Se trata de trastornos que afectan en forma distinta, nuestra forma de sentir el mundo, y de relacionarnos con él. Son “enfermedades del alma” que -si son tratadas de forma debida- pueden desactivarse en poco tiempo.
La depresión y la ansiedad son dos trastornos diferentes, pero que muchas veces pueden ir de la mano. SI bien tienen síntomas distintivos, hay algunos que se comparten, como la sensación de vacío.