Con la misma alegría que el día de mi boda, miro el plato de pollo al curry que sale de la cocina y enrollo mis mangas con impaciencia. Es pollo masala, para ser precisos, una porción de pierna bañada en una rica salsa salpicada de cilantro con tiras de cebolla cruda, cuartos de limón y chiles verdes al lado. Hace más de 10 años que vengo a Olympia Coffee House, en el barrio de Colaba en Bombay, aunque este lugar tan querido existe desde 1918. La verdad es que, con el desfase horario y en busca del desayuno, vine a por su curry kheema pav, pero se había agotado a las 10 de la mañana. Sin embargo, mi plato es un excelente consuelo. Limpio los restos con un roti mantequilloso, con los dedos manchados de cúrcuma y adoloridos, pago la cuenta de apenas 2.60 dólares y salgo a la calzada de Colaba, en dirección a una tienda de ropa Fabindia para comprar pantalones dhoti para el viaje en tren a Goa.
Bombay para algunos, Mumbai