Lengua de vaca estofada, Manual de cocina. Recetario: «Ya limpia por completo, se pone en una cacerola (…) se coloca sobre el fuego y, tapando herméticamente, se deja cocer a fuego lento durante tres horas. De vez en vez se destapa y se da una vuelta a la lengua, dejando escurrir en el guiso el vapor de la tapadera». Ana María Herrera publicó la primera edición de su famoso recetario gracias al patrocinio entusiasta de la Sección Femenina. La organización falangista identificó la oportunidad y se ofreció a publicar el libro ante la falta de medios de la gastrónoma que, como contrapartida, solo recibió el reconocimiento a su autoría.
Enseguida fue en un éxito de ventas: recogía las recetas tradicionales de las casas, con ingredientes asequibles. Se convirtió en el regalo obligado de las madres a sus hijas cuando se casaban para que llegaran a ser las perfectas amas de casa. Era un vehículo de propaganda ideal, libre de toda sospecha y, lo más importante, presente en la cotidianeidad de los españoles.
Un simple recetario podía ser un arma política. Y así, a fuego lento, es como la organización de mujeres falangistas que fundó Pilar Primo de Rivera trató de moldear el carácter de las españolas: sus ideas políticas,