n lo relativo a la repercusión que el fenómeno de las mesas giratorias tuvo en España durante el periodo de mayor auge del espiritismo en Europa, es forzoso referirse al ensayo (2006), de Ángel González de Pablo, profesor titular de Historia de la Ciencia en la Universidad Complutense de Madrid. A través de la prensa médica española, como y , este historiador recoge diversos episodios e investigaciones sobre las mesas giratorias que, paralelamente a otros países europeos como Inglaterra y Francia, tuvieron lugar en España en 1853: «Son legión los testimonios de espiritistas que se refieren a la importancia de esos fenómenos giratorios y parlantes para el espiritismo en Europa. Entre nosotros, puede citarse, por ejemplo, a J. Blanco Coris (1862-1946) y su libro sobre las razones para denominarse espiritista», explica González de Pablo. La cita de Blanco Coris no deja lugar a dudas sobre los fenómenos que aquí comentamos: «Las manifestaciones espiritistas que más me habían llamado la atención fueron las producidas por las mesas, con sus golpes, levitaciones, crujidos extraños y movimientos circulares y de arrastre, unas veces lentos y tranquilos; otras violentos y fuertes, pero siempre inesperados». Annette Mülberger también se hace eco de esta «fiebre de las mesas giratorias» en su ensayo (2016). Según la historiadora: «Los experimentos con las mesas se propagaron con rapidez llegando a hogares, cafés, tertulias, ateneos, casinos e incluso la Casa Real». Tan numerosos son los relatos que testifican el éxito del fenómeno, que «no es posible dudar de su existencia», concluía el periodista y político Gutiérrez de la Vega (1824- 1900) en una columna de , fundado y dirigido por él entre noviembre de 1852 y 1855.
MESAS GIRATORIAS EN ESPAÑA
Sep 26, 2023
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