MONCLOVA, COAH.— Las protestas se radicalizaron en la última semana de abril y, como no ocurría en unos 15 años, las puertas de Altos Hornos de México (AHMSA) fueron escenario de quema de llantas, consignas y amagos de conflicto laboral en el contexto de una crisis económica regional, que tiene en la incertidumbre a más de 70 mil trabajadores.
Además, a punto de fenecer el contrato colectivo de la Sección 147, que junto con la 288 agrupan a los trabajadores sindicalizados, una facción simpatizante de Napoleón Gómez Urrutia intentaba infructuosamente reagruparse y retomar el control gremial.
El 25 y 26 de abril último, además de cientos de trabajadores directos de la acerera (de unos 17 mil que forman la planta laboral), por las principales avenidas de esta ciudad también marcharon en protesta los empleados de confianza luego de que, desde principios de mes, se habían sumado exesposas de obreros que demandan el pago de la pensión alimenticia.
Si bien el 27 de abril pasado la empresa realizó un depósito, la crisis acumula desasosiegos, pues desde enero el retraso en el pago de nómina y el incumplimiento de prestaciones, liquidadas una y otra vez pero con semanas de retraso, abonan a la