xisten bastantes ejemplos de escritores rusos decimonónicos aficionados al espiritismo, pero uno de sus más destacados defensores fue el también zoólogo Nikolái Vágner (1829-1907), autor de los populares y uno de los científicos abanderados, principal revista liberal de la Rusia de finales del siglo XIX, sobre la existencia de espíritus que supuestamente hablaban a los participantes de las sesiones sobre el otro mundo. Percibía los fantasmas no como fantasías o alucinaciones, sino como la encarnación total o parcial de lo intangible. Según Vágner, a petición de los participantes de la sesión, los espíritus cantaban, bailaban, fumaban en pipa y dejaban diversos objetos en la sala. Otro escritor espiritista, seguidor de la doctrina kardeciana, fue Nikolái Leskov (1831-1895). En sus novelas , y varias otras utilizó su experiencia personal en las sesiones donde se invocaba a los espíritus. Creía en la manifestación de «fuerzas invisibles» en el mundo material y consideraba la vida terrenal como una etapa dolorosa en el camino del alma hacia la perfección. También Mijaíl Bulgákov (1891-1942), autor de la novela de culto , asistía a las sesiones que organizaban sus amigos los hermanos Koreshkpv. Dedicó el relato «Sesión espiritista» a tales reuniones que, además, influyeron decisivamente en la creación de los protagonistas de su famosa novela, inicialmente titulada . Sin embargo, no todos los escritores rusos del periodo sintieron fascinación por el espiritismo. Algunos como León Tolstói lo satirizaron en sus obras, al igual que hicieron Aleksandr Amfiteatrov y Alexei Pisemsky.
LITERATOS ESPIRITISTAS
Apr 26, 2023
1 minuto
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