La primera vez que Ana acudió a una sesión de terapia de frecuencia no entendía cómo, y sin hacer nada, salía sintiéndose mejor, con más energía y actitud positiva. Se trataba de medicina cuántica o energética. Hoy, luego de seis meses de probarla, puede decir que esa frase tan repetida de forma cotidiana (“tienes buena vibra”), en realidad existe. Ella ha logrado ponerse en sincronía y vibrar alto, es decir, sentirse plena y tranquila, y también ha aliviado su fibromialgia. ¿Te interesa descubrir cómo lo consiguió?
QUÉ BONITO VIBRAS
Empezaré por explicar qué