IERNES 25 de agosto del 2023. Cinco y veinte de la mañana. Un calor asfixiante inundaba absolutamente toda Sevilla, con mínimas que alcanzaban los 33 ºC. María del Monte y su mujer, Inmaculada Casal, habían cogido el sueño cuando un estruendo las sacó de la cama. Cinco encapuchados armados habían invadido la vivienda en la que ambas residen en la localidad sevillana de Ginés. Una escena digna de película, cargada de violencia verbal y física, que terminó con ellas maniatadas, amordazadas y con una amenaza que se clavaría en la mente de la periodista y la
