El personaje vinculado a las esferas del NSDAP que convertiría al Grial en la razón de ser de su existencia fue el joven medievalista alemán Otto Wilhelm Rahn. Nacido en Michelstad el 18 de febrero de 1904, al sur de Hesse (Alemania), era hijo de una familia luterana de origen burgués –su padre ejercía como juez en Maguncia–, lo que desde pequeño le llevó a interesarse por las religiones y le dio la posibilidad de recibir una buena formación académica. En 1922 terminó el bachillerato y estudios de música, especializándose en piano, y después estudió Derecho en varias universidades, mientras asistía también a clases de Filosofía e Historia. Pronto caería cautivado por la historia de la Occitania provenzal y por el mito del Grial. En la facultad presentará varias tesis sobre la herejía de los cátaros y sobre la obra Parzival del poeta alemán Wolfram von Eschenbach, en la que creyó hallar pasajes que se corresponderían con episodios históricos escrupulosamente reales. Según su tesis, el personaje de Kyot de Provenza se corresponde con la identidad real de Gyot de Provius, que habría comunicado a Eschenbach las historias sobre el Grial que después plasmaría de forma velada en su obra, publicada en 1210.
LA CRUZADA ALBIGENSE
Rahn estaba convencido de que en existía una narración oculta que coincidía con los hechos sucedidos durante la cruzada contra los albigenses. Los primeros cátaros, también llamados «hombres buenos», se harían fuertes en la ciudad de Albi –de ahí su otro nombre–. Pronto fueron considerados una secta herética por la Iglesia católica, al promulgar un tipo de fe que se oponía al dogma ortodoxo en muchos aspectos. En parte deudores del maniqueísmo de los bogomilos, postulaban un absoluto dualismo –afirmaban la existencia de dos principios supremos, independientes y antagónicos, el del bien y