunciado por Dios a su profeta Lot (AS), del que fue objeto gran parte de su pueblo, por la práctica -detestada y prohibida por Dios- de la homosexualidad. Lot (AS) fue advertido de la ocurrencia de tal castigo y fue ordenado a abandonar el pueblo de noche para salvarse del mismo. Luego, al amanecer, al estar Lot (AS) y sus acompañantes lejos del lugar, el castigo de Dios ocurrió, destruyendo los pueblos de Sodoma y Gomorra.

    • La habilidad que Dios le dio al profeta José (AS), hijo del profeta Jacobo (AS), de interpretar correctamente los sueños y profetizar sucesos futuros con base en esos sueños.

    • Los nueve milagros con los que Dios ayudó a Moisés (AS) a manifestar al Faraón y su ejército, para que creyeran en Dios y para que liberaran al pueblo judío de su yugo y la esclavitud y maltratos a los que tenían sometidos. Más adelante, en el desierto, en camino hacia Palestina, otros milagros de Dios ayudaron al pueblo judío a sobrevivir, tales como el envío de comida desde el cielo, y el suministro de agua desde una roca al darle Moisés (AS) con su bastón.

    • La facultad del profeta Salomón (AS) de entender el lenguaje de los animales, y la puesta del viento a su merced.

    • Los milagros de Jesús (AS) de curar enfermos, de revivir muertos, de caminar sobre el agua y de tener la bendición de multiplicar el alimento, todo esto facultado por Dios.

    • El milagro de Muhammad (SAAWAWS) de revelar y recitar el Corán, obra maestra única e incomparable, siendo el Profeta (SAAWAWS) analfabeta.

    • Las innumerables profecías que Dios revelaba a sus diversos profetas, y luego se cumplían.

    Otras manifestaciones que están al alcance de nuestra percepción, constituyen –igualmente- demostraciones fehacientes de la existencia de Dios, que lo creó todo. Si es inconcebible que la racionalidad humana acepte el hecho de que unas tablas de madera que se encuentren separadas, puedan juntarse y pegarse, para formar un pequeño, sencillo y elemental barquito, de una manera espontánea, sin que una persona intervenga para realizar esta elemental tarea, cómo será posible entonces que esa misma racionalidad sí acepte lo siguiente:

    • La creación espontánea de seres vivientes, a partir de materia inerte, tal como fue creado Adán (AS), y las primeras parejas de los billones de especies animales. Si es verdad que actualmente el ser humano, mediante la profundización del conocimiento científico ha sido capaz de clonar seres vivientes, no se puede olvidar que la misma se hace a partir de otro ser viviente, y no a partir de materia inerte. Por otro lado, es importante contemplar la maravilla de la perfección de lo que es el ser humano –o cualquier otro ser viviente-, donde complejos sistemas orgánicos y no orgánicos interactúan entre sí, para mantener este ser con vida y en crecimiento. Igualmente, se puede contemplar la perfecta simetría de la forma exterior, no sólo del ser humano, sino de todos los seres vivientes. Es extremadamente extraño –quizás no imposible- observar en la naturaleza algún objeto inerte que tenga una forma simétrica perfecta; Lo que sí es sobrenatural es que casi todos los miembros de todas las especies vivientes tienen una forma simétrica. ¿Es posible que esto sea producto de un ocurrir espontáneo? ¿O debe haber un Creador que lo haya hecho con esta perfecta simetría?

    • La creación espontánea del universo, con sus innumerables sistemas cósmicos, donde cada sistema se compone de millones de elementos, cada uno siguiendo una órbita y una trayectoria con asombrosa precisión cíclica. Teorías científicas tratan de concluir que el universo fue originado a partir de una explosión espontánea ¿De qué? . . . Y esto que explotó, ¿Cómo existía y quién lo creó o qué lo originó? Además, ¿Es posible que alguna explosión espontánea, en lugar de esparcir billones y billones de partículas al azar, por todo el espacio, haya logrado sistemas cósmicos perfectos, con elementos (estrellas, planetas, etc.) en órbitas de perfecta precisión relojera? ¿Pudo todo esto haber ocurrido espontáneamente?

    Así el principio de la creencia en la unicidad de Dios, consta de tres aspectos:

    1.   Creer en la existencia de Dios

    2.   Creer en que Dios es el Creador de todo cuanto existe

    3.   Creer en que Dios es la única divinidad y, por lo tanto hay que adorar a Dios y únicamente a Dios, y no asociar a más nada ni nadie en esa adoración. Esto implica, igualmente, creer en la unicidad de Dios

    4.   Creer en los nombres de Dios (ver figura 2) y en que estos son algunos de los atributos de Dios

    1.2.2 CREENCIA EN LOS PROFETAS Y MENSAJEROS DE DIOS

    A lo largo de la historia de la humanidad, Dios ha seleccionado unas personas muy especiales, para que éstas sirviesen de guías para sus pueblos. Estas personas son los profetas y los mensajeros de Dios, cuyo rol se puede detallar mediante las siguientes responsabilidades:

    • Informar a sus pueblos sobre la existencia de un único Dios, el Creador de todo y de todos, a quien deben adorar y no asociar con Él a más nada ni a más nadie.

    • Enseñar los pilares de la creencia en Dios

    • Transmitir el mensaje y los mandatos de Dios y enseñar los principios de acción que norman la relación de cada persona con Dios, así como las relaciones entre los prójimos

    • Servir de guías para sus pueblos

    • Resolver los conflictos entre las personas

    Muchos de los profetas y mensajeros tenían algunos poderes sobrenaturales, facultados por Dios, cuyo ejercicio los ayudaba a convencer a sus respectivos pueblos de su condición de profetas (ver ejemplos, en el punto anterior).

    Existen ciertas diferencias entre un profeta y un mensajero de Dios. El Mensajero recibe el mensaje de Dios, en forma de revelaciones verbales o mandamientos que le transmite normalmente un ángel (Gabriel) a quien puede ver y con quien puede conversar. El conjunto global del mensaje es nuevo e independiente, aunque puede tener elementos comunes con mensajes anteriores, o sea, de otros mensajeros previos. El profeta recibe las revelaciones mediante visiones, sin ver al ángel ni poder conversar con él. Estas revelaciones del profeta constituyen un mensaje repetido, donde la totalidad de sus elementos han sido revelados por un mensajero previo. A veces, puede que Dios haya reunido en una sola persona las condiciones de profeta y de mensajero. Se puede afirmar que todo Mensajero (humano) es también profeta, aunque lo contrario no necesariamente es correcto.

    Diversas narraciones afirman que han habido, a la largo de la existencia de la humanidad, cerca de 124.000 profetas, de los cuales, sólo 313 son también Mensajeros. En el Corán se mencionan sólo 24, los cuales aparecen en la figura 3; esto no quiere decir que no han existido otros profetas sino estos. De hecho, Dios le revela a su Profeta (SAAWAWS) en el Corán que Él ha mencionado, o ha hecho referencia a, algunos profetas, y que han existido otros que Dios no los ha mencionado o revelado en el Corán.

    fig03.jpg

    Figura 3. Profetas mencionados en el Corán

    Los datos que aparecen en la figura 3 no son necesariamente precisos. En la literatura, pueden existir algunas pequeñas diferencias, especialmente en relación a las edades en que murieron.

    No debe existir una diferenciación en la creencia en los profetas, en el sentido de que uno debe creer en todos ellos, y no creer en algunos y en otros no: Ciertamente, aquéllos que niegan a Dios y a Sus mensajeros y quieren hacer distinción entre (la creencia en) Dios y (la creencia en) Sus mensajeros; y dicen: Creemos en unos pero no creemos en otros; queriendo tomar un camino intermedio* Esos son los verdaderos incrédulos; y hemos preparado para los incrédulos un castigo denigrante (4:150-151).

    Al mismo tiempo, Dios ha expresado, en el Corán, cierta jerarquía en las posiciones y preferencias de los profetas ante Él:

    Así son los mensajeros; hemos favorecido a unos sobre otros: Hubo algunos a los que Dios les habló y otros a quien elevó en rango . . . .  (2:253)

    • "Tu Señor es Quien mejor conoce a cuantos están en los cielos y en la tierra; hemos dado

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