para crear sus propios recursos sumando lo que más le gusta a cada uno: a ella, dar clases de idiomas y a él, la gastronomía. Ésta fue la ecuación que hicieron Ruth Stadler y Javier Sánchez para dar un giro de 180 grados a su vida. El resultado de esa operación fue Learning & Cooking, un espacio que nació en Rota (Cádiz) con la motivación, donde Ruth era guionista y Javier y, desde entonces, están juntos. “Nadie daba un duro por nosotros porque ya me dirás lo que pegan un trianero sevillano y una alemana de Múnich, pero aquí estamos”. Juntos y ya en Madrid, cada uno seguía con su profesión, pero la idea de salir de esa rueda aparecía con más frecuencia en sus conversaciones. “Desde que tengo uso de razón le decía a mi entorno más cercano que a los 40 me jubilaba. Soy de familia de clase trabajadora, así que entendía por jubilarme salir del sistema en el que estábamos para crear otra cosa” recuerda Sánchez. “No lo conseguí a los 40 sino a los 45. Vivíamos en Madrid y en esos múltiples viajes que hacíamos por el mundo, un día nos miramos y dijimos ‘¿qué hacemos?’”. Y lo que hicieron fue analizar qué les hacía felices. En la respuesta de Ruth estaba dar clase de español a extranjeros. En la de Javier, organizar encuentros alrededor de la gastronomía. “No teníamos vínculo con Rota, salvo que cuando veníamos a ver a unos amigos nos parecía un pueblo interesante: por un lado, un cuidado exquisito del pueblo; por otro, esa multiculturalidad con la base militar y una importante comunidad de suecos que vive aquí. Un día de estos de no poder más en Madrid llegamos a la conclusión de que podía ser una buena idea crear una escuela para enseñar español a través de la gastronomía”. Aunque al principio la presencia de la comunidad americana hacía pensar que ése sería su público objetivo, con el tiempo se han dado cuenta de que son los visitantes británicos y los germanohablantes quienes más acuden a ellos para contratar alguna de sus experiencias.
