El mago Ari Sandy se elevó por los aires, y no precisamente para realizar un acto de levitación, sino para festejar su cumpleaños (12 de abril) con laManhattan. Lo contraté, me encantó y dije: ‘Esto lo tengo que hacer algún día en México’, y se quedó como sueño a cumplir a largo plazo, porque entonces no existía ese servicio en México. Luego, hace 30 años, viajé a Canadá y volví a viajar en helicóptero sobre las Cataratas del Niágara, y pensé: ‘Si esto es bonito, en México tiene que ser mil veces mejor, por la arquitectura mexicana”. Como padre consentidor, deseaba vivir esa experiencia con su familia, y aprovechando su cumpleaños y el de su hijo Alfredo, que son de la misma fecha, lo hizo: “¡Fue maravillosa! Lo que más disfruté fue ver el Paseo de la Reforma, pasar por el Ángel de la Independencia. A mi hijo le gustó mucho el Estadio Azteca, a mi hija y a mi esposa sobrevolar el Castillo de Chapultepec… ¡Fue increíble! Si tengo oportunidad, lo repetiré. Después nos fuimos a comer, por la tarde mis hijos se fueron a la escuela y al trabajo, y terminamos el día yendo al cine. Yo feliz de verlos contentos; eso es parte importante de mi felicidad”.
