Después de haber cancelado la edición 2021, debido a los efectos de la pandemia, Paris Air Show, uno de los eventos más tradicionales de la industria aeroespacial del mundo, regresó en 2023 mostrando toda la fuerza del sector aéreo. Celebrado del 19 al 25 de junio en Le Bourget, a las afueras de París, reunió aproximadamente 2.500 expositores internacionales, 140.000 visitantes profesionales y 300 delegaciones oficiales de todo el mundo. Según la organizadora SIAE, filial de GIFAS (Groupement des Industries Françaises Aéronautiques et Spatiales), 85 de las 100 empresas más grandes del mundo estuvieron presentes.
Tras cuatro años de ausencia, los excelentes resultados demuestran el dinamismo y el atractivo del sector aeronáutico y espacial global. Los principales fabricantes de aviones del mundo cerraron el evento con un total de 1.343 pedidos. Además de las solicitudes expresivas, Paris Air Show 2023 destacó la ampliación del tema de la descarbonización del transporte aéreo.
Aunque hace casi una década se comente sobre el proceso de reducción de las emisiones de contaminantes en los últimos tres años, el tema se ha vuelto aún más presente, especialmente por las presiones sobre la comunidad europea. No por casualidad, el evento promovió un amplio proyecto para ampliar el debate y los recursos en investigación y avances tecnológicos para permitir neutralizar las emisiones de carbono de aquí a 2050, en uno de los más audaces proyectos ya realizados en la industria moderna.
SAF, HIDRÓGENO O ELETRICIDAD?
En su tercera edición, el Paris Air Lab presentó una nueva revolución en el transporte aéreo, hoy en medio de la transición a un modelo descarbonizado. El pabellón tenía un circuito educativo montado en un espacio propio de mil metros cuadrados, en el corazón de la feria, que mostró el ecosistema de la industria aeronáutica, desde fabricantes a investigadores y expertos en energía, trabajando juntos para encontrar la mejor manera de hacer que los aviones puedan operar con cero emisiones de carbono.
La meta es dejar de usar combustibles fósiles, creando nuevos caminos, incluido el uso de combustibles renovables, como el SAF, o soluciones basadas en hidrógenoaviación, que cada día resulta más inviable, al menos a corto o medio plazo.
