ESPECIAL
Al observar el taxi de un avión a través de las ventanas de una terminal, la mayoría y la gente tiende a tener una impresión del todo, dejando de notar detalles constructivos imperceptibles a la mayoría de los pasajeros. Esto vale tanto para un monomotor experimental como para un gran jet comercial responsable de vuelos regulares internacionales. Para muchos, aspectos como la forma de los parabrisas o el material utilizado en la construcción del fuselaje pasan desapercibidos. En este especial, manteniendo una tradición reciente de producir contenidos casi enciclopédicos sobre el transporte aéreo, revelamos los principales componentes que, juntos, forman una aeronave de ala fija. Se trata de un artículo que complementa otros especiales de la revista, pero esta vez mostrando matices de las máquinas. El texto no pretende explicar aspectos técnicos ni profundizar el conocimiento, lo que requeriría mucho más espacio y se restringiría a pocos expertos en la materia. Pero es diversión garantizada para quien tiene combustible de aviación corriendo por sus venas.
NARIZ O PICO
A lo largo de toda la historia de la aviación, la nariz de un avión tuvo varias funciones. Actualmente, los aviones han resumido la nariz en dos funciones principales: alojamiento del radar (meteorológico o militar), de cualquier sistema electrónico o, en el caso de aviones monomotores, turbohélices o impulsados por pistón, del motor. En el pasado, la nariz todavía acomodaba armamentos y, no es raro, en bombarderos, recibía el oficial de bombardeo, el navegador o, aún, artilleros. Algunos aviones, como el Ilyushin Il-76, todavía acomodan el navegador en la nariz, que tiene una amplia área acristalada. Los Antonov An-30 y An-22 también son famosos por albergar en la nariz el navegador. Modelos como Concorde, Tupolev Tu-144 y Sukhoi T-4 todavía tenían una nariz basculante, lo que les daba una gran ganancia aerodinámica cuando éste estaba en posición horizontal. Con la nariz inclinada en las fases de despegue y aterrizaje, la tripulación tenía mejor visibilidad.
RADAR
Aunque hoy em día es un sustantivo para designar un equipo de detección y análisis del pulso reflejado por cierto objeto, el nombre, de hecho, surgió como un acrónimo de radio detection and ranging (detección y distanciómetro por radio). El radar es uno de los principales sistemas de aviaciones civiles y militares, aunque cada uno tiene una función diferente. En el caso de aeronaves civiles, el radar de empleo meteorológico podrá instalarse en la nariz del avión o en las alas, siendo este último caso común en monomotores de pistón o turbohélices.
En aeronaves militares, existen diversos tipos de radares, como ocurre con los nuevos cazas, cuyas narices reciben un radar de barrido electrónico activo, también conocido por el acrónimo inglés AESA (Active Electronically Scanned Array). El sistema se compone de una antena por fases donde el transmisor y el receptor se componen de varios módulos independientes controlados por computadora. Así es posible irradiar varios haces de ondas de radio en varias frecuencias simultáneamente, ampliando la capacidad del radar para detectar y detener objetivos enemigos, ya sea en el aire, tierra o mar. Al mismo tiempo es más difícil para el enemigo localizar la posición del radar mediante el barrido del ruido de fondo. Existen también los radares de barrido electrónico pasivo (PESA, por sus siglas en inglés), que todos los elementos de la antena están conectados a un único transmisor/receptor.
Algunos aviones, como los Sistemas Aéreos de Alerta y Control (AEW&C), utilizan grandes y poderosas antenas montadas sobre el fuselaje para rastrear objetivos, coordinar acciones y, además, hacer transferencias de información por medio del llamado enlace de datos (data-link) entre aeronaves y fuerzas terrestres y navales. Otros aviones militares cuentan con radares capaces de rastrear objetivos en tierra, monitorear frecuencias enemigas y así sucesivamente.
ANTENAS
Otro sistema imprescindible en los aviones actuales, que surgió en los primeros años de la industria aeronáutica, fueron las antenas. Inicialmente, el objetivo era solo permitir la comunicación entre los tripulantes y el personal de tierra, todavía lejos del concepto de control de tráfico aéreo. Al igual que los radares, existen diversos tipos de antenas, con énfasis en aquellos de comunicación en frecuencias, de las bajas a las más altas (VHF, UHV, HF, entre otras). Además, existen antenas de navegación, como las de detección de dirección a bordo (ADF),
