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Rompiendo Paradigma del militar Venezolano
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Rompiendo Paradigma del militar Venezolano
Libro electrónico196 páginas3 horas

Rompiendo Paradigma del militar Venezolano

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Esta obra literaria se presenta como el diario de vida de una mujer a la que Dios tomó para que con sus propias experiencias, dentro de este contexto histórico, enseñara a cada lector a explorar todos los tesoros escondidos que hay dentro de cada uno de nosotros esperando ser descubiertos, para colocarlos al servicio de nuestros semejantes.
Esta obra se muestra dentro de un género literario poco común para los que están acostumbrados al lenguaje de los libros; sus relatos han sido obtenidos por la autora mediante visiones y revelaciones; así que en su vida se van suscitando una serie de eventos que se entrelazan, para que podamos descifrar con sabiduría las enseñanzas que contienen. En ella nuestro Señor Jesús se vale de distintos recursos, como la parábola, metáforas o alegorías, figuras enriquecidas con símbolos, de tal manera que cuando Él quiere que captemos la atención y obtengamos las enseñanzas, provoca una comparación sobreentendida.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 nov 2016
ISBN9781370172399
Rompiendo Paradigma del militar Venezolano
Autor

Marilut Sánchez Viloria

Marilut Sánchez Viloria es abogada, egresada de la Universidad de Carabobo en Venezuela. Cuenta con postgrados en materia administrativa y tributaria. Es también escritora de numerosas obras de espiritualidad cristiana.

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    Rompiendo Paradigma del militar Venezolano - Marilut Sánchez Viloria

    Agradecimientos

    A nuestro Dios Todopoderoso y a su amado hijo Jesús, artífices de esta su obra.

    A la Santa Madre del Maestro, y Madre nuestra. María mujer silenciosa y disciplinada, con una fe inquebrantable y única.

    A nuestros hijos. Oscar, Jaimar, Daniel, María Leonor, y Mariana Paola.

    A María Paola. Ese Ángel, pedacito de cielo, que despertó en nosotros un gran sentimiento y sensación de ser abuelos por primera vez, y que como Juan el Bautista preparó el terreno para la llegada de nuestros nietos Juan Andrés y Martín Daniel.

    A mi hermosa madre, quien ya en el ocaso de su vida, nos sigue dando muestras de su amor y fe inquebrantable en el Señor.

    A todos aquellos hombres de profesión militar, de la antigua escuela de formación de oficiales de la Guardia Nacional, hombres meritorios y respetables, que supieron entender estos procesos históricos que nos ha tocado vivir y que les permitió transitar con mucha dignidad por ese sendero de enseñanzas de las Fuerzas Armadas.

    A todos aquellos hombres de profesión militar, que actuaron como grandes artífices y trataron de pasar por encima de nosotros para aplastarnos a toda costa, a ellos damos gracias infinitas porque con sus actitudes mezquinas y egoístas sin saberlo, fueron parte fundamental de nuestro crecimiento espiritual.

    Y a todos aquellos militares que permanecen activos y dispuestos a ser protagonistas de su propia historia, siempre de la mano del Creador.

    Tabla de Contenido

    Agradecimientos

    Prólogo

    Introducción

    Capítulo 1 Me construyeron sobre roca fuerte

    Capítulo 2 Monólogo con Dios

    Capítulo 3 Diálogo fluido entre dos amigos

    Capítulo 4 Nuestro compromiso

    Capítulo 5 Desarrollo de la vida luego de esa sincera entrega

    Capítulo 6 Bendito sea el señor, pues ha oído la voz de mi humilde ruego

    Capítulo 7 Probando la fe

    Capítulo 8 Revelaciones

    Capítulo 9 Desnudarse a sí mismo y aprender a perdonar

    Capítulo 10 Enseñanzas

    Capítulo 11 Sobre el aprendizaje

    Capítulo 12 Llamado a la reflexión

    Capítulo 13 Experiencias propias de un militar

    Epílogo

    Prólogo

    Esta obra literaria se presenta como un diario de vida de nuestra familia, con un género literario poco común para los que están acostumbrados al lenguaje de los libros, está enriquecida con parábolas, figuras alegóricas y simbologías. El fin único que se persigue es el de concienciar a todos aquellos hombres y mujeres pertenecientes a la Fuerza Armada y muy en especial a sus familiares.

    En ella se expone la crudeza de nuestra historia personal a fin de mostrar a todos a través de hechos concretos, que existe una mejor manera de vivir la vida, enriqueciendo nuestro espíritu lejos de la carencia de valores. Ella enseña a cada lector a explorar todos los tesoros escondidos que hay dentro de cada uno de nosotros esperando ser descubiertos, para ponerlos al servicio de nuestros semejantes y de esta manera lograr en las personas una transformación que parta desde su interior, para reflejarlos en positivo hacia su mundo exterior, aprendiendo de sus aciertos y desaciertos del pasado para construir un presente que influya de manera positiva en el futuro promisorio de la humanidad.

    Quiero aclarar que en esta obra literaria no se busca crear controversias, el fin único como ya les dije es enseñarles a desmontar pieza a pieza, esos paradigmas de vida encadenantes que les ha mantenido presos y paralizados en sus propios conflictos existenciales.

    Mariana Paola Molina Sánchez

    Coach Profesional de Vida y Deporte.

    Introducción

    Esta obra literaria fue editada por vez primera en el año 2008, bajo el título Confidencias de la esposa de un militar.

    En principio no teníamos muy claro lo que el Señor quería de nosotros, como familia militar. Con el transcurrir del tiempo pudimos entender la misión que vinimos predestinados a cumplir dentro del entorno militar venezolano.

    Entendimos por fin, que cuando Dios quiere enseñarnos algo, desencadena a través de mis visiones y revelaciones en sueño una serie de hechos que se van entrelazando los unos a los otros, para que podamos descifrar con sabiduría las enseñanzas. Él por lo general se vale de recursos literarios como la parábola, figuras alegóricas, signos o señales, porque considera que es la manera más didáctica para que podamos entender a profundidad sus enseñanzas y lo que Él espera de nosotros. En nuestro caso como familia militar, tomó como herramienta fundamental nuestras propias experiencias, han pasado ya treinta años desde que esta misión comenzó, hoy más que nunca estamos conscientes de la gran responsabilidad que tenemos ante Dios, y es por ello que aun cuando colocamos en riesgo nuestra propia seguridad, no es menos cierto que el Señor ha moldeado nuestro carácter y personalidad para seguir adelante y en nombre de mi familia digo esto porque muchas de las situaciones aquí planteadas pueden chocar violentamente contra las creencias de aquellos hombres y mujeres que conforman las filas del componente armado venezolano, porque Dios toma como base sus propios errores.

    El recurso de la parábola en esta obra no se presenta como una teoría y por eso desconcierta a los que están demasiado acostumbrados al lenguaje de los libros, lo mismo sucede cuando Dios se vale de figuras alegóricas o enigmas, que exigen una comparación más activa, y esto lo hace con el objeto de que cada uno de nosotros profundice a lo largo de nuestras vidas, a lo largo de nuestras historias, porque solo de esa manera llegará a descubrir hasta qué punto aclaran los problemas internos para poder proyectarlos de manera positiva hacia el exterior en beneficio de la humanidad.

    Hemos podido entender también con mucha claridad que cuando Dios nos llama a participar en su Obra Maestra nos cambia el nombre, en el caso del componente armado los bautizó con el nombre de Israel (Pueblo de Dios), que significa ¡Dios lucha! O, ¡Que Dios luche!

    En mi caso personal, me bautizó con el nombre de Pluma veloz, la pluma que recoge del viento sus palabras, para que como pan se las dé a su rebaño, para que se alimenten de ella.

    Con todos los mensajes que hasta ese entonces yo había recogido y registrado en esa primera obra literaria, sabía que se trataba de algo muy serio, por lo que oré y esperé, tratando de entender lo que aquello significaba, hasta que por fin logré captarlos con claridad, por esa razón tuve que volver atrás, revisando todos los mensajes que hasta ese entonces había recibido.

    Cuando el Señor viene a mí para referirse a su pueblo de Israel, lo hace a través de figuras palpables, dentro de su entorno social como familia, incluyendo la situación política de nuestro país, con personajes activos en todo ese proceso histórico de nuestros pueblos. Es así que me mostró la vida del hombre militar, representada por muchas copas de cristal completamente vacías, porque nunca han procurado acercarse a la fuente de agua viva para llenar sus copas y tomar de ella; así que mi esposo, mis hijos y yo, estamos llamados a llenarlas con nuestras propias experiencias en comunión con Cristo.

    Debemos aprender a tratar este asunto tan delicado con Dios, para que nos ayude a ver las cosas como realmente son y no como lo vemos y juzgamos por apariencia, que no son tan malos los de gobierno ni tan buenos los que lo adversan y ese es el equilibrio que debe asumir la familia militar, porque esto que vivimos es transitorio y porque es la mano de Dios la que pronto intervendrá; nos invita a silenciar nuestra mente para que podamos oírlo. Todos estamos siendo llamados a adentrarnos a nuestro mundo interior, de manera silenciosa y a permitir que sea el jardinero, nuestro amado Maestro, quien corte o pode todas las ramas de ese árbol, que nos apartan de Dios, solo así podremos entender como país, que a Dios se le debe pedir solo a través de un acto de fe, dejando que Él ejecute lo pedido conforme a su voluntad y no a la nuestra. Nos explica que estas experiencias acumuladas, tanto en el pasado como en el presente, no pueden manipularse según nuestra propia perspectiva porque esta cambia según el lente con que la miremos.

    En esta obra como en todas las que he escrito, Dios nos está invitando a que rompamos esos modelos de vida (paradigmas) programados por los hombres y nos invita a que nos abramos al mundo espiritual, liberándonos de preocupaciones por el mundo de las apariencias, porque de lo contrario seguiremos siendo esclavos de nuestras propias pasiones generadas por este estilo de vida programada y que enfría nuestra esencia, que nos hace indiferente ante los problemas de los demás, inclusive hasta los de nuestros seres amados, y nos explica que esta es la causa por la que el hombre de profesión militar posee un niño interior cianótico, y que el poco oxígeno que le queda, lo utiliza como un gas tóxico en su diario caminar. En este recorrido por el mundo militar, nos daremos cuenta, que de nada servirán esos logros, esos éxitos, riquezas, estudios y fama, porque nada de eso es verdad, es propio del mundo ilusorio donde él se encuentra atrapado. Aquí también entenderemos que vivir en Dios, es vivir en el espíritu, integrando la verdad para que sea parte de ella.

    "Eres protagonista"

    «Dios te ha creado para que seas protagonista. Piensa y actúa como tal. Comprométete.

    Dios y la historia te llaman a influir, a participar, a decidir. Estás en un campo de batalla. No puedes ser espectador. Sea en el frente, en el fragor de la batalla, o en la retaguardia, te tienes que definir. Tienes que intervenir. No puedes ser neutral. O luchas o quedas fuera del combate. ¡Prepárate para luchar! El combate es recio y lo que se decide es demasiado importante y grave para que te conformes con observar permaneciendo a la expectativa o inactivo.

    Prepárate a conciencia. Sé hombre, sé valiente» (José Luis Alonso. Vive, ama, sé tú mismo. Imprenta Internacional, Maracaibo (Venezuela), 2007, pág. 107).

    Habrán ¡cómo no!, asaltos, ataques, trincheras, obstáculos, sudores, sangre y lágrimas. Pero esto no es lo más importante y decisivo. Lo que tienes que considerar y valorar son los otros aspectos de esa batalla. Conseguirás avances, victorias, premios, satisfacciones, nuevos desafíos, demostrando tu coraje y personalidad.

    Piensa y reflexiona, detenidamente, en esto: Tu participación, en la construcción de un mundo mejor es compromiso personal que no puedes delegar a nadie. Ni menos, desentenderte de él. Estás llamado a influir, a decidir. Tu aporte es importante, valioso, necesario, imprescindible. Si no das tu aporte, es una falla seria y grave que tendrá su repercusión en la construcción de un mundo mejor. Al comprometerte, otros se decidirán a participar impulsados por tu ejemplo, por tu coraje, por tu entrega. Dios y la humanidad entera esperan mucho de ti. Responde a esa confianza. No puedes defraudarles. La vida y la historia te desafían a que demuestres tu categoría, a que influyas poderosamente cada vez más en la marcha del mundo, a que dejes huella profunda en la humanidad.

    Estudia, trabaja, supérate, prepárate con esmero, como corresponde a un protagonista, a un actor principal participante en la obra más grande y decisiva: hacer, mejorar y perfeccionar la creación.

    No esperes facilidades ni camino de rosas. En tu decisión aportar lo mejor de ti en la realización de la civilización del amor, te encontrarás con espinas y zancadillas, con críticas negativas y rechazo, con desprecios y risas burlonas de los que están al margen de la vida o en camino hacia su propia auto-desintegración. Te encontrarás ¡cómo no!, con personas admirables que te brindarán un apoyo sincero, con manos amigas que te animarán a seguir firme en tu compromiso de darte, de dar lo mejor de ti mismo, de ser protagonista en la construcción de un mundo más digno del hombre. Sea lo que sea, facilidades o dificultades, con ayuda o sin ella, Dios está siempre a tu favor, camina a tu lado, lucha contigo, tu causa es su causa. A Dios le interesa inmensamente más que a ti, el hacer realidad ese mundo nuevo por el que tú te afanas y trabajas tan decididamente.

    Haz de hacer adelantar la historia humana mejorando y elevando tu propia humanidad, creciendo y perfeccionándote sin cesar. Cuando tú te elevas, elevas a la humanidad entera, elevas al mundo. Mejorando tú, mejora el mundo.

    Ora y camina. Trabaja y progresa. Mira hacia delante con los ojos fijos en Dios, promoviendo todo lo grande, bueno y bello de tu personalidad, empeñado en darte, en dar lo mejor de ti. Concéntrate en realizarte plenamente como persona, en humanizarte, para servir más, para servir mejor. Es tu principal tarea y tu mejor aporte a la humanidad.

    Si mi almohada pudiera hablar

    Si mi almohada pudiera hablar les contaría la historia de mi vida. Todas las ansiedades más profundas de mi ser, les contaría la verdad acerca de mí, todas las cosas que no soy, todas mis esperanzas y sueños. Memorias que ya he olvidado.

    Si mi almohada pudiera hablar, con el más mínimo detalle, sabrían de cada victoria y todas las veces que he fracasado. De mi alma llorosa y agotada, y de ese momento que invoqué esta oración: Dios, dame la fortaleza que necesito.

    Les contaría de aquella vez que en medio de la más profunda angustia, le pedí a Dios que me ayudara y mi habitación se llenó de su presencia.

    Si mi almohada pudiera hablar les contaría; que Dios ha sido bueno conmigo.

    Si mi almohada pudiera hablar, igual que en el coro de una canción, repetiría este lema: «Cuando fui débil, el amor de Dios fue fuerte. Cuando nadie me fue fiel, él estaba a mi lado y ahora sé que él puede suplir cada una de mis necesidades».

    Mi almohada les contaría que en la noche en medio de la tormenta de la vida, él puso sus brazos a mi alrededor y me dio calor y me mantuvo a salvo.

    Si mi almohada pudiera hablar, les contaría que Dios ha sido bueno conmigo.

    Pero como mi almohada no puede hablar; yo misma les contaré que Dios me ama de verdad. Y se preocupa por mí como nunca nadie antes lo había hecho. Por eso le entrego mi vida. Y le amo con todo mi ser y con mi voz le cantaré las mejores alabanzas.

    Capítulo 1

    Me construyeron

    sobre roca fuerte

    He pasado la vida en una búsqueda constante, muchas fueron las veces en que me sentí sola, acorralada, con un vacío inmenso en mi corazón, muchas veces confundida y llorosa, pero siempre pedí a Dios casi con desesperación que me ayudara a encontrar mi camino, me sentía siempre víctima ante las acciones de las personas. A decir verdad, mi infancia fue maravillosa, nací en un hogar bien constituido, mis padres, muy luchadores, honrados y con unos principios muy arraigados. Mi padre fue un hombre muy sabio, aun cuando solo estudió hasta primaria, mis abuelos paternos eran productores del campo, personas que enseñaban a trabajar a sus hijos como peones haciendo labores muy fuertes. Mi madre es hija de padres divorciados. Pero un día, en una fiesta, conoció a mi papá y alguien le comentó:

    «Mira ese moreno que tanto te observa, es hijo de don Chico Sánchez, un rico ganadero del pueblo».

    Ella lo miró y no le gustó, no parecía llenar sus expectativas. Él por el contrario, desde que la vio se enamoró perdidamente de ella. De cualquier modo, lo cierto es que después se unieron y nacimos catorce hijos. A todos nos enseñaron las labores de la casa, valores y principios, aludiendo siempre que había un Dios en el cielo, que todo lo veía y todo lo sabía, y que es un Dios misericordioso, pero que cuando actuábamos mal debíamos temerle.

    Nací en Churuguara, un pueblito ubicado en la sierra del Estado Falcón y allí me formé, entre gentes muy rígidas y leales amigos y siempre les oí decir palabras o frases como estas:

    «Amigo, sí alguien te hace daño, yo te acompaño hasta la tumba, pero no me sepulto contigo porque tengo que saldar esa cuentica».

    En ese pueblo fui bautizada e hice mi primera comunión, me vestían de angelita en las misas de mayo y duraba toda la misa parada en el altar. A mí aquello

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