El pasado abril se cumplieron cincuenta años de aquel 29 de 1973, cuando un grupo de patriotas saharauis se reunieron en la localidad mauritana de Zuerat para constituir el Frente Popular para la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Frente Polisario). Dos años más tarde esta organización se manifestó como el representante legítimo del pueblo saharaui después de haber superado con éxito los intentos de la administración colonial de imponer una representación paralela que posibilitara el establecimiento de un régimen neocolonial garante de los intereses de la metrópolis.
Dos elementos que contribuyeron a fortalecer, en la década del sesenta, los sentimientos independentistas de la población saharaui fueron la implantación de la administración española en todo el territorio y la amenaza creciente que representaban las reivindicaciones territoriales de Marruecos y Mauritania.
Hasta esos momentos los saharauis entendían la lucha contra la penetración colonial en la zona como un deber de solidaridad con las comunidades vecinas en un concepto de resistencia global. No es casual que importantes batallas contra las tropas francesas en Mauritania fueran ejecutadas por unidades guerrilleras saharauis.
El cambio en la concepción estratégica por parte de los saharauis se produjo con la operación Ecouvillon, iniciada en febrero